En el frontis del edificio histórico del diario La Nación, ubicado en Agustinas 1269, el sindicato número 3, el Colegio de Periodistas y diversos dirigentes sociales y políticos se manifestaron para demandar la detención, paralización y suspensión del proceso de licitación del medio de comunicación fundado en 1917 por Eliodoro Yáñez y transformado en estatal en 1932.
A dos meses de terminar su mandato, el Presidente Sebastián Piñera puso en venta este medio de comunicación, iniciando su licitación pública a cargo de la empresa Claro y Asociados. El Estado es actualmente poseedor de un 69,26% del diario y, actualmente, buscan la total privatización de éste.
Este 16 de febrero cumplirá 97 años en la historia de Chile, siendo un patrimonio histórico del país que no tiene valor económico transable en el mercado. Según un comunicado, vender el diario impediría cualquier posibilidad de convertir a La Nación en un medio de comunicación público, regulado por un estatuto, autónomo, independiente, con su eje editorial orientado a cumplir con el derecho de información y pluralismo que las sociedades desarrolladas demandan del Estado.
De esta manera, lograr “ser un medio al servicio de los ciudadanos y no del gobierno de turno o de un grupo de interés político o económico”. Por esto, desde el punto de vista de estos periodistas el proceso de licitación del diario La Nación enajena en términos económicos un bien de todos los chilenos, sin resguardo de la conservación de su archivo, de su memoria como medio de comunicación ni como el registro de la historia de este país.
Nancy Arancibia, presidenta del Sindicato Nº3 del Área Periodística de La Nación, enfatizó en el hecho de que esta lucha data de marzo del 2010 o, incluso, mucho antes. Reiteró, junto a los diversos dirigentes sociales, la necesidad de que nuestro país tenga más y mejores medios de comunicación que sean más democráticos, más plurales, más diversos y menos concentrados.
También se emplazó a la recién electa, Michelle Bachelet, a pronunciarse para evitar que este diario sea vendido y convertido en “un portal de noticias de un supermercado, un banco o de cualquier grupo económico” como catalogaron los periodistas.