Cisjordania, la franja de Gaza y la frontera con Siria, son los tres frentes a los que Israel presta hoy atención, enfrascado -en distintos grados- en situaciones complejas que difícilmente se pueda en este momento vaticinar a qué pueden conducir.
Mientras numerosos efectivos continúan buscando intensamente en la zona de Hebrón a los tres jóvenes secuestrados hace diez días y mientras se sigue observando la escalada entre la Franja de Gaza y el sur de Israel, se agregó este domingo un nuevo elemento, cuando un proyectil disparado desde Siria, hizo impacto directo en el lado israelí de la frontera en los altos del Golan. El resultado fue fatal: el disparo mató al instante a Muhamad Karaka, un adolescente israelí de 13 años, que en su primer día de vacaciones había acompañado a su padre, contratista civil del ministerio de Defensa de Israel, a su trabajo en la zona. El padre y otros tres civiles resultaron heridos por las esquirlas.
El ejército israelí respondió abriendo fuego hacia la fuente del disparo, posiciones del ejército sirio, aunque no hay plena certeza si se trató de un atentado intencional o de un ataque de los soldados del régimen de Damasco contra rebeldes que operan en la zona, y que cayó del otro lado, a corta distancia, sobre el vehículo israelí.
Lo nuevo del hecho es que fue éste el primer incidente desde el comienzo de la guerra en Siria hace ya más de tres años, que disparos efectuados en el país vecino, cobran la vida de un civil israelí. Pero el ataque en sí, no fue por cierto el primero. Ya meses después de estallar la violencia en territorio sirio, se fueron registrando con mayor o menor intensidad, con altibajos, diversos incidentes de disparos de armas automáticas hacia patrullas israelíes o de morteros lanzados desde Siria. Al comienzo, casi siempre se estimó que se trataba de balas o morteros “perdidos”, pero ya han sido varios los casos en los que estaba claro para Israel que el ataque fue intencional.
Y aunque en Israel se estima que no sería lógico que el líder sirio Bashar al Asad quiera complicarse ahora agregando al ejército israelí como un enemigo declarado que le ataque , su intención es dejar en claro en forma tajante que no aceptará disparos desde Siria. Y el desafío es transmitir el mensaje, sin arriesgarse a una escalada abierta en la frontera con Siria.
Este frente, siempre latente, que se agregó ayer en forma muy activa a la mirilla de Israel, no parece tener relación alguna con otros ya abiertos -Cisjordania y Gaza-, aunque sí incide en la percepción de la población de una tensión generalizada con la que debe lidiar.
Desde el secuestro, el jueves 12 de junio por la noche, de tres jovencitos israelíes -que según el Primer Ministro Benjamin Netanyahu están en manos de Hamas- los rastreos para ubicarlos no han cesado y paralelamente, ha ido complicándose la situación a raíz del operativo militar lanzado por Israel, bajo el nombre ‘Volved hermanos’. Aunque Netanyahu afirmó ayer que “pronto serán de conocimiento público las pruebas concretas de que Hamas está involucrado”, en la parte operativa que hace a la búsqueda, no se ha avanzado y los soldados continúan revisando pozos de agua, cuevas, casas particulares, cada sitio en el que pueda haber un escondite, afirmando el portavoz del ejército que “trabajamos bajo la suposición de que están vivos”.
Pero la reacción casi pasiva de la población en los primeros días, durante los que no hubo roce violento ninguno a pesar de las detenciones -que ya superan las 300-, va siendo sustituida gradualmente por un mayor número de choques con jóvenes palestinos que lanzan botellas incendiarias hacia las tropas. En distintos incidentes, murieron durante el fin de semana dos palestinos, uno en Ramala y otro cerca de Nablus, y las autoridades palestinas acusan a Israel de “crímenes de guerra”.
Lo singular de la situación es que por un lado, el propio Canciller palestino Riyad el.Malki critica a Israel en esos términos e inclusive no descarta que el secuestro sea un invento, y por otro, el Presidente Mahmud Abas es criticado intensamente en las redes y en la calle por palestinos que lo condenan por apoyar la coordinación de seguridad con Israel y por haber llamado a los secuestradores a devolver a los chicos a sus casas.
A todo esto, grupos radicales en Gaza continúan disparando diariamente cohetes hacia el sur de Israel, a lo cual Israel responde con mayor dureza que en ocasiones anteriores, atacando desde el aire numerosos blancos de las organizaciones armadas. Analistas militares estiman que no es de descartar que Israel pase a un operativo amplio en la franja de Gaza.
Sería prematuro vaticinarlo ya ahora pero claro está que el secuestro de los jóvenes y la necesidad de buscarlos, así como el dedo acusador hacia Hamas, ha sido para Israel una oportunidad para asestar un duro golpe a la infraestructura de la organización en Cisjordania.Y Gaza, podría ser el próximo paso.