Cerca de 80 mil personas asistieron en Santiago a la marcha por la educación convocada por la Confech, que agrupa a los estudiantes universitarios y secundarios. Esta marcha es la segunda del año y su objetivo es expresar la molestia de los estudiantes en cuanto la reforma no ha tomado en consideración sus demandas. La propuesta del Ejecutivo no resuelve los problemas de fondo de la educación chilena ni tampoco incorpora los reclamos ni propuestas históricas de los jóvenes, en las calles desde la década pasada.
Junto a los estudiantes, también participó el Colegio de Profesores y conductores del Transantiago. En Valparaíso, los diputados y dipatadas Camila Vallejo, Karol Cariola y Giorgio Jackson se unieron a la manifestación. En Santiago apoyó a los estudiantes el diputado Gabriel Boric.
Para Melissa Sepúlveda, presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, el objetivo de las movilizaciones es “apuntar a la posibilidad histórica de cambiar el modelo”. La dirigenta aseguró que no se “avalará el maquillaje, ni la perfección del mercado educacional”. “El fin al lucro es a medias tintas. Se deja la puerta abierta a los sostenedores”, complementó la estudiante de medicina.
Desde la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), la defensa, el rescate y el fortalecimiento de la educación pública son las necesidades urgentes del sistema. Los estudiantes aseguran que la “forma de hacer política cambió”, por ende se deben considerar a las organizaciones para hacer política, insisten.
La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) plantea que “existe una crisis nacional. Lo que queda evidenciado en la situación de los trabajadores del Transantiago y portuarios, criticando también las deudas en salud y vivienda”.
“La reforma no ataca al beneficio del bolsillo de los empresarios, no se garantizan los derechos”, critican desde la Aces.
Los estudiantes de las universidades privadas, asociadas en Ofesup y Mesup, insisten en que ellos son los más afectados del sistema, por ello se movilizan
Los trabajadores de la educación también paralizaron sus actividades para la movilización. “Los proyectos de ley de generan discrepancias por no establecer la educación como derecho”, aseguraron.