Señor Sven von Appen: “El diario La Segunda en su edición del día 15 de mayo reciente publicó una nota en la que destaca sus dichos. Usted dice que sería buena una crisis para frenar el vuelo de lo chilenos, que nos “volvimos hambrientos de mayores beneficios”. Usted afirma que nos ha crecido tanto el apetito que no podemos parar, y la solución sería una crisis que nos lleve “al nivel que corresponde”.
“Como trabajadores portuarios nosotros pensamos que a usted, en su calidad de empresario socio de Ultramar, ha demostrado lo que quiere para los trabajadores y lo que piensa de las luchas que hemos estado librando para conseguir nuestros derechos, que no han sido para beneficiar a las grandes familias, ni al 10% más rico de nuestro país, sino exigir lo que nos corresponde.
“¿Será que sus dichos no son más que el reflejo de su preocupación frente a la capacidad que demostramos los trabajadores de unirnos y paralizar los puertos del país? Esta carta no pretende tranquilizarlo. Lo cierto es que media hora de descanso para tomar una colación nos parece una demanda mínima y elemental relacionada con la salud de quienes ponemos el máximo de nuestra energía en la realización de nuestro trabajo diario, que por cierto llena sus insaciables bolsillos. Por muy importante que sea esta demanda, ella no es la única. Si usted ya está intranquilo, en el futuro estará más preocupado aún. Son muchas las necesidades no cubiertas que tenemos y vamos a volver a luchar por ellas. No tenemos otra posibilidad.
“Señor Von Appen usted se equivoca cuando relaciona la crisis financiera con la llegada de un sector político determinado a la casa de gobierno o al parlamento, puesto que hoy estamos viviendo una crisis económica internacional, con epicentro en Europa, que ningún gobierno político empresarial ha podido superar, es más esta crisis la han generado ustedes, los empresarios, y en Chile se preparan para descargarla sobre nuestros hombros, no lo vamos a permitir. Somos millones de trabajadores quienes producimos la riqueza, el proceso de producción de esa riqueza es presidido por la cooperación mutua del colectivo de trabajadores, pero una minoría social (entre ellos usted) se adueña en forma privada del producto socialmente producido.
“A usted este hecho –la apropiación privada de la riqueza socialmente producida- le parece un hecho normal y legítimo. En este afán usted y las personas de su clase no conocen límites. Ustedes los empresarios son los hambrientos de mayores beneficios y nosotros debemos ponerles freno. Ustedes son los que acrecientan sus riquezas de manera insolente frente a nuestros propios ojos.
“Por último. Usted desea una crisis, la cual se va a producir y esta vez los trabajadores no estamos dispuestos a pagar dolorosas consecuencias del sistema económico que usted disfruta y defiende. Usted quiere vernos trabajar cabeza gacha por un sueldo miserable, tal vez quiera vernos trabajar como los textiles en Bangladesh (1400 trabajadores muertos por las malas condiciones laborales impuestas por los empresarios) pero sus deseos pueden chocar con la realidad de nuestra organización y con la voluntad que tenemos los trabajadores de todo Chile de recuperar lo que nos pertenece.
“Señor Von Appen no intente apagar el fuego con palabras que encierran desprecio y amenaza. El dinero y la riqueza no lo son todo, también existe la acción organizada y solidaria de los hambrientos de justicia para nuestro pueblo y eso usted lo sabe. Por último, el hambre a la cual hace usted mención, podríamos retratarla con la irrefrenable sed de ganancia que usted ha demostrado estando a la cabeza del saqueo de diversas riquezas naturales de Chile, como la concesión oscura de Puerto Angamos, el acuerdo que consiguieron con el Estado de Chile, rompiendo todos los esquemas de tonelada transferida hasta ese momento, como por su participación en la termoeléctrica Guacolda, y también con la concesión de la mina de carbón Isla Riesco junto a otro grupo económico; ¿a quién le cabe más el apelativo de hambrientos? ¿A ustedes: los depredadores o a nosotros que sólo queremos lo que nos corresponde? Sepa usted que su odio y su medio no hacen más que reafirmar el camino de lucha que hemos emprendido.”
SINDICATO DE TRABAJADORES CONTRATADOS Y EVENTUALES