Existe un conocido dicho en inglés que hace referencia al poder de los poderosos: “Too big to fail”, es decir “Demasiado grande para quebrar” (*). En un artículo publicado en español en “Rebelión” (**) Éric Toussaint, doctor en ciencias políticas, experto en deudas del tercer mundo y prolífico autor de libros y artículos periodísticos de izquierda, utiliza un nuevo adagio derivado de aquél y que está de moda en medios anglosajones desde hace un par de años:
“TOO BIG TO JAIL”, es decir “DEMASIADO GRANDE PARA IR A LA CÁRCEL”
Toussaint le confiere a esta idea el carácter de doctrina. En la primera parte del trabajo el autor hace una lista “no exhaustiva” de los delitos que cometen los bancos como instituciones, lo que convierte a muchos banqueros en delincuentes:
Estafa organizada contra clientes, (pequeños) accionistas y accionariado público
Blanqueo de capitales procedentes del crimen organizado
Fraude fiscal a gran escala
Manipulación organizada de los mercados de cambio
Uso de documentación falsificada
Delitos por uso de información privilegiada
Destrucción de pruebas
Enriquecimiento abusivo
Manipulación organizada del mercado de los CDS (***)
Manipulación en el mercado de las commodities (****)
Complicidad en crímenes de guerra
El procurador general de EE.UU. dijo que si se acusa a las entidades bancarias que han cometido estos delitos, el hecho podría tener “consecuencias negativas para la economía nacional e incluso para la economía internacional”.
Resulta evidente que esta manera de pensar es lo que tiene consecuencias altamente nocivas para la sociedad y que lo que el procurador llama “economía nacional y economía internacional” es ni más ni menos que la economía del inmensamente poderoso sector financiero cuyas connivencias con políticos y gobiernos constituye una coraza de protección que permite el desarrollo de uno de los peores flagelos que azota al mundo globalizado contemporáneo.
Piénsese que uno solo de los delitos de la lista es motivo suficiente par condenar a penas severas a sus responsables. Los jerarcas dirigentes de los bancos y los cómplices que los amparan, cometen de manera sistemática y durante períodos muy prolongados varios de estos delitos en forma sucesiva o simultánea. Esta circunstancia permite deducir que si se aplicara la ley, miles de ellos deberían permanecer en la cárcel buena parte de sus vidas.
La democracia, el estado de derecho, la justicia social, la libertad y los derechos de las personas están limitados y distorsionados por esta situación.
Por otra parte, nadie puede negar la función social del crédito, indispensable en cualquier sistema económico para estimular el crecimiento y promover el progreso. Sin duda este es el motivo por el que subsisten la mayoría de las grandes entidades financieras a pesar de sus gravísimas y delictivas falencias actuales.
Cuando la ciudadanía reaccione eficientemente, se producirá la mayor revolución de nuestro tiempo. Esperemos que no sea demasiado tardía ni demasiado cruenta.
*) Puede traducirse también “para caer” o “para fallar”
**) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183915 (lectura recomendada)
***) credit default swap, permuta de incumplimiento crediticio
*Rodolfo Bassarsky (Desde Arenys de Mar, España) Argenpress Cultural)