Diciembre 6, 2024

Penal Cordillera lleno de culpas

10 ovejas pastaron gratis en el fundo del Estado. Un lugar de veraneo en cuyo recinto no habían penas sino que culpas. El bocadillo de la mentira, o mejor dicho la verja abierta para protejer los “Terminator” de una parte del pueblo por el hecho de no pensar como ellos

 

Todo la verdad se enloda con un nombre: Centro Penitenciario Cordillera. Se puede cambiar la fantasía, otros las destruyen, los más sucios la exterminan para llegar al punto de partida: invención.

 

Hoy se piensa remodelar el fundo estatal. Sus paredes , llenas de fantasmas alucinan hasta al más ateo porque, diga lo que se diga, cada “terminator” rayó sus muertos en las paredes de las cabañas.

 

El ministerio de Justicia lo sabe y busca transformar un lugar de culpas en guardería infantil.

Eso es pura apariencia, abstracción o inspiración para empantanar los errores judiciales.

Por los pasillos del poder judicial danzan alternativas tipo prisión, pero nunca se llega al delirio para construír un centro de formación profesional en favor de los reclusos chilenos que nunca lograron ir a una escuela.

 

Muchas veces se ha empapelado los recintos carcelarios con decretos y cuentos de novela pero nunca se ha salpicado una teoría para mejorar el mal de Chile.

 

Fanfarronadas de un sistema que funciona de guapeza pero no tiene el orgullo de superar su diario vivir de engaño.

 

Toda idea puede ser admirada si ella lograra transformarse en leyenda pero, lamentablemente los tiempos de hoy son fardos llenos de falsedades.

 

Muchas veces nos preguntamos si un Presidente de Chile es elegido para firmar decretos o para cambiar la suerte de un país sometido a una opresión de consumo.

 

Se construyen centros carcelarios y no hospitales, se autorizan alcantarillados de oro para los “suertudos” pero no se va más allá de los fantasmas que pululan las cabañas del penal.

 

Falta Orientación. El gobierno de hoy tiene pocos días y no logra encontrar uno solución para el cierre de una novela manchada de sangre.

 

En fin, los terrenos de Cordillera se encuentran a disposición de aquellas que se interesan en sepultar un pasado amargo pero con la condición que sirvan como lugar represivo pero nunca como un terreno activo que logre entregar cerficados profesionales para un pueblo hambriento de aprender.

 

Leyendo un informe elaborado por la fiscal de la Corte Suprema, sra, Mónica Maldonado, asegura que el lugar “cuenta con “cinco cabañas que tienen servicios higiénicos, duchas, agua caliente, luz natural, buena ventilación”. Eso, además de instalaciones deportivas y áreas verdes, y donde no había celdas de castigo construidas”.

 

Pues ahora ¿qué esperamos para construir ciudadanos y no prisioneros?

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