Posiblemente en los años de la guerra fría se daban órdenes a los ciudadanos…Debemos imaginarnos también que los militantes sectarios y chiquitos dicen por estas horas que hacer, que decir, como se debe escuchar y como marca el voto. Esos tiempos de órdenes han pasado hace ya bastantes decenios.
Los tiempos cambian, las personas intentan reconquistar sus derechos para que sean nuevamente ejercidos, proceso que no es gratis, nada cae del cielo. Los derechos se conquistan, hace muchos años la consigna era que la lucha daba lo que la ley niega, y tras esa prédica se lanzaron miles y finalmente el resultado no fue malo. La suma de esos proyectos de todos los descontentos que llegaron a la victoria, pero de eso han pasado más de cuarenta años, aunque siempre hay que mirar en el pasado, sencillamente porque allí están todas las demandas ya instaladas.
Los pueblos, sus ciudadanos, tiene el legítimo derecho a ejercer la voluntad íntima, pero decir que los que votan por la Nueva Mayoría y que marcarán su voto AC son inconsecuentes y pusilánimes es un error profundo. Eso significa que no se conoce la realidad, que se llegó a la política sin conocer la historia de la clase obrera y de los trabajadores. No conocemos los nombres de las mujeres embarazadas que fueron asesinadas por carabineros en la masacre de El Salvador en una huelga obrera, exigiendo pan, techo y abrigo. Eso sucedió en el gobierno de la DC siendo presidente Eduardo Frei.
Los pueblos dan saltos en política cuando se coluden para hacer avanzar las ruedas de la historia, y en ese proceso coinciden muchos, y sucede así porque el escenario es el más favorable y ha sido la consecuencia que trabajó para la acumulación de fuerzas. Los países en los cuales se han producido transformaciones sociales importantes y significativas, tienen muchos actores, líderes locales y nacionales. No todos eran/son de las corrientes de pensamiento único.
El Chile real, este país concreto donde son millones de obreros, tantos y tantos reponedores en los supermercados, de mujeres jóvenes en los Call Center, de vendedores de sopaipillas, de jóvenes egresados de la educación media convertidos en mano de obra barata, no todos son periodistas ni notables egresados de post grado, son ellos justamente los que exigen en silencio un futuro más digno.
Deberemos alegrarnos que un votante de la Nueva Mayoría marque su voto AC, y debe ser así porque significa que en la Nueva Constitución está instalándose también de forma profunda en las amplias mayorías. Ese votante no es un ignorante, es un ciudadano ejerciendo en pleno sus derechos, con el cual se encontraran en tiempos no lejanos exigiendo a las nuevas autoridades que eso es un asunto de los chilenos que quieren habitar y construir un Chile sencillamente más democrático.
No queda duda que si un chileno que marca su voto AC lo hace porque conoce que la de 1980 fue convocada, votada y aprobada sin registros electorales. Si un chileno marca AC lo hace porque sabe que en 1973 las Fuerzas Armadas quebraron la legalidad de la patria con el apoyo y aval de los Estados Unidos, y todo lo que de ellos provenga se encuentra en absoluta ilegalidad.
Todos los votos marcados AC están en este lado, en el lado del futuro y de los cambios. El sistema capitalista ha golpeado por decenios a millones de chilenos, coartando su derecho a la felicidad, pagándoles salarios de hambre, viviendo un país desbordado de injusticias, y si considera que eso es un aporte, pues bien, eso vale para la suma.
El que marca AC sabe que es un proceso representativo y democrático para una nueva constitución, no están lavando sus conciencias ni quedando frente a la historia. Posiblemente conoceremos los votos marcados AC, porque sus convocantes estarán en las mesas para contarlos, y también habrá otros solidarios dispuestos a brindar su apoyo.
Marcar AC es un acto de dignidad y justicia histórica al que hay que invitar a la mayor cantidad posible. En algunos programas presidenciales es parte de sus programas la Asamblea Constituyente para una Nueva Constitución, eso está bien, pero hay que rescatar a los que también lo manifiestas desde un programa diferente, que no es la vereda del frente, es la misma calle con los mismas apuros históricos.
Marque su voto AC y vaya a defenderlo, eso es un ejercicio republicano y verdaderamente democrático, aunque sea en estas precarias condiciones.