México DF.- En entrevista con Clarín.cl Eduardo Contreras, abogado de derechos humanos y querellante en el Caso Neruda, analiza los plazos del expediente judicial: “Luego del cierre del sumario, al llegar el convencimiento de que el delito existe, el juez debe someter a proceso a los presuntos asesinos, dictar el acto acusatorio -en este caso al doctor Sergio Draper-, hay un plazo para que los querellantes se adhieran a la acusación y busquen acción civil –en este caso le correspondería a la familia de Neruda-, estamos teorizando, después comenzaría la parte plenaria que es pública. Es muy difícil predecir el tiempo que estará abierta la causa, pueden ser 2 o 3 años”. De visita en México el abogado chileno adelanta: “Habrá nuevas investigaciones, por parte del equipo que nos asesora: el prestigiado doctor Cristian Orrego, la doctora Gloria Ramírez, el doctor Ramiro Espejo y otros expertos que han ofrecido sus servicios desde Suiza, Suecia, Canadá y Austria; del panel de expertos surgió la idea de enviar contramuestras a laboratorios de Austria y Suiza”.
MC.- Después del Homenaje a Neruda en el Palacio de Medicina de la UNAM, y de conversar con la prensa mexicana sobre la investigación judicial para esclarecer la muerte del poeta, ¿cuáles serían las conclusiones de tu viaje a México?
EC.- Percibí de una forma personal y directa la emoción de que todo sigue vivo, que es el mismo México que amamos –después de vivir 10 años del exilio aquí-, que mantenemos intacta la relación con los entrañables amigos mexicanos –muy vinculados a la causa chilena-, me di cuenta que el interés por la poesía de Neruda continúa vigente, se corresponde con el amor profundo de Pablo Neruda por México; desde joven, Neruda consideraba a López Velarde como el padre del modernismo –por encima de Rubén Darío-, por Pablo Neruda escuché por primera vez hablar del poeta mexicano Ramón López Velarde, después comprendí el significado de la Quinta Michoacán en Santiago; uno de los primeros actos políticos de mi exilio –en 1978- fue en la provincia de Michoacán, y varios maestros me abordaron para hablarme de Neruda y en cualquier lugar de México recogía el recuerdo vivo del poeta, en México he compartido tribuna con el embajador Gonzalo Martínez Corbalá y el poeta Hugo Gutiérrez Vega para hablar de la trayectoria Neruda. Yo no puedo pretender decir que fui amigo de Pablo Neruda, pero sí tuve el privilegio de conversar muchas veces con él, visitó la provincia de Chillán, proclamó dos veces mi candidatura en las campañas políticas del Partido Comunista, haciendo un enorme esfuerzo Pablo viajó a Chillán.
MC.- Neruda murió la noche del 23 de septiembre de 1973, en la víspera del viaje a México, ¿cómo describirías, 40 años después, el interés de la prensa mexicana por la investigación judicial y forense del Caso Neruda?
EC.- Neruda claramente forma parte de México, eso explica que el lunes 24 de septiembre debía viajar a México con Gonzalo Martínez Corbalá, para ser un activo dirigente de la oposición a la dictadura. Me ha sorprendido el manejo de la información, a veces conocen mejor los antecedentes que en Chile, los periodistas mexicanos están muy enterados de los acontecimientos, de los tratamientos médicos de Neruda, lo que revela que la prensa mexicana –en especial Proceso y La Jornada– ha colaborado seriamente en difundir la información del Caso Neruda. Las preguntas me revelan que el periodista mexicano no desconoce los detalles de la investigación, han sido preguntas incisivas, la duda instalada por el juicio que busca esclarecer la verdad. Por cierto, nosotros aceptaremos el veredicto, no se trata de inventar ni falsear la historia. Hasta ahora los antecedentes del proceso conducen a sostener con más fuerza la intervención de terceros en la muerte de Neruda –independientemente de la gravedad del cáncer-, ese punto está en el centro de las preguntas que recibí en México.
MC.- Estamos a la espera de los resultados de toxicología, ¿en qué punto se encuentra la investigación judicial?, ¿cuándo cerrarán el plazo para llamar a los testigos?
EC.- Por la fecha en la que se había cometido el asesinato, 1973, le es aplicable el viejo Código penal de Chile, no puede caber la reforma judicial de los últimos años que lo haría un proceso público y más breve. Antes se distinguían por dos partes: los procesos no tenían plazo, la parte investigativa -protegida por el secreto sumario- está a cargo de una misma persona: el juez investiga, procesa y condena, en este caso el juez Mario Carroza tiene todo el tiempo del mundo, no hay límite de plazo. El Caso Neruda sigue estando en la parte investigativa –que además es secreta-, lo que hemos podido conocer ha sido gracias a los trabajos periodísticos, pero la idea dominante en Chile y en otros países del mundo es que los procesos judiciales no pueden ser secretos, si bien es cierto que la ley aplicable al procedimiento penal impone el secreto sumario, nadie hace un escándalo si alguna información se hace pública, porque sería absurdo en el juicio para esclarecer la muerte de un poeta tan importante. Por lo tanto tenemos un margen de tolerancia real; en otro momento yo mismo puedo ser acusado por las declaraciones que te doy, en el año 2000 escribí un libro sobre el juicio a Pinochet revelando información del sumario y el juez me lo insinuó, pude haber sido sancionado con razón legal por violar el secreto del sumario.
Luego del cierre del sumario, al llegar el convencimiento de que el delito existe, el juez debe someter a proceso a los presuntos asesinos, dictar el acto acusatorio -en este caso al doctor Sergio Draper-, hay un plazo para que los querellantes se adhieran a la acusación y busquen acción civil –en este caso le correspondería a la familia de Neruda, al abogado Rodolfo Reyes-, estamos teorizando, después comenzaría la parte plenaria que es pública. Es muy difícil predecir el tiempo que estará abierta la causa, pueden ser 2 o 3 años. Había un elemento importante que no es conocido, a partir de la conmoción por los 40 años del golpe, por primera vez la Corte Suprema hizo un mea culpa, el Poder Judicial dijo que en Chile hubo una dictadura militar y agregó: “los tribunales no estuvieron a la altura de sus deberes”, esta declaración fue requerida por la Asociación Nacional de Magistrados a la Corte Suprema, también dieron señales positivas al acceder por primera vez –después de años de peticiones- a dedicar en tiempo exclusivo a los jueces que llevan causas de derechos humanos en Chile, el juez que lleva más casos es Mario Carroza, eso explica la demora de tu pregunta inicial, en estos juicios de derechos humanos el juez solía ejercer en las materias normales, formar parte de los tribunales y cuando le sobraba tiempo podía dedicarse a las causas de violaciones a los derechos humanos. Eso no se sostenía, a partir de ahora, de septiembre, el juez Mario Carroza podrá dedicarse exclusivamente a los juicios en defensa de los derechos humanos, pensamos que andaremos más rápido, piensa Mario que desde 1998 –cuando presentamos la primera querella contra Pinochet en Chile- hasta el día de hoy los imputados siguen sin sentencia definitiva.
MC- ¿Y cuándo se definirán los plazos de la investigación forense?
EC.- Sabemos por el Servicio Médico Legal que esperan los resultados en octubre, primero se realizaron los exámenes en la Universidad de Carolina del Norte y después en la Universidad de Murcia, llegarán en ese orden. Paralelamente estarán listos los resultados del ADN para confirmar si los huesos corresponden a Pablo Neruda, las muestras se tomaron la semana pasada con los sobrinos directos del poeta, no deberían demorar tres meses, por los adelantos de la medicina forense. Ahora habrá nuevas investigaciones, por parte del equipo que nos asesora: el prestigiado doctor Cristian Orrego (de la Universidad de Berkeley), la doctora Gloria Ramírez, el doctor Ramiro Espejo y otros expertos que han ofrecido sus servicios desde Suiza, Suecia, Canadá y Austria; la perita formal, aceptada por el juez, es Gloria Ramírez –trabaja con nosotros y con el abogado Rodolfo Reyes-, del panel de expertos surgió la idea de enviar contramuestras a laboratorios de Austria y Suiza. Yo no podría darte la certeza del tiempo que tardaremos en cerrar la investigación forense para determinar si es posible o no encontrar substancias en las muestras óseas de Neruda, porque en paralelo apareció en Chile la declaración de la directora del Instituto de Salud Pública admitiendo la existencia de toxinas botulínicas durante la dictadura, también sabemos que puede tratarse de la propia Dipirona –medicamento que aceptó haber inyectado el doctor Sergio Draper-, el día que hablé en el Palacio de Medicina se me acercó un catedrático de la UNAM para hacerme una exposición teórica de que efectivamente pudieron utilizar medicamentos para disimular el asesinato –como la Dipirona o la Dolopirona– que inyectados en cierta cantidad son letales y que perfectamente no aparecer, o no indicar la dosis en los laboratorios forenses.
MC.- Ante las contradicciones y la obstrucción de la justicia cometida por el doctor Sergio Draper, ¿cuándo presentarás la solicitud formal para cambiar su estatus de testigo al de presunto responsable?
EC.- El vínculo es el siguiente: el Artículo 274, del Código de procedimientos penales vigente en 1973, establece que para procesar a alguien se deben cumplir los siguientes requisitos: el juez debe interrogar a la persona implicada, eso está cumplido, el doctor Draper y las enfermeras ya declararon; segundo: que existan presunciones fundadas de su participación en el hecho delictual, deben ser presunciones contundentes, serias, concordantes y múltiples, también existen en el expediente judicial; y el tercer requisito: acreditar la existencia del delito, lo único acreditado es que Neruda murió, legalmente murió de Caquexia cancerosa (desnutrición extrema), no hemos revertido esa causa, yo me temo que si la ciencia médica no es capaz de demostrar que hay substancias ajenas a la enfermedad de Neruda que pudieron causar su muerte, entonces el proceso judicial podría cumplir una función pedagógica, ética, moral y política, pero no llegaríamos a tener condenados si no cumplimos el tercer requisito: haber comprobado la existencia del delito, ¿cómo demostrar el asesinato si el certificado de defunción dice otra cosa?, sólo con la evidencia, con los testigos, o hasta con la ridículo hecho de Sergio Draper al haber inventado al “doctor Price”, el “médico” que supuestamente levantó las sábanas del cadáver de Neruda para mostrarle a la viuda Matilde Urrutia que no había golpes o marcas de una inyección. Está la conexión de Draper y otros médicos de la Clínica Santa María en la Colonia Dignidad, pero si a pesar de toda la evidencia no podemos acreditar la existencia del delito, estamos frente a una situación jurídicamente compleja que conocíamos desde el comienzo, el riesgo valió la pena porque hemos descubierto cosas que jamás se hubieran estudiado si la revista Proceso no hubiera encendido la luz roja.
MC.- De acuerdo al procedimiento vigente en 1973, ¿existe la posibilidad de un careo ante el polígrafo entre Manuel Araya y Sergio Draper?
EC.- Absolutamente, la dirigencia de los careos se harán, debemos confrontar las contradicciones entre las enfermeras y los médicos de la Clínica Santa María. Estamos en la fase investigativa aquí caben las declaraciones de los testigos, las pericias y si podemos utilizar la técnica del polígrafo lo haremos, todo lo que sea permisible al código penal.
MC.- ¿En qué terminó la diligencia en Francia?, ¿el Hospital Cochin entregó los expedientes de las dos operaciones que le realizaron a Neruda?
EC.- Hasta ahora no hay respuesta, sigue pendiente la línea de investigación francesa. Quiero precisarte algo, las pericias podrían tener un desenlace distinto, favorable a nosotros, si ocurre algo improbable: con el conjunto de evidencia en su contra Sergio Draper podría confesar y decir: “efectivamente le ordené a la enfermera una sobredosis de Dipirona, o la aplicación de una substancia no prescrita por Vargas Salazar”, no olvides que la Clínica Santa María estaba intervenida militarmente; precisamente el abogado Rodolfo Reyes encontró el Decreto Ley No. 20, sobre la reorganización del Servicio Nacional de Salud y al Servicio Médico Nacional de Empleados (data del 19 de septiembre de 1973), por eso citaremos a la autoridad militar de la época, para que vengan a declarar, ha ocurrido en la historia chilena, que no se puede probar pericialmente el hecho, pero los autores materiales confesaron. La confesión penal por sí sola no basta para condenar a nadie, pero si esa confesión va acompañada por toda la evidencia y los testimonios que ya tenemos sí podría haber un procesado.
MC.- Finalmente, la Fundación Neruda tenía un vínculo bursátil con el pinochetista Ricardo Claro, han falsificado deliberadamente libros del poeta, y se niegan a cumplir la voluntad testamentaria de “Cantalao”. ¿Qué podrían hacer los abogados del Partido Comunista en defensa del legado de su compañero Pablo Neruda?
EC.- Hasta ahora he conversado con el abogado Pedro Piña sobre su inquietud, estamos estudiando y discutiendo el tema del legado de Neruda. Comparto el interés del abogado Pedro Piña por estudiar el testamento de Pablo Neruda y compararlo con los estatutos de la actual Fundación Neruda, para ver qué podemos hacer efectivamente frente a la actuación de la Fundación Neruda que cada vez es peor, hemos estado en Isla Negra conversando con el Sindicato de Trabajadores de las Casas Museos, han sufrido la actuación desmedida, prepotente y comercializadora de los directivos de la Fundación, ajena por completo a los ideales que defendía Pablo Neruda; hay que intervenir para impedir que se sigan desarrollando las injusticias. Sé que en la Fundación Neruda trabajan algunos intelectuales que respeto, pero no conocen la realidad de la Fundación, son los mismos intelectuales que me llamaron por teléfono para pedirme que no interpusiera la querella por la muerte de Neruda -en mayo de 2011-, tal vez ahora piensan distinto ante los antecedentes que hemos presentado, estoy seguro que las personas honestas cambiarán de opinión cuando estudien el expediente judicial, pero más allá de los intelectuales, los directivos de la Fundación no son respetables, tendremos que marcarles un alto, y por suerte está con nosotros el abogado Rodolfo Reyes, sobrino directo de Neruda.