Los empresarios lo buscan por su inteligencia, sus contactos, su información y su habilidad para leer los escenarios de conflicto. Hace cinco años asesora a los controladores de Soquimich y CorpGroup que hoy atraviesan por crisis de tamaño mayor. Otros clientes de peso son los hermanos Luksic. Desde hace dos meses Blanco y Negro es parte de la cartera de Imaginacción. Y en el mundo concertacionista su peso específico es mayor.
Julio Ponce Lerou y Álvaro Saieh son, hoy por hoy, dos empresarios en problemas. A uno la Superintendencia de Valores y Seguros le formuló cinco cargos por ser el ideólogo de un esquema de compra y venta de acciones de las sociedades cascadas –controladoras de Soquimich– que le habría permitido obtener utilidades por $72 mil millones. El otro enfrenta una crisis gatillada por las millonarias deudas y mal desempeño de SMU, debe aportar US$ 300 millones a cadena supermercardista en diciembre y ha sido cuestionado por la triangulación de dineros desde CorpBanca y sus aseguradoras a SMU, a través de Fondos de Inversión Privados.
Ambos comparten un mismo asesor: Enrique Correa y su empresa Imaginacción, fundada en 1996, que posee distintas líneas de negocios, entre ellas, comunicación estratégica, asesoría legislativa, seguimiento de políticas públicas y lobby definido en su página web como “la representación de intereses legítimos de particulares ante las autoridades tomadoras de decisiones”.
Pese a ser la única firma que reconoce participar en el negocio del lobby, no informa en su sitio quiénes son sus clientes. “Hay contratos de confidencialidad que nos impiden hacerlo público, pero si la ley lo obligara sin duda lo haríamos”, afirma Carlos Correa, gerente de asuntos públicos de Imaginacción e hijo de Enrique Correa.
La relación con Ponce Lerou y Saieh está dada a través de las empresas que ambos controlan, Soquimich y CorpGroup, con las cuales Imaginacción posee contratos de asesoría que datan, al menos, desde hace cinco años. Pero una cosa es el servicio tradicional de comunicación estratégica –que implica tener a un profesional encargado de la cuenta que monitorea y se entiende con los medios– y otro, el papel que juega Enrique Correa. Ahí el ex ministro socialista, que fue seminarista, DC, Mapu, estuvo exiliado en Moscú y regresó clandestino a Chile, se transforma en un asesor político que puede guiarlos en la toma de decisiones, indicarles con quiénes deben reunirse, cómo mitigar riesgos en diversas materias, dónde tienen flancos abiertos. “No está en el día a día, sino para los temas estratégicos. Puede que no le hagan caso en todo, pero lo escuchan”, sostiene una fuente del mundo de las asesorías comunicacionales.
Al interior del grupo Saieh afirman que Correa mantiene una relación cercana con el empresario. Ponce ha destacado a su entorno más estrecho que cuenta con Correa como su “asesor político”. El diseño estratégico de la defensa de Ponce ha ampliado la atención del Caso Cascadas a otros actores, salpicando incluso al Presidente Sebastián Piñera, lo que ha restado presión sobre Ponce. El tema saltó al Senado, donde hoy, a las 9:30, están citados los superintendentes de Valores, Fernando Coloma, y de Pensiones, Solange Bernstein, para informar a la comisión de Trabajo las medidas que están tomando para resguardar los fondos previsionales de los trabajadores y garantizar transparencia y competencia en el mercado accionario donde operan las AFP.
Hasta ahora en la Superintendencia de Valores se preguntan cómo se filtró la formulación de cargos que permitió conocer la participación de LarrainVial, de su socio León Vial, de Banchile y su ex gerente de inversiones, Cristián Araya, en el esquema de compra y venta de acciones de Norte Grande, Oro Blanco, Calichera y las sociedades de Ponce.
Por su inteligencia, habilidad para leer los escenarios de conflicto, capacidad de articular acuerdos, prudencia y visión pro-empresa, Correa es muy respetado en el mundo de los negocios. Los empresarios lo buscan, porque tenerlo cerca suma. Es un antiguo asesor de la familia Luksic, “lo llaman Andrónico y Jean Paul, y Guillermo también lo consultaba, ellos son cercanos a Correa”, señalan en la industria. Otra fuente indica que el verdadero lazo de confianza y proximidad era con Guillermo y con los otros hermanos la relación es ahora más formal. Las compañías del grupo Luksic, eso sí, mantienen contratos de asesoría regular con otras firmas de comunicación estratégica. Correa también trabaja con Lázaro Calderón, gerente general de Ripley e hijo del socio controlador.
Entre sus clientes-empresas se cuentan la Asociación de Clínicas, Anatel, la Universidad Santo Tomás, Aguas Andina, Claro, el grupo Mall Plaza. En el pasado, las centrales Campiche y Castilla, Dicom y Cruz Verde durante la tramitación del proyecto de ley de venta de remedios en supermercados y comercios pequeños. Y, desde hace dos meses, Blanco y Negro, la concesionaria de Colo-Colo. También asesoró a Colliguay, la cuestionada sociedad de los privados que entró en 1991 a la propiedad de la Empresa Periodística La Nación y se opuso a su disolución. Le prestó servicios cuando, a comienzos del gobierno de Sebastián Piñera, este arremetió contra los privados en un conflicto que dura hasta hoy.
No son todos los clientes, por cierto. “Correa está en muchos más lugares de los que se lo ve”, afirma una fuente del mundo de los negocios
COOPERACION PÚBLICO-PRIVADA
El ex ministro también ha colaborado con el entorno más estrecho de Michelle Bachelet: prestó servicios de asesorías a los abogados de la ex directora de la Onemi, Carmen Fernández, y del ex subsecretario del Interior, Patricio Rosende, formalizados por cuasi delito de homicidio por la fiscal Solange Huerta, a raíz de las muertes provocadas por la falta de alerta de maremoto el 27 de febrero de 2010. Un asunto que tocaba sensiblemente a la ex Presidenta Michelle Bachelet –quien declaró en forma voluntaria en enero ante Huerta–, dada la dura pero infructuosa ofensiva que montaron La Moneda y el oficialismo en su contra con este caso. Un asunto no menor es que la asesoría fue ad honorem.
Aquella asesoría trascendió públicamente, lo que según un dirigente del PS no cayó bien en el partido ni en la ex mandataria. “Hubo molestia que lo publicitara tanto”, señala la fuente. La relación Bachelet-Correa –asegura– es menor hoy. Un diputado del PS precisa que, en todo caso, la distancia entre ambos ya no es tan grande como en la pasada elección de 2005, cuando Correa fue asesor de la DC Soledad Alvear en las primarias que finalmente no se realizaron porque esta última declinó su postulación. “Tiene menos bloqueo, al menos ya salió de la lista negra”, sostiene. Pero su peso específico en la Concertación es innegable. Luego de salir de sus respectivos cargos públicos, han encontrado cobijo en su oficina personeros como el ex director de la Secom, Juan Carvajal (PS) -quien aún mantiene relación laboral con Imaginacción–; el ex ministro de Obras Públicas de Lagos, Carlos Cruz; el DC Moisés Valenzuela (hombre del gutismo) y el ex diputado PPD Jorge Insunza, derrotado hace cuatro años, quien nuevamente compite por un escaño. Mientras negociaba en representación de su partido la planilla parlamentaria de la Nueva Mayoría, Insunza también fungía como jefe del área comunicaciones de Imaginacción.
Hay quienes ven en este ovallino que estudió Filosofía en la Universidad Católica a un hombre que quiere estar bien con todos, pero no siempre puede. Como asesor del Consejo Minero, que se oponía a la fijación de royalties, se vio obligado a renunciar al PS cuando la colectividad anunció que sancionaría a los parlamentarios que se opusieran al proyecto de ley. Estuvo fuera desde 2004 a 2009, cuando hizo las paces con Camilo Escalona, entonces presidente del PS, con quien nunca ha sido cercano, ya que pertenecen a distintos estancos del partido. Correa es de los llamados renovados que agrupa a los ex Mapu y ex Izquierda Cristiana, quienes han ido perdiendo fuerza en el Congreso. Escalona, a la Nueva Izquierda, aquellos socialistas de pura cepa que militan desde su juventud en el partido y son herederos de Clodomiro Almeyda.
Para Correa el dinero no es el fin. Vive en forma sencilla, posee un departamento en Galvarino Gallardo, en la comuna de Providencia, una casa en El Quisco, un auto antiguo. Lo suyo es el poder, la influencia que deriva de los puentes decisivos e invisibles entre la política y negocios, y viceversa.
Al interior del grupo Saieh afirman que Correa mantiene una relación cercana con el empresario. Ponce ha destacado a su entorno más estrecho que cuenta con Correa como su “asesor político”. El diseño estratégico de la defensa de Ponce ha ampliado la atención del Caso Cascadas a otros actores, salpicando incluso al Presidente Sebastián Piñera, lo que ha restado presión sobre Ponce.