Noviembre 23, 2024

¿Falla moral del hombre o una falla del modelo neo liberal?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A propósito de un artículo anterior que escribí sobre la “corrupción en la acumulación de la riqueza”, existen algunas opiniones que sitúan el problema más en las elites que en una falla del modelo neo liberal. Si pudiéramos sintetizar todo esto en pocas palabras, tal vez sería como preguntarse si lo malo es el diablo o las leyes que creó el diablo. Cuando las personas hacen una distinción entre las fallas éticas de las elites, diferenciándolas del modelo neo liberal aplicado, es porque se ha logrado disolver la relación vinculante entre los creadores y su modelo económico, disolución en la cual se refugia el núcleo de este modelo neo liberal, para llamarse neutral, científico o universal.  

Usualmente no hacemos la conexión entre el origen de esta ideología con los dogmas del reformador francés Juan Calvino a partir del cual se  fue imponiendo un proyecto calvinista-ilustrado-anglosajón al resto del mundo, primero a través del imperio Británico y luego con Estados Unidos, con rasgos fanáticos religiosos donde se funde lo religioso con lo socioeconómico y lo político, para producir el “excepcionalismo” en una cultura que se supone de aplicación  universal para toda sociedad que se digne llamarse libre y democrática.  Entre los siglos XVI al XVII en Inglaterra, luego en G. Bretaña se interpreta la doctrina calvinista como un movimiento reformado denominado “puritanismo”, que crea una ciencia-religiosa desde su teología. Elaboraron una teología empírica, como reafirmará el propio Newton, donde su opción es hablar de Dios, fundamentado en la radical diferencia entre el saber humano y el saber divino. “A partir de los fenómenos como la teología química, y otras, Dios da a conocer los misterios de su reino, donde cada cual podría acceder a la experiencia que se da en el estudio de Dios, en sus obras”. Lo que resulta muy conveniente para formular su ideología.

 

“Y bien dice Espoz (2003) en tal sentido, que la Revolución Industrial será la consecuencia y/o comunicación de la cualidad caritativa de la ciencia. En el ambiente de los siglos XVII y XVIII, pletórico de espíritu puritano y de ambiciones comerciales, el Capitalismo Moderno se relacionó perfectamente con la pretensión religiosa de utilidad o de aplicación del saber difundida por aquel profeta de la tecnología que fuera Francis Bacon”.

 

“A partir de la filosofía moral naturalista-providencial, se elimina en Occidente la ética en tanto problema. El deber ser no será más una cuestión de incumbencia, capacidad o posibilidad de las personas. No puede ni tiene que serlo, dada la corrupción y malevolencia de la humanidad. Es exclusiva tarea de Dios. Por tanto, no hay nada que discutir en el ámbito moral. Los parámetros éticos no se deben establecer por un debate o consenso. Simplemente se describen desde la realidad. Son datos dados. He aquí los cimientos del moderno relativismo e individualismo moral, y del disfraz de tolerancia con el cual se ha vestido en la sociedad contemporánea, el desinterés por los demás.” Andrés Monares, (Reforma e Ilustración, Los teólogos que construyeron la modernidad, 2012).

 

Por estas fugas del pensamiento se escapa el neo liberalismo, la fe en un mundo predeterminado está la base de que la propiedad privada individual sea considerada un derecho otorgado por Dios. A. Smith refleja esa idea con claridad cuando dice, “Los ricos se hallan interesados en mantener aquel orden de cosas que sirve de manera eficaz para protegerlos en la posesión de sus privilegios (…) El gobierno civil, en cuanto instituido para asegurar la propiedad, se estableció realmente para defender al rico del pobre, o a quienes tienen alguna propiedad con los que no tienen ninguna” (Smith 2000: 632-633). De la misma manera, como lo fue antes y lo es hoy, la extrema desigualdad entre los ingresos entre unos y otros no es problema, es un hecho empírico independiente de los deseos humanos, porque corresponde al reflejo de un Dios infinitamente sabio y justo.

 

En los años 80, Ronald Reagan defendía la democracia apoyando las dictaduras criminales centroamericanas, George Bush invade Panamá con más de 3.000 muertos,  George W. Bush, hijo invade Irak ante el supuesto peligro de las armas de destrucción masiva. Vietnam, Corea, son más de 200 años de desencuentro y negación del otro por medio de las guerras. Arrasaron Irak, se adueñaron del petróleo sin importar la muerte violenta de más de un millón de personas. Es una dualidad esquizofrénica, que se sitúa en un discurso altruista, una especie de beneficio para la humanidad con la que guían e iluminan, pero a través de la práctica criminal de matar personas.

 

En 1776 el propio Thomas Jefferson escribió en la declaración de la independencia de EE UU, que todos los hombres son creados iguales y fueron dotados por su Creador de derechos inalienables, la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Jefferson no tuvo ningún problema ético para oponerse a la esclavitud, al mismo tiempo que en sus dominios tenía unos 200 esclavos, de los cuales liberó a menos de cinco.  Morgenthau, fundador de la escuela realista de relaciones internacionales, describe a Estados Unidos como “único entre las potencias pasadas y presentes, en cuanto tiene un propósito trascendente que debe defender y promover en todo el mundo: la instauración de la igualdad y la libertad.”

 

Desde la visión de Adam Smith, el hecho de que todas las relaciones sociales se llevan a cabo en base al “egoísmo”, las sociedades lejos de destruirse a sí misma se verían beneficiadas, y eso lo que él considera como camino al progreso. Pero existe un asunto clave para entender a A. Smith cuando dice, “Lo que es grato a nuestras facultades morales es justo, recto y apropiado que se haga, lo contrario es incorrecto…Las propias palabras, bien, mal, correcto, incorrecto, honroso, deshonroso, solo refieren lo que agrada o desagrada a dichas facultades” (Smith 1997:302). En el siglo XV, el filoso católico Giordano Bruno (1997) había denunciado la postura inmoral en que el protestantismo y los reformados dejaban al ser humano. No son ellos, sino el reflejo de Dios en sus actos. Por eso Noam Chomsky cuestiona el “excepcionalismo” de EE UU.

 

Detrás de esta argumentación, está negar al hombre en el conocimiento para establecer una moralidad que proviene de  Dios, y es ahí donde se encuentran  los indicios, las raíces, o la matriz en que se funda la ideología neo liberal, la misma que en el nombre de la libertad,  las de las elites, les permitió por ejemplo que en el 2007 emitieran tantos “CDO” como para inundar al mundo. Los “CDO” son los instrumentos financieros llamados “Obligaciones de Deuda Colaterizada” construidas con hipotecas y otras deudas de mala calidad.  Para garantizar dicha deuda, crearon  los “CDS” que llegaron a sumar el equivalente al 63% del PIB del planeta.  Los “CDS”, cuyo nombre en inglés es Credit Default Swaps, eran para el incumplimiento crediticio, permite al comprador, que son grandes corporaciones, bancos, etc., asegurar la deuda de los “CDO”, mediante una serie de pagos en el tiempo (primas) y el vendedor, que son grandes compañías, que emitan los certificados (CDS), que se comprometen a cubrir parte o el total del crédito asegurado en caso de que éste no sea cancelado.

 

El gran negocio consistió en que los bancos de inversión pagaban a las agencias calificadoras, Standard & Poor, Moody´s, Fitch, etc., certificaciones para lograr su mejor calificación para sus CDO, los que eran respaldados por los CDS, y formaron una descomunal especulación, donde los especuladores podían incluso comprar estos instrumentos de seguro,  apostando a que fallaría el negocio de los derivados (CDO), sin importar que ellos tuvieran  o no deuda que respaldar. Sabían cómo habían levantado la montaña de créditos de mala calidad y luego tomaron posiciones en los CDS a la espera que reventara la burbuja del crédito,  lo cual finalmente ocurrió.

 

Estamos nuevamente en una fase especulativa similar, algunos incluso la llaman ciclo, una especulación globalizada donde han vuelto a reinventar la ingeniería financiera para aplicarla en EE UU, en Europa, imitarla en China, en los países emergentes y diversos sectores con burbujas en el crédito, el mercado inmobiliario, en renta variable, incluso en el mercado de las monedas, donde cuatro grandes bancos controlan más del 50% del cambio de monedas en sólo dos plazas, Londres y Nueva York,  del orden de US$ 5,3 billones en un solo día de negociación.

 

Para estas personas, “La sublimación de la individualidad ética se fundamenta en la concepción de los sentimientos morales, en tanto una actitud interna de cada cual.” “Y que esos sentimientos morales son naturales. Eso significa que al proceder de Dios y responder a “su” plan realizado de forma providencial, estaría en coincidencia con la voluntad divina”, es decir, sus actos en la economía o las finanzas no encuentran cuestionamientos morales o de conciencia, en consecuencia, efectivamente existe una falla moral en quienes siguen esta ideología, y dicha carencia ética forma parte de la falla que se traslada al modelo neo liberal, una falla de “fábrica”. A. Smith es seguidor de Calvino, quien había expresado que “la razón limitada no es capaz de alcanzar las “cosas del cielo” y que entre esas cosas se encuentra la “regla de conformar nuestra vida” con la “divina voluntad”. (A. Monares)

 

Las emociones no son lo que corrientemente llamamos sentimientos, dice  H. Maturana, y agrega, “desde el punto biológico, lo que connotamos cuando hablamos de emociones son disposiciones corporales dinámicas que definen los distintos dominios de acción en que nos movemos, cuando uno cambia de emoción, cambia de dominio de acción. “La ética no tiene un fundamento racional sino uno emocional. De ahí que la argumentación racional no sirva”. ¿Cómo se aprende?: viviendo las acciones que constituyen al otro como un legitimo otro en la convivencia. Los seres humanos siempre estamos en la conversación, pero el lenguaje, como fenómeno, se da en el operar en coordinaciones de coordinacionesconductuales consensuales recurrentes. Y señala, “si uno se encuentra con otro, el otro lo puede escuchar a unosolamente en la medida en que uno acepta al otro; es que la aceptación del otro se da en la emoción y no en la razón. 

“No es que la emoción invite a desear algo. Uno se encuentra en el deseo o en el rechazo. El deseo aparece como algo que le sucede a uno en el vivir, aparece en el fluir que hay entre las coordinaciones de las coordinaciones conductuales del “lenguajear” y del emocionar entrelazados, ahí surge el deseo de saber sobre una determinada cosa”, dice H. Maturana. El lenguaje tiene que ver con coordinaciones de acción, pero no cualquier coordinación de acción, sino coordinaciones de acciones consensuales.  La científica cognitiva de la Universidad de Stanford, Lera Boroditsky  hace incluso una afirmación más audaz, “que el lenguaje ha dado forma a la mente”.

Y el lenguaje puede surgir solamente en una historia de coordinaciones consensuales y eso exige una convivencia en la aceptación mutua. Por eso la sana competencia no existe, porque se basa en la negación del otro, la competencia implica contradicción, un fenómeno cultural y humano, no constitutivo de lo biológico. La victoria es un fenómeno cultural que se constituye en la derrota del otro.

 

Crearon las transnacionales, globalizaron la competencia en la industria, la economía, las finanzas, etc. Lograron la victoria, la del  5 % de los más ricos que se están adueñando de todo, el derrotado es el resto del mundo. Y lo siguen haciendo mientras se avanza al descalabro, porque su pensamiento tiene una connotación divina que los impela a entregar  más dinero a la competencia especulativa, a la banca, a las grandes corporaciones, a las elites. Está en su génesis y lo harán hasta que la concentración económica termine por ahogar toda convivencia humana, una especie de falla cardiaca, que hace tabla rasa de la biología y del corazón del hombre para eliminar sistemáticamente la legítima aceptación del otro, impidiendo la construcción de un mundo mejor. 

 

Mario Briones R

 

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