Diciembre 7, 2024

Medios de información, la mentira profesional y los políticos

1. Muchos izquierdistas y “progresistas” desprecian a la TV y demás medios porque dicen: “son instrumentos de la burguesía y el imperialismo”; tienen toda la razón, pero de ahí no pasan. Demuestran con argumentos fuera de toda discusión que los Azcárraga, los Salinas Pliego y los poderosos empresarios de la radio sirven directamente al sistema de explotación capitalista. Pero no basta con la condena, hay que encontrar las formas para superar a esos medios comerciales pensando en beneficiar a la población. Algunos analistas y críticos proponen aprobar leyes que limiten esos monopolios impulsando la apertura plural de otras radios y TV. ¿Hasta cuándo se podrá hacer esto si desde 1969 (hace más de 45 años) el presidente y su gabinete, así como diputados y senadores, inclinan la cerviz ante los poderosos empresarios de los medios?

2. Creo que ni el fallecido Hugo Chávez, el presidente venezolano que en más elecciones triunfó con vigilancia internacional y, por tanto, el más democrático del mundo, pudo legislar a los poderosos medios de información comerciales e imperialistas que incluso, aliados con el gobierno de Bush (hoy con Obama), buscaron su derrocamiento. Lo que hizo Venezuela fue crear una red alternativa de información ligada directamente al pueblo. De tal manera que éste no tuviera el interés ni la necesidad de mirar esos medios informativos al servicio del empresariado y de los capitales extranjeros. Esa red alternativa –con un gran proyecto de masas- es la que los grupos de izquierda en México no hemos podido crear por falta de interés, ideas y dinero.

 

3. Si Peña Nieto busca consolidarse en la Presidencia y México sigue sin contar con una oposición real, el muñeco de Televisa buscará agrandar más los privilegios de las dos televisoras (o tres) y de las radios a su servicio. La política del régimen –en concordancia con la TV- buscará hacer estúpido al pueblo con el fin de dominarlo mejor. Peña tiene en cuenta bien aquellas frases de Azcárraga en 1991: “México es un país de clase modesta, muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”. Y con mayor cinismo decía: “Yo lo que sé hacer es dinero… la TV no busca educar… hay cosas que están diseñadas para entretener y otras para educar, la TV es un medio de entretenimiento… para educar está la SEP”.

 

4. Recuerdo que hace unos 15 años se publicó en la revista Proceso que Azcárraga Jean y Cañedo White heredaron un consorcio con activos de 25 mil millones de pesos y ventas anuales de 9 mil millones; 205 empresas con ganancias de más de 900 millones de pesos al año. Que contaba con más de 20 mil empleados y se dedica a giros diferentes, desde la impresión de revistas y diarios hasta la consultoría, la TV, la radio, el cine, servicios de limpieza, servicios de seguridad, inmobiliarias, servicios de transportación aérea, agencias de publicidad, sistemas privados de comunicación satelitales, discos, producción y promoción de eventos, administración de estadios, promotoras deportivas, equipos de fútbol, servicios de TV por cable, servicios administrativos, etcétera, etcétera. Un verdadero monopolio.

 

5. Por eso los políticos, así como muchos artistas e “intelectuales” comentaristas mexicanos -con la digna excepción de AMLO, Bartlett, Corral y pocos más- andan arrastrándose o, por lo menos, no quieren disgustar a los funcionarios de Televisa y las otras empresas monopólicas. También por eso personajes como López Dóriga, Loret de Mola, Alatorre, José Cárdenas, Zarza o Healy, no dejan de vomitar veneno contra todos los movimientos sociales. Debe reconocerse que toda esa campaña de calumnias –durante mucha horas, días y semanas- en los medios de información lograron que millones de personas voten contra AMLO en 2006 y 2012 y ahora millones repitan los engaños que esos mismos medios desataron contra los maestros, los electricistas, Mexicana, mineros.

 

6. Por eso han dicho muchos estudiosos que ahora la prensa no es el “cuarto poder”, que los medios de información ocupan el “segundo poder”, sólo superado por el gran poder económico empresarial transnacional. La realidad es que estos dos poderes van juntos porque uno es el poder ideológico y el otro el económico, y se complementan para cumplir su papel de dominación. Los poderosos empresarios sostienen con su capital a los medios, pero éstos ideologizan y amansan a la población para mantenerlos bajo su dominio. Los medios de información, con imágenes bien manipuladas y textos redactados a propósito, logran engañar a la población introduciéndoles una serie de valores coincidentes con la clase dominante en los que se acentúa el individualismo y la competitividad. Se lleva a la población a despreciar a su propia cultura, sus costumbres y a su propia gente, así como a adoptar estilos de vida, personalidades, incluso políticas que los dañan.

 

7. Lo más grave es que todas esas falsedades, repeticiones y reiteraciones que propagan los medios para ensalzar a sus amigos y destruir a sus enemigos, no solo logran engañar a la humilde población sino también a los sectores medios y hasta a personas pensantes de izquierda. En política, por ejemplo, los medios abren espacios a políticos amigos de la empresa haciendo comentarios positivos sobre ellos o arreglándoles entrevistas; sin embargo, por otro lado, crean los comentarios más negativos -incluso construyen imágenes- contra aquellos políticos que piensan y actúan en contradicción de los intereses de esos medios. Esto se pudo probar con la manipulación de los videos contra los luchadores sociales de oposición, sobre todo contra la izquierda radical que no acepta venderse por un plato de lentejas.

 

8. Durante el sexenio Fox-panista (2000-06), algunos medios de información como el diario La Jornada y el semanario Proceso -las dos publicaciones más destacadas e independientes del país- publicaron documentadas denuncias acerca de los grandes fraudes de Fobaproa, de los Amigos de Fox, de Vamos México, de la Lotería Nacional, de los ranchos de Fox, de los hijos de Marta Sahagún, de las concesiones y de las casas de juego a Televisa, de los fraudes financieros del dueño de TV Azteca, etcétera. Los demás medios de información: TV, Radio y prensa casi silenciaron todos esos hechos que implicaban al gobierno, a los empresarios y a los medios, a pesar de que fueron negocios de miles de millones de pesos. Por el contrario, esos funestos medios repitieron durante horas, semanas y meses las trampas video grabadas que ellos mismos le tendieron a Bejarano, Imaz y Ponce, cuando eran del PRD.

 

9. Esos medios, encabezados por Televisa y TV Azteca, presentaron a Cuauhtémoc Cárdenas como un desequilibrado mental por su protesta contra el fraude de 1988, pero también 10 años después, cuando fue asesinado Paco Stanley por narcotraficantes. Lo mismo han hecho contra López Obrador durante estos últimos 10 años, comparándolo con “los locos” Hugo Chávez y Fidel Castro, por cierto los dos gobernantes más dignos de América Latina. ¿Por qué el cínico PAN pidió que Chávez reconozca al gobierno del usurpador Calderón si el panismo y los medios se pasaron más de seis años insultando con calificativos de dictador, populista, comunista, a los gobernantes de Venezuela y Cuba? Fueron tan insistentes los spots y discursos de campaña de la derecha contra López Obrador y Chávez que a una parte de la población, cegada y sin capacidad para pensar, le da miedo defender al digno gobierno venezolano.

 

10. Y ahí estuvo siempre la manipulación: que una gran mentira, manipulada y repetida cien veces por los medios de información, se piense que es verdad: Repitieron los medios, por ejemplo, que los de la Asamblea Popular de Oaxaca (APPO) son guerrilleros y sus apoyadores delincuentes; que López Obrador debe reconocer que perdió y si protesta es que enloqueció; que no se debe permitir el bloqueo de calles porque se viola el derecho de tránsito; que los multimillonarios de Forbes son inteligentes, los pobres perezosos; que los salarios no pueden aumentar porque los empresarios necesitan que haya productividad. Con este tipo de frases, con manipulación de imágenes y entrevistas a modo, repetidas hasta el cansancio, los empresarios de los medios manipulan en la conciencia de la gente para que dejen de apoyar las luchas populares y de los trabajadores. Y lo funesto es que mucha gente le cree a los medios empresariales.

 

11. Por ejemplo: Hace algunos años se informó al mundo -con todo desparpajo- que el presidente Bush supo a tiempo que Irak no guardaba armas nucleares, pero ordenó los bombardeos a ese país con ese pretexto. El gobierno de Kennedy ordenó en 1961 la invasión a Cuba, por playa Girón, pretextado que ese país se enfilaba al comunismo. En 1973 el gobierno de Nixon instruyó el derrocamiento en Chile de Salvador Allende usando la traición del general Pinochet. Lo mismo sucedió en Guatemala, Dominicana, Panamá, Granada y, recientemente, en Venezuela. El gobierno yanqui puede bombardear, invadir, saquear, asesinar, pero sus gobernantes agresores -en la TV, radio y prensa- siempre aparecerán como demócratas y honorables.

 

12. La campaña contra los medios de información mentirosos y manipuladores como Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, debe ser permanente. La batalla no es contra los reporteros o entrevistadores, sino contra las empresas que obligan a sus trabajadores a tergiversar la verdad. Los medios deben ser muy objetivos, pero la mayoría de ellos son verdaderos negocios privados en donde no hay márgenes para la libertad, ¿Qué pasaría si un buen periodista, con dignidad, le lleva a la empresa un buen reportaje o un interesante artículo que no refleja la línea editorial de la casa? En primer lugar no se lo publican y en segundo lugar corre el peligro de ser despedido. Los periodistas, desde que son contratados, por el pago deben aceptar la línea que les trazan. ¿Cómo piden respeto esas empresas si no lo tienen por sus televidentes o lectores? Ojalá que quienes piensan un poco se den cuenta del enorme peligro de esos poderosos medios empresariales que construyen imágenes e informaciones falsas que transmiten como verdaderas.

 

(Rebelión.)

 

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