Diciembre 11, 2024

La Izquierda ¿Sin el PC?

Quiero referirme a un escrito aparecido hace poco en este querido y admirado medio. No puedo dejar pasar aquella “columna” titulada “La izquierda sin el PC”. Un develador manifiesto de los “viudos del PC del siglo XX”.

 

Este escrito en muy breves caracteres ( se entiende la estrategia LUN) acusa al Partido Comunista de Chile, de haber transado sus ideales y luchas dadas en los 80 y 90 contra el sistema hipercapitalista, todo a cambio de unos cuantos cupos parlamentarios. El columnista, cual adolescente frustrado, encara al PC por haber dejado “desarticulada” a la “izquierda anti-neoliberal” a cambio de las “poltronas que le ofertó la oligarquía política”.

 

Ni siquiera utilizaré el antecedente histórico real, ese que nos muestra el anticomunismo que recorre la sangre chilena desde regimientos a casas Okupas. Tampoco recordaré cuando en pleno gobierno de la unidad popular, algunos escribían columnas al PC y al mismísimo Salvador Allende, tratándoles de amarillos o reformistas por no cumplir las iluminadas y revolucionarias estrategias que la utopía “popular” establecía desde sus cordones “organizados” y “armados”.

Pero no dejaré la oportunidad para manifestar mis reparos con quienes, ya siendo incluso sobrevivientes de la dictadura, sostienen en nombre de la “izquierda”, argumentos de alumno de enseñanza básica a la hora de analizar la actualidad política, económica, social y cultural del presente.

Y es que denostar públicamente y a nombre de la “izquierda”, la estrategia utilizada por el PC, que te ha otorgado injerencia en programa de gobierno, más 6 cupos en la cámara baja y 1 ministerio (incluso era lo que Gladys Marín en más de una oportunidad ya había intentado pactar con la vieja concertación a cambio de lo mismo) es simplemente confirmar que hoy en Chile, se sigue dando en abundancia lo que el viejo Lenin llamaba “infantilismo izquierdista”.

Porque no se puede llamar de otra manera a quienes aún piensan que a la utopía, se puede llegar como quien juega un partido de fútbol. Porque no se puede tratar de otra manera a quienes aún no reconocen el cambio radical de relaciones materiales y no materiales que sostienen al sobre poblado mundo actual. Y lo más dramático, constatar que aún hay compañeros dispuestos a desconocer que lo de Nixon , Pinochet y el 90% de occidente, fue una revolución cultural que nos llegó hasta la glándula pineal.

Los moderados y graduales cambios que busca ejecutar el programa de la Nueva Mayoría, no serán los propuestos por los grandes líderes de izquierda, tipo Marcel Claude y Roxana Miranda, pero son los que, en un contexto cultural y global, nos devolverán, por lo menos, a una social democracia de baja intensidad. Si hasta el mismo MEO hoy lo reconoce así.

En este proceso, ver al PC como protagonista y cancerbero de esos pasos, debería ser una alegría para la izquierda que razona, respira y no habla desde la herida del adolescente que queda sin asiento.

Ya es hora de dejar de poner moralina al discurso de “izquierda”. Si seguimos con la prédica de “traidores” y “consecuentes”, pronto también veremos versiones de “izquierda de los últimos días”, “Pare de sufrir” o “Los verdaderos hijos de Marx”.

 

 

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