Diciembre 26, 2024

El fin del crecimiento de EE UU, ¿y para el resto del mundo?

La opción que ofrecen los medios digitales para acceder y ofrecer información de gran relevancia e interés, permite que las personas tengan un mayor conocimiento de los grandes desafíos y los desastres que puedan ocurrir en el mundo debido a la rigidez que domina al pensamiento humano.

Ello, sumado a la manipulación que impone una minoría que insiste en lograr ventajas personales o corporativas, constituyen obstáculos que impiden tener una visión más neutral de los acontecimientos mundiales futuros, que expliquen en profundidad como va ocurriendo nuestra propia existencia y entregue una idea más cercana de que nos puede deparar el futuro.

 

El tema del presente artículo está basado en la investigación publicada por el Centre for Economic Policy Research a fines del 2012, realizada por el profesor Robert J Gordon, Ph. D. en el MIT en 1967, profesor en Ciencias Sociales y Economía en la Northwestern University, y desempeño en diversas universidades de EE.UU., considerado hoy uno de los principales expertos en inflación, desempleo y crecimiento de la productividad, quien desarrolló el trabajo que comentaré muy resumidamente. (El documento en ingles se ubica en www.cepr.org )

 

A través del esfuerzo de décadas dedicadas a la investigación, se estableció en una escala de tiempo que el crecimiento del PIB real per cápita desde el año 1300 proyectado hasta el año 2100 será decreciente. En dicha escala se ubicaron los efectos de las tres revoluciones industriales que han ocurrido en el mundo. Los datos logrados señalan que el crecimiento de Inglaterra desde el 1300 hasta el 1700, en un total de cuatro siglos, creció apenas 0,2% por año y que la probabilidad de crecimiento del milenio anterior al 1300, es prácticamente nula.

 

Traducida la tasa de crecimiento a niveles de ingreso per cápita, con precios del año 2005, en el año 1300 el ingreso per cápita del Reino Unido fue calculado en US$ 1.150 y debieron pasar 5 siglos para triplicar dicho valor a US$ 3.450 en 1800. Posteriormente tomó más de un siglo para doblar dicha cifra a US$ 6.350 en el año 1906, año en que se produce la transición del liderazgo económico de Inglaterra, a manos de EE UU.

 

Después de 28 años, desde 1929 el nivel se duplica en aproximadamente US$ 8.000 a US$ 16.000 en 1957, y luego desde 1957 a 1988, en 31 años se produce la duplicación del ingreso desde US$ 16.000 a US$ 32.000. La proyección que hace el investigador es que a partir de 1988, incluida la disminución constante de la tasa de crecimiento, el pronóstico implícito es que para el año 2100 será de US$ 87.000 que es cuando casi se vuelve a doblar el ingreso alcanzado en el 2007, previo a la crisis, es decir, en 87 años más. (Ver gráfico).

 

Dicho brevemente, entre el 1300 y el 1800 la economía demoró 5 siglos en duplicar el nivel de vida de la población, doblándola luego aceleradamente en un siglo, entre los años 1800 y 1900. Las restantes duplicaciones ocurrieron entre 1929 y 1957 (28 años) y demoró 31 años entre 1957 a 1988 en volver a duplicarse. La investigación prevé que la próxima duplicación del crecimiento se frenará de nuevo en un siglo, es decir, este fenómeno ocurrirá el año 2100, porque dentro de las consideraciones respecto de los rápidos progresos realizados en los últimos 250 años, están los episodios que ocurren “como una vez” dentro del crecimiento del ingreso per cápita en la historia económica de la humanidad y que no hay una garantía de continuidad, de un futuro sin fin y de avanzar a la misma velocidad en crecimiento, como se ha entendido hasta hoy.

 

Lo señalado, advierte que el criterio existente desde la década de 1950, respecto a que el crecimiento ha sido considerado un proceso continuo que persistirá para siempre, no presenta evidencia cierta que lo avale. El investigador que preparó el documento, hace abstracción total de fenómenos importantes, como las guerras, las recesión de 1929 e incluso la crisis del 2007, porque basa la explicación del crecimiento acelerado de los últimos 250 años, son consecuencia de fenómenos exclusivos derivados de los efectos de la I, II y III revoluciones industriales, de las cuales muchos de los progresos incorporados en la productividad tuvieron efecto por una sola vez (one-time-only) en el rendimiento, con variados ejemplos que no es posible incluir en la presente nota.

La 1ra revolución industrial (IR1, por su sigla en inglés) y sus principales inventos ocurren entre 1750 y 1830 con máquinas creadas a vapor, el hilado de algodón, los ferrocarriles, etc. La 2º revolución (IR2) fue la más importante, con sus invenciones centrales como, la energía eléctrica, el motor de combustión interna, el agua corriente con plomería al interior de las viviendas y la extracción de desechos, las carreteras, lo cual ocurrió en el relativamente corto intervalo entre 1870 a 1900. A esta revolución de debe la calefacción, aire acondicionado, productos químicos, plásticos y farmacéuticos, el teléfono, radio, cine, etc., sin embargo, las dos primeras revoluciones industriales requirieron 100 años, para que sus efectos se pudieran trasladar a la economía y aún durante las décadas de 1950 y hasta 1970, los beneficios de la IR2 estaban todavía transformando la economía, con resultados tales que cambió la esperanza de la vida humana de 45 años en 1870 y a 79 años en la actualidad.

 

Como ejemplo o característica común de estas revoluciones innovadoras es que, muchas de los adelantos sólo ocurren una vez en el sentido de incorporar productividad, la que disminuye notablemente después de 1970. Se cita por ejemplo la velocidad de desplazamiento, de la época del caballo al avión de reacción en un siglo, efecto en el rendimiento que después de incorporado, no vuelve a ocurrir como un aumento en el desplazamiento, porque incluso los actuales aviones vuelan más lento, debido a la economía en combustible.

 

La III revolución (IR3), la de las computadoras, Internet, etc., comenzó alrededor de 1960 y su punto culminante fueron las compañías punto.com en 1990-1995, sin embargo, en los últimos 8 años ha ido decayendo, en la productividad que aportan, porque todas aquellas tareas masivas y repetitivas del trabajo humano, ya fueron incorporadas en los años 70´s y 80´s, desarrolladas con tecnologías básica y que los cambios o derivados (spin-offs) posteriores agregan un valor muy residual sobre algo que ya está operando y que toda la espectacularidad de la innovación reciente, ha derivado hacia el juego y la entretención, incluidos celulares, I Pod, y los diversos aparatos electrónicos de última generación.

 

Ocurridos los efectos de cada revolución industrial y sus efectos retrasados en que se infiltran el progreso en los periodos siguientes, la economía de EE UU., declinará al año 2100, y es lo que plantea el estudio, porque habrá alcanzado el límite del potencial de las invenciones básicas, pronóstico que considera aún como constante, la continuación de las nuevas innovaciones, como el conocimiento del genoma para reducir las enfermedades, el cáncer, etc., y se sumarán nuevos éxitos que enfrentarán rendimientos decrecientes, por los fracasos y los aumentos de costos de los nuevos que se logre, etc.

 

La humanidad ha crecido y aumentó el promedio de vida como efecto de todo el progreso sanitario, evacuación y tratamientos de desechos, antibióticos, vacunas, etc., frente a una cada vez más decreciente productividad que será insuficiente para proveer el crecimiento de una población que crece y prolonga su vida y que además deberá resolver cómo se enfrentaran los 6 vientos en contra, que menciona el autor en su investigación, que mencionaré resumidamente, con lo siguiente.

 

1.- En el aspecto demográfico está situado el primer viento en contra. El ingreso de la mujer al trabajo ya ocurrió, igual que el efecto de los baby boomer que ahora jubilan y que antes ayudaron a aumentar el PIB real per cápita.

 

2.- El segundo viento en contra para el periodo 2007 a 2027 es la meseta del logro educativo, lo que en EE UU., se alcanzó hace 20 años, y sus variables contrarias son el aumento en el costo de los estudios en especial de la educación universitaria y la baja en el rendimiento de los estudiantes por una inmigración latina que aumenta, pero que baja el rendimiento del promedio nacional.

 

3.- La desigualdad es un viento en contra muy importante. Desde 1993 hasta 2008 el crecimiento real de los hogares fue 1,3%, sin embargo, en la parte inferior del 99% fue de sólo 0,75% y es un ingrediente muy serio.

 

4.- El cuarto viento en contra es la interacción entre la globalización y las TIC (tecnologías de la información y Comunicación), que produce la internalización y externalización de todo tipo de labores y que enfrenta los salarios de las economías emergentes con los salarios de las naciones desarrolladas como EE UU, que pierden valor, con excepción de los sectores más ricos y de los gerentes empresariales.

 

5.- El quinto viento es la energía y el medio ambiente. Los esfuerzos para enfrentar el calentamiento global están propiciando una defensa social y política del ecosistema contra la contaminación, lo que está produciendo efectos en los rendimientos del PIB, porque doblar la energía con las mismas fuentes ya no es tan viable de incrementar.

 

6.- El último viento es el costo en las familias en la deuda y del déficit fiscal del gobierno que ha empezado a pesar como costo a pagar en más impuestos, reducción de gastos, reducción de empleos, y frenando la débil recuperación económica existente.

 

Algunas de estas adversidades o vientos en contra tienen medidas paliativas, como el manejo de las migraciones en EE UU., o la búsqueda de soluciones a la educación de los niños mediante programas que mejoren el rendimiento escolar, sin embargo, está presente el menor ingreso para gastar de las familias de EE UU., unido al aumento en el costo de las matriculas de las Universidades, etc., lo que hace propicio las condiciones que evita el ingreso a la universidad, de los sectores más pobre, y que la gran deuda que tiene EE UU., que sirvió para crecer anteriormente, es una carga que no puede continuar para siempre, afectando el crecimiento.

 

Como conclusión, el autor de este trabajo explica que las ideas expuestas pueden ser poco ortodoxas pero útiles para la reflexión. En mi caso, quiero agregar, que la idea de fondo que subyace, de que no se están dando las mismas condiciones para cumplir las expectativas de la población de EE UU., y tal vez mundial, para acceder al progreso logrado en los últimos 250 años, tiene mucho sentido, respecto a los fenómenos que están ocurriendo en el mundo, una advertencia para la humanidad en el logro de sus objetivos, aun cuando existan países o zonas que puedan lograrlo crecer en alguna medida.

 

Mario Briones R.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *