Después de dos intensas y largas jornadas de trabajo, la Cámara de Diputados aprobó y despachó anoche al Senado, en los mismos términos propuestos por el Ejecutivo tras su paso por la Comisión de Hacienda, el proyecto de reforma tributaria del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
El texto legal ingresó formalmente a la Corporación el 2 de abril y fue íntegramente analizado por la Comisión de Hacienda, instancia que concluyó su análisis y aprobación el 23 de abril recién pasado (tras una quincena de sesiones especialmente citadas para tal efecto) con algunas diferencias respecto del texto original, las cuales fueron acordadas con el Gobierno (sólo el Ejecutivo tiene iniciativa legislativa en materia tributaria).
La Sala comenzó su análisis el martes, a las 11:00 horas, y concluyó pasadas las 12 horas del miércoles con la aprobación de la idea de legislar de la propuesta, por 72 votos a favor y 48 en contra. En la presente jornada, iniciada a las 10:30 horas, se discutieron los once artículos permanentes del proyecto y sus 17 artículos transitorios.
La propuesta legal contempla incorporar a las arcas fiscales recursos equivalentes a un 3,02% del PIB, esto es, cerca de 8 mil 200 millones de dólares, una vez que la reforma entre en régimen. Cabe recordar que la normativa fija un sistema escalonado de aplicación, por lo que el impacto total se alcanzará sólo en el año 2018.Las estimaciones del Ejecutivo definen como una de las principales fuentes de los nuevos recursos las alzas impositivas a las empresas (de 20 a 25%); la eliminación de regímenes establecidos en la década del 80 como medios para incentivar la inversión, particularmente, el Fondo de Utilidad Tributaria, FUT, y el DL 600; el paso a un sistema de tributación devengada (se cobrará impuesto por el total de las utilidades de un ejercicio); y las normas contra la evasión y la elusión (0,52% del PIB), fijadas especialmente a través de un fortalecimiento del poder fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos y de Aduanas (también se solidariza este rol con entidades sectoriales, como las Superintendencias de Valores y Seguros y de Bancos e Instituciones Financieras y el Servicio Nacional de Geología y Minería).
La reforma se funda en cuatro objetivos principales: aumentar la carga tributaria para financiar con ingresos permanentes gastos permanentes y reducir el actual déficit fiscal; mejorar la distribución del ingreso, por la vía de la equidad tributaria; introducir incentivos al ahorro y a la inversión; y fijar un nuevo esfuerzo por disminuir la elusión y la evasión. Según los especificado por el Ejecutivo, los nuevos recursos del Estado se destinarán a financiar la reforma educacional (costo aproximado evaluado entre 1,5 y 2% del PIB); mejorar las políticas sociales (salud pública y pensiones del sistema solidario); y reducir el déficit estructural, fijándose como meta llegar a pleno equilibrio al 2018.
Reacciones
El Presidente de la Cámara, diputado Aldo Cornejo (DC), destacó el tenor del debate desarrollado en la Corporación y sostuvo que se harán los mayores esfuerzos para que en las próximas reformas estructurales que se han planteado en el programa del Gobierno, las propuestas legales se aprueben con la más amplia mayoría.
Recordó que la institución se comprometió a despachar el proyecto antes del 21 de mayo, no sólo para que fuera incorporado en el mensaje presidencial próximo, sino también porque es una reforma compleja que se espera entre en vigencia, idealmente, antes de la próxima discusión presupuestaria. Respecto de los posibles cambios que se efectúen en el Senado, dijo que se analizarán en su mérito.
El Ministro de Hacienda, Alberto Arenas, resaltó la buena noticia que significa para el país la aprobación y despacho de esta iniciativa legal en su primer trámite y agradeció el extenso, eficiente y arduo trabajo desarrollado en la Corporación. “A nombre de la Presidenta de la República, le agradezco a la Cámara de Diputados por estar a la altura. Agradezco a cada uno de los diputados que nos apoyaron, tanto en general como en particular, especialmente a los parlamentarios de la Nueva Mayoría, independientes y de oposición que en algunos de los artículos apoyaron esta reforma tributaria, que es necesaria para avanzar hacia un país que enfrente decididamente la desigualdad y sea más inclusivo”, afirmó.
El presidente de la Comisión de Hacienda, diputado Pablo Lorenzini (DC), efectuó un categórico emplazamiento al Senado, advirtiendo que “el lobby se hará presente” y que esperan que no caigan en sus redes, de modo de cumplir con el compromiso asumido por la Nueva Mayoría, de eliminar el FUT, aumentar los impuestos a las grandes empresas y combatir la evasión y la elusión. Recalcó que la rápida aprobación del proyecto se debe a que parte del presupuesto 2015 está contemplado con los dineros de la reforma.
Para el diputado Manuel Monsalve (PS), la aprobación del proyecto es un paso muy importante que da respuesta a las demandas ciudadanas. “Para que esos derechos sean efectivos, es importante entender que el Estado tiene que contar con los recursos. Esta reforma tributaria le va a permitir recaudar US$ 8.200 millones, de los cuales US$ 5.500 se van a ir a financiar la reforma educacional”, puntualizó, agregando que este objetivo también se compatibiliza con la meta de alcanzar una mayor equidad social.
Para el diputado Lautaro Carmona (PC), la reforma contribuirá a tener un país más equitativo. “No cabe duda que el tema de la concentración de la riqueza, la brecha de la desigualdad y los indicadores de pobreza, son temas económicos, pero antes son temas políticos, son temas de cómo se concibe el desarrollo y la integración de todos al crecimiento de un país”, precisó, subrayando que permitirá llevar a cabo la reforma educacional.
El diputado Pepe Auth (PPD) recalcó que en la votación quedaron despejadas todas las dudas e incertidumbres sobre una eventual división en la Nueva Mayoría y destacó que no solo se mostró consistente en todos sus votos, sino que además logró sumar en varias votaciones a independientes y miembros de la oposición. Asimismo, valoró que en esta reforma se eliminen los últimos retazos de la dictadura, esto es: el DL 600 y el FUT.
El diputado Ernesto Silva (UDI) lamentó que no se desarrollara un debate más profundo y dijo que espera que las observaciones formuladas al texto legal por parte de cuatro ex Ministros de Hacienda promuevan un cambio de actitud en el Ejecutivo, ad portas de la discusión en el Senado. “Se equivocaron tanto que van a tener que cambiar de actitud para la discusión en el Senado, porque el proyecto como está, aun cuando tengan los votos, es un mal proyecto”, sentenció.
El diputado Alejandro Santana (RN) también criticó la falta de apertura del Ejecutivo para aceptar propuestas de la oposición y los llamó a reconsiderar su postura durante el segundo trámite legislativo. Pidió, específicamente, que el alza del impuesto de timbres y estampilla se aplique sólo a las grandes empresas; que el margen de la exención tributaria del IVA en la construcción tenga como tope las 3000 UF y no las 2000 UF hoy planteadas; y que el IVA que grava a los bienes raíces en la industria inmobiliaria opere como crédito al impuesto a la renta para la clase media o baja.
El diputado Joaquín Godoy (Ind) manifestó su molestia tras la aprobación del proyecto y sostuvo que “ganó la intransigencia y perdieron los chilenos”. “Son los chilenos de la clase media, las pymes y los pequeños emprendedores los que van a pagar esta reforma tributaria. Y ese no es el objetivo que planteaba la Presidenta Bachelet. Ella planteaba que la iban a pagar los más ricos, los grandes empresarios. Ellos, finalmente, no son los que van a pagar esta reforma”, afirmó.