La reciente encuesta CEP, además de medir las preferencias netamente políticas, y en particular por los candidatos presidenciales, también realizó una encuesta sobre 12 propuestas tan diferentes como legalizar la marihuana, con un apoyo de 40%, asamblea constituyente 45%, hacer una reforma tributaria 67%, y Nacionalizar el cobre con un extraordinario apoyo del 83% de los encuestados.
Este reconfortante apoyo para nacionalizar el cobre es además transversal, y va más allá de las preferencias políticas, puesto que si bien el 88% de los que se identifican con la izquierda o centro izquierda apoyan esta propuesta, también lo hacen el 77% de los que tienen una posición política de derecha o centro derecha. Tan transversal es este apoyo a la nacionalización, que el 81% de las personas del nivel socioeconómico bajo apoya esta propuesta, pero también lo hace el 80% el nivel socioeconómico alto.
En función de la edad, el 88% de los jóvenes entre 25 y 34 años, y 84% de los jóvenes entre 18 y 24 años. No cabe duda que es el movimiento estudiantil del año 2011 que hizo crecer extraordinariamente el apoyo a la nacionalización del cobre, como una forma de financiar la educación gratuita, aunque este apoyo ya era importante anteriormente, puesto que el mismo año 2011, una encuesta realizada por el CERC, mostraba que el 67% de los chilenos estaba de acuerdo con nacionalizar las empresas de la gran minería. Y este apoyo también era homogéneo y transversal, puesto que el 74% de los que votan por la UDI estaba de acuerdo con la nacionalización, igual porcentaje que los que votan por el PS (74%) y solo ligeramente inferior a los que votan por el PC (76%).
Pasar en apenas dos años de un apoyo a la nacionalización del cobre del 67% al 83% de la población, es un salto cualitativo muy importante, y es indudable que en ello las luchas estudiantiles por una educación pública gratuita han influido en este espectacular repunte de la nacionalización. La encuesta CEP revela también que priorizar una educación universitaria gratuita es prioridad nacional al alcanzar el apoyo del 74% de la población. Si bien el apoyo a la educación gratuita el movimiento estudiantil lo ha logrado con muy impresionantes movilizaciones que han tenido una gran cobertura en la televisión y demás medios de comunicación, pero la espectacular toma de conciencia del pueblo chileno por la nacionalización, se ha logrado prácticamente sin ninguna presencia en la televisión y otros medios de comunicación, salvo precisamente la de los estudiantes que lograron levantar la consigna: nacionalización del cobre para financiar la educación gratuita.
¿Puede la nacionalización de la gran minería privada financiar la educación gratuita? No solo puede sino que sobrarían además miles de millones para la salud y la vivienda. Pensemos en esto. Hace 50 años gobernaba en Chile el último presidente elegido democráticamente, antes de la dictadura, don Jorge Alessandri, y en ese tiempo toda la educación en Chile era absolutamente gratuita, y con una educación universitaria muy superior en calidad a la que tenemos hoy, sin embargo, Chile producía en ese tiempo solo 0,5 millones de toneladas de cobre, y hoy producimos 5,5 millones, 11 veces más que hace 50 años. Entonces ahora los recursos sobran.
¿Cuáles son los recursos que podría captar el Fisco si se nacionaliza toda la actual minería extranjera? Saquemos las cuentas. Las empresas extranjeras producen hoy cerca de 4 millones de toneladas de cobre, que al precio promedio del año 2013 de US$ 3,35 la libra, equivale a US$ 29.500 millones de dólares, y como el costo máximo sería de US$ 1,2 la libra, la utilidad líquida o renta del recurso sería de US$ 19.000 millones. Eso es lo que se ganaría con la nacionalización de la gran minería privada.
Pero los recursos que puede aportar la nacionalización pueden ser aún muy superiores, puesto que en la actualidad Chile produce alrededor del 55% del cobre de mina que se comercializa en el mundo, porcentaje muy superior al que tienen los 11 países de la OPEP en el petróleo. Esto quiere decir que Chile puede fijar el precio de exportación de su cobre, y si lo fija en US$ 4 dólares la libra, la renta que aportaría la nacionalización de la gran minería privada sería de U$ 25.000 millones, y si el precio lo fijamos en US$ 5 la libra, los aportes al Fisco alcanzarían a US$ 33.000 millones, solamente tomando en cuenta el cobre. Pero además podríamos fundir y refinar la totalidad de la producción en Chile, creando miles de empleos calificados, y se recibiría por parte baja otros US$ 10.000 millones con la venta de todos los subproductos que hoy se llevan gratuitamente en los concentrados. Esto significa que Chile recibiría alrededor de US$ 43.000 millones todos los años, si nacionalizamos todas las actuales empresas de la gran minería.
Además es necesario considerar que estos cálculos lo estamos haciendo en base a las cifras oficiales de producción y exportación, sin considerar la evasión. Por ejemplo, pueden declarar que un barco se lleva 100 mil toneladas de concentrado, pero en realidad pueden llevar 120 mil o más toneladas. Declaran que el contenido de cobre del concentrado es de 32%, pero puede ser de 40%, y también sub declaran el oro, la plata, molibdeno y otros metales preciosos. Todo ello se terminaría, por lo que los beneficios de la nacionalización podrían aumentar considerablemente, mientras que ahora, el año 2012, estas mineras tributaron cerca de US$ 4.500 millones en total, sumando impuesto de primera categoría, impuesto adicional y el específico, más conocido como royalty. Es decir casi 10 veces menos que si estuviera todo nacionalizado.
Es fabuloso lo que la nacionalización de la gran minería puede aportar al país, y es por ello que es reconfortante que el 83% de nuestro pueblo apoye esta medida. Lo lamentable, es que un solo candidato presidencial, Marcel Claude, plantea la nacionalización en su programa presidencial, mientras que la Sra. Bachelet, no dice absolutamente una sola palabra sobre la nacionalización, y en su programa sobre la minería, no toca a la gran minería ni con el pétalo de una rosa. No asoma el más mínimo cambio tributario para la minería. Quien no quiera creerlo, ingrese a www.michelle.cl, abra el programa presidencial, y vaya a las páginas 72 y 73 donde se encuentra el programa sobre minería. Este programa en su totalidad es retórica sin medidas concretas, salvo que le van a bajar los impuestos a los más ricos de Chile, de 40 a 35%, eso sí está expresamente prometido en la reforma tributaria.
Con el actual apoyo de 83% de la población a la nacionalización del cobre y de 74% a la educación universitaria gratuita, es un claro indicio que las movilizaciones sociales se verán fortalecidas el próximo año 2014, porque en el programa de Michelle Bachelet, tampoco se contempla la educación universitaria pública gratuita.
Julián Alcayaga O.
Economista
Noviembre 2013