Septiembre 20, 2024

Clarín sigue junto al pueblo y el pueblo sigue junto a Clarín

El 11 de Septiembre del 2013 apareció el diario Clarín, después de 40 años de clausura. 40 años en que sufrieron los horrores de la Dictadura: el usurpamiento de su edificio ubicado en la esquina de Alonso Ovalle con Zenteno. Ahí se instalarían en Septiembre del 73, la redacción y las oficinas. Este edificio y la máquina, una rotativa Goss, que ya estaba instalada en su sótano, fueron incautados por el ejército, lo que hasta el día de hoy no han sido devueltos. ¿Qué dice el actual comandante jefe del ejército?

Cuando ví, que junto al logotipo de su nombre, aparece el histórico slogan: Firme junto al pueblo, y abajo la fecha año 19, nº6923, no pude dejar de recordar a ese valiente cura español Frai Luis de León, que fue uno de los mejores poetas el renacimiento, y que siendo profesor en la universidad de Salamanca, fue tomado prisionero por el sólo hecho de haber traducido la Biblia al Español. Después de largos años de prisión, la inquisición lo dejó en libertad, y volvió a sus clases en la universidad, y lo primero que dijo a sus alumnos fue: “Heri Dicebamus” (Decíamos ayer). Hizo un paréntesis, en el día que lo tomaron prisionero y el día que volvió a sus clases, igual como El Clarín, que del lejano nº6922, aterrizó este año, en el nº6923, como si el horror de la Dictadura hubiera quedado atrás.

¡Bienvenido Clarín al corazón del pueblo de Chile, Bienvenido a los viejos que aún estamos vivos y podemos tenerlo en nuestras manos, y Bienvenido a los jóvenes que tendrán un fidedigno relato de lo que pasó el 73 y en estos 40 años, tanto en la Dictadura como en la Concertación!. Por favor, léanlo y consérvenlo, porque vale la pena decir las cosas “pan pan, vino vino”. No saben cómo me arrepiento de haber tenido que quemar, el número 6921 que yo tenía en mi casa. Se fue junto a la única foto que estoy del brazo junto al presidente Allende y mi difunto esposo, en una proclamación que tuvo lugar en el Sindicato de Taxistas de Santiago.

Y por supuesto, que el Ejército y el Estado de Chile, paguen la indemnización que le deben y les han robado durante 40 años.

Zulema Sepúlveda González.
Profesora jubilada.
Santiago Centro.

 

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