El Lobo de Wall Street es una película dirigida por Martín Scorsese y protagonizada por Leonardo Di Caprio, basada en el libro autobiográfico de Jordan R. Belfort, corredor de bolsa de Estados Unidos famoso en los años 90 por sus excesos en derroche, sexo y drogas. Jordan se volvió millonario con la venta de acciones de empresas pequeñas que hacía pasar como grandes oportunidades. También realizaba operaciones ilegales, lo que lo llevó a pisar la cárcel. Por su agresividad y desenfreno en los negocios y la vida en general, llegó a ser conocido como el “Lobo de Wall Street”.
La historia de este corredor adicto a la Metacualona, cocaína y al sexo, que llegara a emplear a más de 1000 corredores de bolsa y que participara en la emisión de nuevas acciones por valor de más de 1000 millones de dólares, es también una verídica ventana desde donde se puede apreciar el desenfreno de la competitividad financiera feroz en que la ética es simplemente irrelevante.
Fue así como se construyó el sueño americano de los 80 y 90, entre especulaciones y burbujas que enriquecían a demenciales operadores, y empobrecieron a continentes enteros. Es la intoxicación que produce el mundo del dinero en un grupo de pendejos adictos, hedonistas y cuyo poder alcanza para gobernar el mundo entero desde la ficción bursátil del imperio capitalista. Rescato una frase de las apasionadas y delirantes arengas que Jordan Belfort realizaba a sus corredores:
“No hay nobleza en la pobreza. He sido un hombre rico y un hombre pobre. Pero escojo la vida de rico a cada momento. Al menos como un hombre rico encaro mis problemas y los meto atrás en la limusina usando un traje de dos mil dólares y un reloj de cuatro mil. Si alguien aquí cree que soy superficial o materialista… ¡Ve a buscar trabajo en el maldito McDonalds! Porque ahí perteneces”
En la actualidad Jordan Belfort, luego de haber pasado 4 años en prisión y haber tenido que pagar 110, 4 millones de dólares en restituciones, se dedica a dictar cursos en los que enseña los métodos que lo hicieron un gran estafador, pero desde una óptica totalmente diferente. “Afortunadamente regresé a mis raíces y hoy entiendo que la mejor manera de ser exitoso en este negocio es ser ético. Entre más se es, mejor te va”, dice Belfort al iniciar una de sus famosas conferencias.
El Wall Street Criollo
Al ver esta película de 3 horas de duración, no pude evitar hacer comparaciones con nuestro flaco “Jaguar de Latinoamérica”. Y es que Chile fue el laboratorio de los teóricos del anarco capitalismo y de quienes se hicieron adictos al desenfreno de Wall Street. Sin ir más lejos, en nuestro país durante la dictadura, fuimos testigos de descarados casos de estafas al Estado que terminaron sin ningún preso y sin ninguna restitución económica.
Es más, en el último tiempo hemos visto casos como “La Polar”, “Operación Cascada” y la “Colusión de Farmacias”, protagonizados por ejecutivos y operadores financieros para quienes la ética, pasó a ser una anécdota infantil.
De los tres casos mencionados, sólo los ejecutivos del caso “La Polar” se exponen a condenas efectivas solicitadas por fiscalía. Los ejecutivos del caso “Farmacias” sólo recibieron clases de ética empresarial y fueron obligados a pagar $ 230 millones de pesos a organizaciones sin fines de lucro.
En tanto el caso “Cascada”, protagonizado por la empresa SQM del yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou, involucra 757 millones de dólares pertenecientes a pensiones de todos los chilenos y que podrían ir a pérdida debido a “transacciones irregulares”. En este caso, recién hace un mes atrás fue declarada admisible una querella presentada por AFP Habitat contra quienes resulten responsables por operaciones bursátiles irregulares.
Nuestro Lobo
Pero sin lugar a dudas, si tuviéramos que elegir a nuestro criollo “Lobo de Wall Street”, el papel lo ganaría por lejos, nuestro actual Presidente de la República. Y es que Sebastián Piñera posee un perfil psicológico y valórico similar al del corredor de bolsa personificado por Di Caprio: Ambición desenfrenada, adicción al juego y desconocimiento de la ética.
El año pasado y apropósito del cierre del penal Cordillera, el Mamo Contreras reconoció haber protegido a Piñera en el desfalco del Banco de Talca. Recordemos que el 28 de agosto de 1982 el entonces ministro Luis Correa Bulo declaró reo a Piñera y ordenó su arresto por fraude en contra del Banco de Talca e infracciones a la ley General de Bancos. Piñera salvó de ser detenido porque, advertido de la decisión judicial, opto por huir de la justicia y se mantuvo oculto durante 24 días. Recordar que el capital del Banco de Talca llegaba a 40 millones de dólares, mientras que los préstamos a entidades financieras ficticias llegaba a 250 millones de dólares. Recordar que el año 2009 Monica Madariaga reconocía haber intercedido “indebidamente” a favor de Piñera ante el ministro Correa Bulo a petición del ex ministro de la dictadura y hermano del actual Presidente, José Piñera. Recordar que Luis Correa Bulo confirmó haber recibido las presiones de Madariaga. Actualmente el expediente del caso “Banco de Talca” se encuentra extraviado.
Respecto a Piñera y el bullado ingreso de las tarjetas de crédito a Chile, hay poca claridad, mucho hermetismo y algo de especulación. La versión más popular sobre este caso dice que Piñera habría sido enviado por Ricardo Claro a Estados Unidos para investigar el negocio de las tarjetas de crédito. A su regreso a Chile, Piñera le habría dicho a Claro que el negocio no era recomendable, ya que no sería rentable en el mercado chileno, mientras en forma paralela nuestro “ Lobo de Sanhattan” realizaba las gestiones para traer las tarjetas a Chile, originando la rivalidad que mantuvieron por años Claro y Piñera.
Y así suma y sigue el voraz apetito del lobo chilensis. En 1994 Piñera compra el 16 % de la aerolínea LAN Chile a un estimado de 80 pesos la acción, mismas que en febrero del 2010 valían $8.800 cada una. En 1995 compra Ladeco cubriendo de esta manera todo el territorio de Chile y en 1999 crea su filial peruana LAN Perú. Ya a principios del 2009 controlaba el 85 % de los vuelos del país del Rimac ( ¿alguien aún tiene dudas de la estrategia cuerdas separadas instalada por Piñera en el caso de la Haya? )
Como Senador de la República, Piñera fue implicado en el caso Chispas, cuando de acusador, pasó a ser acusado por aprovechar su posición parlamentaria y obtener un precio mayor a los accionistas en la polémica venta de Enersis.
El año 2009 la Corte de Apelaciones emite una sanción contra el político- empresario por no abstenerse en la compra de papeles de la compañía aérea LAN, estando en conocimiento de sus estados financieros. O sea, se confirma que Piñera hizo uso de información privilegiada. El entonces candidato a la presidencia de Chile decidió no apelar y acató el pago de una multa de 360 millones de pesos.
La Hizo
A diferencia del protagonista de la película de Scorsese, nuestro “Lobo de Sanhattan” no cayó en manos de algún agudo y heroico investigador del FBI. A diferencia de lo sucedido con Jordan Belfort, el audaz Sebastián Piñera nunca pisó una cárcel y sus sanciones judiciales sólo se limitaron a pago de multas que nunca fueron portada de diario ni titular de noticiero alguno.
Muy por el contrario, la historia de nuestro lobo neoliberal, terminó como un final de cuento de hadas. Y es que Piñera a diferencia del “Lobo de Wall Street”, no sólo se dedicó a ganar millones de dólares en el casino bursátil a punta de irregularidades y faltas a la ética. Nuestro lobo ha sido protagonista de la política chilena. Fue Senador, dueño de un partido político, Presidente de Chile, terminará su mandato con 45% de aprobación ciudadana y de seguro se repostulará el 2017.
Al dejar La Moneda los chilenos no sabremos si nuestro lobo es más o menos rico que antes de ser electo Presidente, pues Piñera en su fideicomiso ciego, eligió no detallar sus inversiones. O sea, no podremos saber ni exigir información que devele si las decisiones tomadas bajo su administración, pudieron haber favorecido y engordado su patrimonio. Y como lo reconociera el mismísimo Ciper Chile respecto a esto “es difícil encontrar un argumento legal que lo justifique”.
De seguro el “Lobo de Sanhattan” terminará su mandato presidencial celebrando en alguna descomunal fiesta, animada por su hermano “papurri” y acompañado de sus leales amigos Hinzpeter, Mañalich y Cueto. Y de seguro su extasiado discurso dirá: “ una vez más la hicimos y que se jodan… el mundo es nuestro!!!”