Diciembre 5, 2024

Ante los límites, los nuevos desafíos: Posición del PC argentino

Hoy resulta cada vez más evidente que la cuestión imperialista no sólo es un asunto externo, que opera desde afuera, sino que opera también desde el interior de nuestra región y tiene personeros que trabajan incansablemente en cada uno de nuestros países. Se hacen evidentes, y pueden manifestarse con más fuerza aún, los límites de algunos de estos procesos, que tienen que ver con sus ideologías, con su carácter de clase, con el apego que demuestran en la defensa del capitalismo al que buscan matizar como «serio» o «humano».

 

La actual situación presenta serias dificultades y, como revolucionarios, es bueno que nos preparemos para enfrentar estadios aun más delicados. Reafirmamos que de este momento el gobierno no puede salir debilitando su voluntad de avance y menos aun cediendo a las presiones de la derecha.

La disyuntiva entre radicalización de los procesos en marcha o restauración neoliberal toma cada vez más fuerza. Lo realizado en estos años, que hemos valorado sin medias tintas, como la política de retenciones, la recuperación del sistema de reparto o medidas como la AUH o el restablecimiento de las paritarias y sobre todo la política internacional de integración regional, ofenden y preocupan profundamente a la derecha y al imperio.

En diversas ocasiones hemos advertido sobre lo peligroso y lo inadecuado que resultaba menospreciar la capacidad de la derecha, más allá de la manifiesta impotencia de sus referentes políticos más visibles, para conformar una representación unificada de la oposición.

La jugada de Massa, alentada alevosamente por los grandes medios de comunicación y con el claro aval de la embajada norteamericana, se presenta en la provincia de Buenos Aires como el ariete a partir del cual el establishment piensa que logrará torcer el rumbo de los acontecimientos en 2015.

En este sentido, una reflexión especial merecen los sectores que, procediendo de tradiciones de izquierda, se han enredado en la política burguesa que plantea sólo la dicotomía: oficialismo-oposición. Siguiendo esta lógica, presos de un coyunturalismo  electoralista, han terminado aliados a la derecha como quedó demostrado con su presencia en el Monumento de los españoles en momentos del debate por la 125, y hoy se manifiesta en el armado de alianzas parlamentarias y electorales inimaginables hace unos años.

El impacto de esta política hace que aquellos que buscan presentarse como centroizquierda (Unen, FAP) representen en realidad, en sus políticas concretas, a la centroderecha, y esto no es casual, ya que
tras la defección de estos espacios políticos en Europa, donde de periferia de la izquierda se han transformado en periferia de la derecha, solo pueden reproducir este deterioro con signos de decadencia en nuestro continente.

Convencidos de que la tarea de los comunistas en  nuestro país, y en toda Nuestra América, pasa por ser parte de los distintos procesos que tienden a la emancipación de nuestros pueblos brindando nuestro decidido apoyo, levantando nuestras propuestas y librando todos los debates necesarios para el cumplimiento de los objetivos de liberación, valoramos el mensaje de la Presidenta y sus definiciones en el sentido de la necesidad de unidad y organización para el empoderamiento de los sectores populares.

 

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