La ministra de Derechos Humanos de Brasil, Ideli Salvatti, calificó hoy de “innecesaria” e “inadecuada” la represión policial contra manifestantes que tuvo lugar el jueves en Sao Paulo, horas antes de que se disputara el partido de apertura del Mundial de Brasil 2014.
La ministra se refirió específicamente a una fotografía que circuló hoy a través de portales y diarios, en la que se ve a un joven inmovilizado por tres agentes, mientras un cuarto policía le arroja gas pimienta dentro de un ojo.
“Vamos a adoptar todos los procedimientos necesarios para que este tipo de evento no se reproduzca”, dijo Salvatti en una rueda de prensa concedida en Río de Janeiro.
Los cuestionamientos de la ministra se suman a las condenas realizadas por la organización Amnistía Internacional (AI) y la Defensoría Pública de Sao Paulo.
“Le sacamos ‘tarjeta amarilla’ a la policía militarizada de Sao Paulo”, dijo el director de AI de Brasil, ítila Roque.
“Las autoridades brasileñas deben investigar sin demora, porque se usó la fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos y debe llevar a los responsables a la Justicia”, agregó.
El defensor público Pedro Estabile, quien acompaíñó la manifestación realizada en la estación Carrao de Sao Paulo, distante unos 12 kilómetros del estadio en el que Brasil y Croacia disputaron el choque apertura del certamen, dijo que la acción policial fue “inaceptable”.
“Lo vi todo desde el principio. No hay argumentos. La Policía Militarizada lanzó bombas contra un grupo de jóvenes que se manifestaban pacíficamente”, dijo Stabile en declaraciones que recoge el diario O Estado de Sao Paulo.
Los disturbios se produjeron porque los manifestantes pretendían marchar por la avenida Radial Leste, principal vía de acceso al estadio Arena Corinthians, pero fueron impedidos por la policía, que desplegó un fuerte operativo para aislar la avenida y arrojó gas lacrimógeno y balas de goma.