El presidente de EEUU, Barack Obama, se ha dirigido a la nación para rendir cuentas sobre
sus planes para responder al presunto empleo de armas químicas por parte del Ejército sirio , que según diversas filtraciones se traducirán en dos o tres días de bombardeos con misiles de crucero contra objetivos estratégicos en Damasco.
Tras lo que calificó como “el peor ataque con armas químicas del siglo XXI”, cometido en un barrio de Damasco “densamente poblado”, que causó unos 1.500 muertos,”cientos de ellos niños”, el presidente afirmó que “Estados Unidos debe tomar una acción militar” contra Siria para impedir no sólo que esa acción se vuelva a repetir, sino las amenazas que puede suponer para los aliados de Washington en Oriente Próximo, así como para evitar el peligro de que ese tipo de armamento caiga en manos de grupos terroristas internacionales.
Tras hacer un dramático relato de los efectos del ataque con armas químicas, y recordar las imágenes de los vídeos que han recorrido el mundo, Obama proclamó, con tono y rostro severos: “No haremos oídos sordos ante esos hechos (…) He decidido que los Estados Unidos tienen que actuar”.
Sin embargo, Obama hizo hincapié en que ha decidido pedir la autorización del Congreso, en base a la supuesta amenaza que Siria supone para la seguridad nacional de EEUU, antes de dar la orden de ataque, “que puede ser mañana, o dentro de una semana o de un mes”, y subrayó su promesa de que la operación no será ilimitada (tendrá fechas de comienzo y de final) ni incluirá el envío de soldados norteamericanos sobre el terreno.
Obama decidió hacer una solemne declaración al país sobre Siria, desde la rosaleda de la Casa Blanca, para explicar los motivos que le llevan a emprender acciones militares contra el régimen de Damasco, aunque tal como adelantaron poco antes fuentes de la Casa Blanca a la CNN, no pensaba todavía anunciar en esa declaración una “inminente” operación militar, ni sus opciones, sino sólo la fase en que se encuentra el proceso de decisión.
La declaración se produjo en la tarde del sábado, después de que Obama apuntara el viernes que está decidido a llevar a cabo una acción militar “limitada” en Siria tras haber dado por probado que fue el régimen de Bachar al Asad el responsable del ataque con armas químicas en la periferia de Damasco del pasado 21 de agosto.
El objetivo de su declaración era únicamente informar al pueblo estadounidense de las evaluaciones que él y su gabinete están realizando y de cuál es el camino a seguir, según dijeron a la agencia Efe funcionarios de la Casa Blanca.
Ante el silencio oficial, en la prensa estadounidense las dudas no son sobre si EEUU atacará o no Siria, sino sobre cómo será esa operación y cuándo tendrá lugar, teniendo en cuenta que Obama tiene programada una gira a partir del próximo martes por la noche por Suecia y Rusia, donde participará en la cumbre del G20.
Durante la mañana de este sábado se detectó movimiento en la Casa Blanca, adonde llegaron, entre otros, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden; el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey.
Para más tarde hoy está programada una conferencia telefónica de funcionarios del Gobierno, entre ellos Hagel y el secretario de Estado, John Kerry, con senadores demócratas y republicanos, dentro de las consultas que se están realizando con el Congreso sobre una posible acción militar en Siria.
Además, para mañana, domingo, la Casa Blanca ha convocado a una sesión informativa clasificada para los miembros de la Cámara de Representantes del Congreso.