Diciembre 14, 2024

No es una crisis

NO ES UNA CRISIS (2013), es un excelente y original dispositivo audiovisual, un “docu (mental) web”, de los realizadores franceses Fabien Benoit y Julien Malassigné con la producción de La Société des Apaches y el Centro Nacional de Cine Francés en conjunto con Mediapart, Courrier International y el diario on-line español, eldiario.es.

 

En él se desarrolla, con impecable factura, diseño y calidad de imágenes, un potente trayecto por los diferentes escenarios de la ciudad de Madrid asolada por la más grave crisis -¡qué duda cabe!- desde los tiempos de la Guerra Civil Española.

 

Una verdadera peregrinatio que pone el énfasis, especialmente, en el verdadero rostro de aquello que llaman crisis y en la denuncia ciudadana, junto a las diversas formas de resistencia que ésta ha experimentado.

 

Algo que queda totalmente reflejado en el título de este dispositivo, tomado, precisamente, de la dramaturgia callejera de las innumerables escenificaciones de la protesta que en este país adquirió la espectacular modalidad de la “acampada” en el centro neurálgico del país a partir de la histórica manifestación del 15 de mayo de 2011 en La Puerta del Sol de Madrid: “No es una crisis, es una estafa”.

Con ello, además, queda de manifiesto que España, desde un tiempo a la fecha, se ha convertido, para bien y para mal, en un genuino laboratorio de experimentación social. Algo que muy bien conocemos los chilenos y que explica gran parte de nuestra historia reciente (recomiendo ver La Spirale, un denso film documental de Armand Mattelart)

 

Pues, en efecto. Por un lado vemos nítidamente el laboratorio en donde se “cocina” arteramente la profundización del liberalismo económico más extremo –con su terapia de shock llamada eufemísticamente “austeridad”– ; y por otro, se advierte con la misma intensidad el laboratorio de las nuevas prácticas sociales (económicas y políticas) que ha puesto en marcha el neo movimientismo social a partir de iniciativas como el15M devenido derechamente en movimiento.

 

Finalmente, con NO ES UNA CRISIS hemos asistido, gracias al talento artístico y al compromiso social a la original documentación del comienzo de todo esto, sin dar ni un ápice de espacio a la duda, la distorsión ni a la mentira. No obstante, nos quedamos con la enorme inquietud y la incertidumbre respecto de la segunda parte de NO ES UNA CRISIS. Porque allí habrá de narrarse, seguramente, de igual modo, el epílogo, el cómo acabará toda esta historia. Algo, que muy probablemente, siendo enteramente optimista, ninguno de nosotros jamás llegará a ver. Ojalá me equivoque, y la revuelta nos –al menos- pille confesados.

 

Ver dispositivo completo en este link: http://noesunacrisis.com/es

 

 

 

 

 

 

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