México.- Once millones de mexicanos indocumentados que residen en Estados Unidos, sin derechos civiles, sociales o políticos, constituyen la población más grande en esas condiciones desde los años de la esclavitud que terminaron en 1863, aseguró Douglas Massey, investigador de la Universidad de Princeton, al participar en la 12 Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México.
Señaló que las deportaciones desde el interior del territorio estadunidense están creciendo y son mayores que las detenciones de quienes intentan cruzar la frontera sin documentos. Al año, indicó, la patrulla fronteriza aprehende a 200 mil mexicanos, en tanto que las autoridades deportan a 400 mil ya ingresados y establecidos en Estados Unidos.
Por ello, dijo el sociólogo, los indocumentados que residen en Estados Unidos se encuentran atrapados, pues sólo tienen 20 por ciento de probabilidades de reingresar a territorio estadunidense, si salen de él. Sin la posibilidad de retornar no se van, pues dejarían ahí sus casas, familias, trabajos y vidas.
Indicó que por primera vez en 60 años la población de indocumentados no está creciendo, pues el número de los que logran ingresar y los que son deportados suma cero. “Obviamente, puede haber errores en las estimaciones, pero el gran boom de la migración indocumentada se ha terminado, al menos desde 2008”, indicó.
El integrante de la Oficina de Investigación de Población de Princeton expuso también que los mexicanos están intentando obtener la nacionalidad estadunidense para adquirir derechos. “Históricamente los mexicanos tuvieron tasas de naturalización muy bajas, pues se lo hicieron menos de 50 mil, entre 1970 y 1990, en tanto que más de 200 mil lo consiguieron entre 2005 y 2010.
Actualmente hay dos y medio millones de mexicanos con ciudadanía estadunidense, quienes tienen el derecho de pedir la entrada de sus hijos, esposos y padres, así como de otros parientes. Por ello, dijo Massey, esta vía, la de la invitación de un ciudadano estadunidense, es el motor de la migración legal, pues así entra entre 60 y 70 por ciento de los mexicanos que se convierten en residentes legales en Estados Unidos.
En el encuentro que se realizó esta semana en la Universidad Iberoamericana, Massey presentó el estudio Tendencias de la migración internacional altamente calificada a Estados Unidos. En su exposición señaló que cuando se habla de migrantes que van a trabajar de manera temporal al país vecino, se suele pensar en jornaleros, pero la realidad está cambiado. En los años recientes ha habido crecimiento en el número de mexicanos que entran de manera legal al territorio estadunidense a trabajar por temporada, pero 95 por ciento de este incremento se debe a mexicanos que son enviados por las empresas para las que trabajan, así como por comerciantes y personas que entran con visas de negocios. Los nuevos trabajadores migrantes mexicanos son los que tienen documentos y no van solamente como mano de obra, señaló.
De acuerdo con las cifras expuestas por el investigador, la distribución de los trabajadores migrantes temporales originarios de México es como sigue: los que entran con visa de categoría J, o de intercambio (enviados por empresas), son más de 300 mil al año, los que llegan con la H –la de trabajador– son menos de 300 mil; los que van como inversionistas (visa E) son alrededor de 150 mil, y los que van por comercio y portan la visa T son unos cien mil.
Estamos en una nueva realidad en la historia de la migración entre México y Estados Unidos y no sabemos si las condiciones actuales indican una nueva era o solamente una pausa. Ello depende de decisiones que tomarán políticos de ambos lados de la frontera en los próximos años, pero especialmente de decisiones que se tomarán en Estados Unidos.
Douglas Massey dirige junto con el antropólogo Jorge Durand el Proyecto Sobre Migración Mexicana, creado en 1982 por un grupo interdisciplinario de investigadores de México y Estados Unidos para recabar información social, económica y demográfica sobre el proceso migratorio entre ambos países. El uso de los datos generados por el proyecto se encuentra abierto al público en el sitio de internethttp://mmp.opr.princeton.edu/.
Publicado en La Jornada