Buenos Aires.- El jefe del gabinete argentino, Jorge Capitanich, denunció hoy que existe una conjunción de factores, con exponentes políticos, sindicales, sociales y económicos, visibles o invisibles, que promueven una estrategia de desestabilización para propiciar lo que no queremos: un ajuste de carácter social que genere exclusión y advirtió sobre una una acción sicológica de desestabilización permanente.
Bajo la mira de la prensa opositora, en una dura campaña contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, otros funcionarios, políticos, trabajadores y empresarios advirtieron sobre un proceso de desestabilización, mediante la construcción de la mentira diaria, como sostuvo la mandataria.
Capitanich advirtió que en un escenario de “atacar, atacar y atacar” el gobierno está “absolutamente solo luchando contra grupos económicos poderosos” que inciden para subir los precios, en referencia a sectores políticos que hacen silencio frente a esta situación.
Lamentó los ataques contra un gobierno que tiene una líder incluyente, mayoría en el Congreso, mayoría de los gobernadores, 17 entre propios y aliados, lo que implica tener un poder político consolidado y dijo que espera una propuesta de la oposición para resolver los problemas a los consumidores y trabajadores.
También se refirió a la especulación evidente de las patronales de cereal, que confiesan abiertamente retener toneladas de granos que no exportan esperando una mayor devaluación del peso argentino.
En las últimas horas el ministro de Agricultura, Carlos Casaquimela, recordó que los exportadores de granos tienen ocho millones de toneladas sin liquidar, lo que significan millones de divisas que no ingresan al país. El funcionario criticó a la dirigencia agropecuaria y a los exportadores por realizar una estrategia de especulación, al no vender su producción, con el objetivo de erosionar al gobierno.
Las cifras dan un alto nivel de ganancias a los productores del campo por lo que el Ministerio de Agricultua analiza que con el actual nivel de rentabilidad, si no liquidan a partir de marzo, es porque quieren una mayor devaluación o porque están pensando más en sus pretensiones políticas que en sus negocios.
La preocupación y las denuncias se multiplicaron después que el empresario periodístico Daniel Hadad declaró hace dos días que el círculo rojo habla de adelantar las elecciones y a pesar de que él no pertenece al gobierno actual sostuvo: creo que todos tenemos que aprender a respetar los mandatos aunque pensemos diferente.
El término círculo rojo fue acuñado por el derechista jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri cuando en septiembre del año pasado reveló la existencia de un grupo de personas que definió del ámbito del “hacer y del pensar” que buscaban conspirar y atentar contra el gobierno de Fernández de Kirchner.
Lo que agravó la situación en las últimas horas fue que el polémico ministro de Seguridad del gobierno capitalino, Guillermo Montenegro admitió públicamente que forma parte del círculo rojo junto con otra serie de políticos lo cual indica que este proyecto conspirativo está en acción. Además se conoce las relaciones de todos los involucrados con los militares y policías de la pasada dictadura y sus conexiones con los medios de comunicación privados, además de pertenecer fundaciones ligadas a servicios de inteligencia extranjeros, como Pensar.
Ante este panorama de presiones públicas y solapadas de poderosos sectores económicos y sus voceros políticos” para acentuar la devaluación del peso, es que aparecieron los referentes del mundo sindical, empresarial y de la política para alertar sobre un posible intento de desestabilización institucional detrás de los movimientos especulativos de los últimos días, como señaló el analista Sebastián Premici.
Estos advirtieron sobre los intentos de desestabilización para adelantar la elección de 2015, en una acción similar a la que obligó -mediante un golpe económico- al ex presidente Raúl Alfonsín a entregar anticipadamente en julio de 1989, el gobierno que en realidad debía asumir Carlos Menem en diciembre de ese mismo año”, señalaron algunos dirigentes gremiales
Desde la Confederación General Económica que ha declarado que no habrá una espiral inflacionaria , se dijo en estas horas que los especuladores “actúan con la cabeza escondida, contra el trabajo y la industrialización”.
El diputado nacional oficialista Edgardo De Petri advirtió que “si esos sectores “tuviesen el control del Congreso, estarían planteando la salida anticipada del poder”.
De Petri recordó que “en esta extorsión (para una mayor devaluación) hay bancos, exportadores, y algunos que se ofrecen a representarlos, se llamen Mauricio Macri o José Ignacio) de Mendiguren.
Buscan un cambio abrupto del modelo, forzando las viejas recetas: ajuste, megadevaluación, congelamiento salarial y endeudamiento”.
El Estado, dijo De Petri “no puede permitir que un grupo acorrale al resto. No hay que descartar el control estatal del comercio exterior en este contexto”.
Utilizando su cuenta de Twitter la presidenta lamentó las versiones sobre el silencio y la ausencia presidencial que usaron los medios opositores, en una campaña dura y persistente en los últimos tiempos. Comparó esta actitud con la falta de información y noticias sobre su participación en la Segunda Cumbre de la Celac, “a la que concurrieron más 30 mandatarios de la región, y sobre las tres reuniones bilaterales que mantuvo con los jefes de Estado de México, Venezuela y Uruguay.
Además, destacó que al regresar y cuando fue a un hospital por una inflamación que requiere tratamiento colocaron un título: catástrofe.
La mandataria señaló las permanentes contradicciones, donde la fustigan porque habla, pero también porque no habla y colocó varios de los titulares de los periódicos Clarín y La Nación.
Una de las referencias más notables fue el titular de Clarín el domingo pasado que decía Cristina pasa el fin de semana en La Habana’ cuando ella participaba en la cumbre de la Celac.
En tanto, el jefe del ejército, César Milani, declaró que las acusaciones en su contra por supuestos delitos de lesa humanidad durante la última dictadura son parte de una campaña en su contra y en contra de la presidenta Cristina Fernández y aseguró estar tranquilo.
Por supuesto que hay una campaña en contra mío, en contra de la presidenta, y han utilizado cualquier artimaña. No sólo políticos, legisladores, señaló Milani.