Diciembre 7, 2024

Primarias 2013, más de lo mismo…

Las elecciones primarias, para elegir a los candidatos presidenciales 2013, de la Alianza por Chile (Pinochetismo más empresarios) y el pacto Nueva Mayoría (Concertación más PC), han dejado claro, una vez más, salvo para aquellos que aún niegan que es la tierra la que gira en torno al sol, que la democracia chilena es una ficción, donde el pueblo sólo las oficia de comparsa, a la que se engatusa en períodos de elecciones para que legitime un sistema político cuyos “representantes” manejan a su arbitrio y, como ha quedado demostrado, para beneficio de una minoría que se enriquece a costa de la mayoría de todas las maneras imaginables.

 

La dictadura de los partidos políticos, gobernados por pandillas, solamente permite al pueblo –o ciudadanos- votar por quienes ellos deciden que deben gobernar, para, de este modo, satisfacer una democracia forjada a piacere, y cuyos entronizados la degustan día a día con sus colmillos insaciables; total, el sudor de los asalariados es regenerable, como el hígado del noble Prometeo.  

 

Durante el período de elecciones los candidatos son capaces de decir las mentiras más portentosas que se les ocurran, como en aquel chiste (no tan chiste, por cierto), del político que ofrece un moderno puente a los habitantes de un pueblo, y cuando le hacen saber que en el pueblo no existe ningún río, el político reacciona diciéndoles que entonces también les pondrá un río, y más encima navegable. Es asunto de hacer un seguimiento a las entrevistas dadas por los aspirantes a presidentes, diputados y senadores en los medios de comunicación. Algunos, con tal de aparecer, por ejemplo, en las páginas del pasquín Las últimas noticias, no tienen pudor alguno en contar que hacen la dieta de la nube para mantenerse en forma. Lo que demuestra además la manipulación de conciencia de la inmensa mayoría de la ciudadanía por parte de los medios de comunicación, lo cual queda ratificado al ser Las últimas noticias el diario más vendido del país. 

 

Pero hay que ser optimistas, también existen en Chile sectores políticos y sociales que aún mantienen la consecuencia ideológica y no se han dejado arrastrar por el torbellino neoliberal ni los voladores de luces de la política-farándula, manteniendo la aspiración de conquistar una sociedad de verdad democrática, donde aquella sentencia de que “la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo” no sea sólo una entelequia. Las cinco candidaturas independientes, desmarcadas de las mencionadas al principio de este artículo, representan en mayor o menor grado, estas aspiraciones. Por mi parte, solamente votaría por un candidato que dentro de su programa contemplara la democratización de las fuerzas armadas. Sin democratización de las fuerzas armadas jamás habrá en Chile democracia de verdad.      

 

 

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