Diciembre 8, 2024

Piñera ningunea a sus gobernadores

Las palabras del Delegado Presidencial para la Sequía, Rodrigo Ubilla, a la sazón también Subsecretario de Interior, son hasta ahora la única solución parcial que ha aparecido contra el hídrico flagelo, puesto que cayeron como “balde de agua fría” sobre los pequeños crianceros y emprendedores de toda la zona central del país. Sus dichos publicados en La Segunda suenan algo parecido a las desafortunadas declaraciones de un ministro pinochetista que dijo “Cómanse las vacas”.

Apenas han transcurrido dos semanas desde que este señor fuera ungido como “Delegado Presidencial”, para dedicarse a solucionar el tema de sequía desde el más alto nivel y con facultades plenipotenciarias, habida cuenta, además, que su nombramiento fue solicitado por los dos honorables senadores que representan a la V Cordillera, Lily Pérez e Ignacio Walker, en la confianza que ello implicaba soluciones de alto poder.

Una reunión en la Intendencia Regional y otra en Quillota, han sido todo el trabajo “en terreno” que ha desarrollado esta especie de “ministro en visita”, puesto que él considera que “en mi experiencia, y lamentablemente, todavía en Chile muchas cosas se resuelven desde Santiago. Se me critica porque no voy, pero yo tengo funciones como subsecretario del Interior, que son bastante más amplias. Pero tengo una estructura de profesionales montada sobre las intendencias, y las gobernaciones que me permite ir dándoles seguimiento a las decisiones que se adoptan”. Entonces, no es necesaria su presencia en la zona, según su propio parecer.

En esta flagrante muestra de centralismo, el mensaje que envía el Gobierno es “No nos interesa lo que suceda o cómo se administran las regiones”. Y se envía a un señor con facultad para pedir información presupuestaria a las autoridades zonales (intendente y gobernadores) y a las temáticas (jefes de servicio), que no les queda más que seguir eternamente -y por enésima vez- entregando diagnósticos archiconocidos, para que sus “equipos profesionales” estudien en Santiago alguna solución envasada para enviar a la región, o utilicen su tijera mágica para recortar presupuestos por aquí y por allá, para armar un fondo de emergencia. ¡Chile lleva 100 años haciendo lo mismo!

Las preguntas que surgen son ¿por qué tuvo que nombrarse a un señor especial para que hiciese eso?, ¿acaso el Intendente o los gobernadores no han demostrado suficiente capacidad para atacar los problemas ‘in situ’?, ¿el Presidente no confía en sus autoridades regionales y provinciales lo suficiente como para reforzarles con asignaciones presupuestarias especiales o con fondos y responsabilidades específicos?, ¿para qué están entonces Intendente y Gobernadores?, ¿acaso la representación del Gobierno en la Provincia da sólo para ir a los desfiles y para entregar en ceremonias lo que se reparte desde el nivel central? Seguramente tales autoridades están ciertas que su aporte puede ser bastante más interesante que eso, si se lo proponen.

En buenas cuentas, el Gobierno central le dice a sus autoridades regionales y provinciales “Miren, les voy a enviar un doctor, pero ustedes tienen que decirle de qué están enfermos y cómo se van a mejorar, para que él se los envíe luego por escrito, en una receta”.

Está claro que el “Delegado Presidencial” no conoce ni le interesa saber de qué se trata la Agricultura Familiar Campesina, ni cuál es el concepto de vivir en una comunidad rural, por más que sus autoridades zonales hagan morisquetas de todo tipo para que tanto él como la Presidencia, se enteren. Para qué perder el tiempo diciéndole que aún no hay agua suficiente en Las Coimas, o en Los Patos y Casablanca, en Jahuel, en San Esteban, en Santa María, en Alicahue, en Guayacán, en Cabildo. La única respuesta que se escuchará de su parte será “la agricultura tradicional y las familias que viven de la ganadería caprina tendrán que reconvertirse a una actividad nueva y muy pujante en la zona que es la minería”, lo mismo que respondió a los pequeños crianceros de Monte Patria y Canela.

Nada nuevo. El Presidente Piñera “ningunea” a sus Gobernadores, como lo hacen y han hecho todos los gobiernos a los que sólo les interesa la forma. Y además, les obliga a difundir cualquier acción, por fútil que ella sea. Pero el fondo, pareciera que sólo le importa a aquella fracción de la comunidad nacional que forma parte de los “gobernados”, a la que al menos le queda la calle para expresar su descontento.

www.putaendouno.cl

 

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *