Diciembre 5, 2024

La batalla de Chile continúa

Y nuevamente la brutalidad policial chilena da la vuelta al mundo. Esta vez la imagen es: patota de carabineros apaleando y dando de patadas en el suelo a estudiante secundario de 17 años, menor de edad, pingûino. ¿No es un resumen de la represión de los 80 en HD?  No. Es ahora, fue este jueves, en el barrio Mapocho, junio, 2013, siglo XXI. En “democracia” y sin guerra fría.

Al menor de edad lo dejaron inconsciente producto de los golpes. Lo intentaron asfixiar. Le metieron los sucios dedos fachos en sus ojos de joven luchador social. Eso fue tortura, como la que aplicaba el Mamo Contreras .Digamos las cosas como son. En Chile los custodios del estado, carabineros, tortura a menores de edad que piden educación gratuita y de calidad ¿Qué lectura le damos a esto?   

 

 Las instituciones de orden y seguridad siguen formando a perros caza contra los ciudadanos conscientes. Los uniformados de ayer y hoy. Esos que traicionaron a Allende. A ellos se les sigue formando para reprimir al pueblo y sus demandas. Las cosas como son, la formación de uniformados no ha sido intervenida, pues a los cobardes civiles de la social y cristiana democracia, les ha dado miedo hacerlo. O bien, les ha convenido mantener a los perros a punta de ají cacho de cabra. Lo importante es mantener el peso de la noche. Más aún, cuando este otorga suculentos beneficios. Pregúntele a Escalona, Pérez Yoma o Viera Gallo.  

 

 

En Chile se tortura a menores de edad. Se reprime al pueblo organizado. Se lucra con  las pensiones de los pobres viejos. Los medicamentos tienen el valor más alto del mundo. El agua pertenece a transnacionales. Los mapuches son procesados por ley antiterrorista. La educación es un negocio. En el congreso una minoría política pesa igual que la mayoría. Nuestro mar pertenece a 7 familias. No existe aborto terapéutico. El 1% de la población concentra el 33% de los ingresos. En  Chile, el pueblo nunca ha escrito su constitución.

 

La derecha política y empresarial ha declarado la guerra. El histórico monstruo fascista ha despertado con el joven cántico ciudadano de la asamblea constituyente. El ingreso de fuerzas especiales de carabineros a la casa central de la Universidad de Chile, para golpear a estudiantes, habla por sí solo. No hay que ser un erudito en historia de Chile para saber lo que esta imagen significa. La educación actual es  el filtro social que sostiene a  la miserable matriz productiva de materias primas y mercado de capitales. He ahí el  lucro mayor de la derecha. Ante cualquier intento de cambio de ruta, los duros reaccionan sin medir intensidad. El  ingreso a la casa de Bello fue una advertencia. Un recordatorio de que la historia de Chile, es una pelota de fuego que cada cierto tiempo regresa para incendiar multitudes.

 

 

Lo importante es no poner paños fríos, ni intentar justificar lo injustificable. El tema es claro: cuando ves que tus hijos son  torturados por el sólo hecho de pedir al estado que la educación sea un derecho y no un privilegio, se acabó la paz social. Se los pongo en ejemplo cristiano. No me imagino a  Jesucristo pasivo frente a la tortura de estudiantes menores de edad en la vía pública.

 

    

Es difícil anticipar lo que vendrá, pero algunas pistas tenemos. La derecha es fanática de sus ideas y no muy creativa a la hora de salir a dar la pelea. Lo importante es mantenernos unidos, dejar de lado las mínimas diferencias y asumir que el miedo, suele ser nuestro peor enemigo. A prepararse, la batalla de Chile continúa.     

     

 

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