La actividad económica está variando de parcial a completamente nublado. Los indicadores sectoriales del mes de enero parecen instalar con fuerza el pesimismo acerca de las condiciones económicas en las que asumirá la administración de la Presidenta Michelle Bachelet. El IMACEC de enero reflejará un bajo desempeño que variará entre el 1 y 2% de crecimiento, mientras que el empleo ya da muestras de agotamiento en materia de creación de empleo asalariado, señala el economista Hernán Frigolet.
La producción minera cayó más de 2%, como también se contrajo la producción manufacturera, cifras que se complementan con una fuerte contracción de 10% de las importaciones de bienes en el mes de enero con respecto a igual mes de 2013.
La demanda interna persiste en su desaceleración, especialmente en materia de inversión con el agravante de un ritmo declinante de los principales indicadores de consumo, que seguramente se contraerán en la medida que se confirma un valor de tipo de cambio en torno a los 550-560 pesos.
El menor crecimiento de la actividad y la menor importación afectarán la recaudación tributaria, reduciendo de paso la capacidad de ahorro fiscal en la medida que el modelo de gasto estructural supone que la ejecución fiscal de este año crecerá en torno al 4%, expansión insuficiente para contrapesar la desaceleración pasmosa de la actividad durante 2014.
El crecimiento esperado para el primer semestre de 2014 podría situarse en torno al 2,5%, para así sostener una hipótesis optimista de cierre del año con una expansión de 3,5%, y una más pesimista de 3%.