Un total 26 iniciativas legales envió el pasado gobierno al Congreso pocos días antes de finalizar su periodo, lo cual aumentaba en un 81% el número de proyectos presentados en relación a igual fecha del año anterior. “Esto constata que en la recta final se privilegió el envío de proyectos de ley con escasa posibilidad de ser aprobados. En la lógica, que no es muy sana, del checklist”, sostuvo la directora ejecutiva de la Fundación Chile 21, María de los Ángeles Fernández.
Pero el gobierno de Piñera no envió proyectos de necesarios, como el acordado con los trabajadores portuarios para el pago del bono de colación. Según publica hoy La Tercera, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, dijo ayer que el gobierno saliente no sólo no envió el proyecto acordado sino que tampoco especificó.
En los cuatro años de gobierno, se han enviado 400 proyectos de ley al Congreso Nacional. De ellos, 204 se han convertido en ley; 20 están en espera de promulgación presidencial y 160 proyectos se encuentran en etapa de tramitación. Sólo 17 han sido rechazados o retirados por el Ejecutivo de la discusión en el Parlamento.
De este modo, de los 400 proyectos de ley del Ejecutivo, un 51% han sido aprobados y un 41% de ellos, aún se encuentran en trámite. Cabe consignar que de los 160 proyectos presentados y que se encuentran en el Congreso, un 32% están con urgencia calificada de suma.
“Un gobierno con minoría parlamentaria en ambas cámaras, que mande 400 proyectos de ley y saque como ley 200, y solo 17 sean rechazados, es la oposición más colaboradora de las últimas décadas”, dijo el ex ministro Francisco Vidal.
En tanto, el presidente honorario de Chile 21, Carlos Ominami, dijo que hay proyectos emblemáticos del gobierno de Sebastián Piñera, que su coalición no estuvo en condiciones de respaldar, “probablemente el Acuerdo de Vida en Pareja es uno”, dijo. “Y en segundo lugar, y es muy evidente con la llamada legislación exprés, que también se enviaron proyectos a sabiendas que el nivel de aprobación que esas iniciativas podían alcanzar eran bajos. Por tanto entonces, había una cierta pirotecnia legislativa que no era muy consistente con la posibilidad que esos proyectos sean efectivamente aprobados”.