Diciembre 12, 2024

Es un abuso hablar siempre de abusos

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Jorge Awad, un democratacristiano, ex tesorero de la campaña presidencial de Eduardo Frei Montalva y que hoy oficia de presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, montó en cólera ante la Circular de la Superintendencia de Bancos, que prohíbe aumentar las comisiones sin la autorización expresa del cliente. Es la primera vez que una Superintendencia cumple su rol de defender la ley de los clientes, en este caso, ante el abuso de la Banca.

 

Los únicos que detentan el poder tanto en Chile, como en los demás países del mundo, son los banqueros y, como la soberanía popular es una buena pamplina, solo votan son los dueños y gerentes de bancos, razón por la cual, Awad se puede dar el lujo de decir “ha habido un abuso de la palabra abuso. La Banca jamás ha abusado de los clientes. Hubo cobros que en su momento estaban permitidos y ahora esos 500.000 casos (BancoEstado) no son un porcentaje significativo para evaluar la totalidad de la conducta de los bancos”. Un poco más abajo amenaza: “Lo principal que va a pesar es que se van a acabar los contratos indefinidos, ahora van a pasar a ser fijos y hay que ver cómo nos contactamos con millones de clientes”.


El señor Awad se puede dar el lujo de amenazar y sermonear hasta al gobierno mismo: poco le importan los poderes del Estado, pues todos dependen del sector financiero, y los políticos – incluidos los parlamentarios – son mozos, especialmente de los bancos. Pensemos cómo se financiarían las campañas y créditos bancarios: los gerentes de esas entidades podrían darse el lujo de definir el monto del crédito, según la marca del candidato en las encuestas de opinión.


Llevando al absurdo las amenazas podrían decir, por ejemplo, “nos llevamos el dinero de los cuentacorrentistas al extranjero o subimos la tasa máxima convencional, digamos, a un 70%”, y ¿quién puede alegar? Ellos saben con certeza que si se arruinan, el Estado con toda la plata de los chilenos, los va a salvar. Así ocurrió con los bancos norteamericanos, en la crisis de 1998, y con Bankia, recientemente, en España – recordemos que en Chile, Pinochet salvó a los bancos y que aún no pagan la totalidad de la deuda subordinada -.


Los bancos, junto a las Isapres y a las AFP, son las instituciones que más ganan en Chile; en este trimestre los Bancos acumularon ganancias de $380.422 millones de pesos – el Banco de Chile, $121 millones; el Banco Santander, 81.444 millones; CorpBanca, incluyendo los resultados de Colombia, $29.568 millones. Estos organismos cobran mantenciones abusivas de la cuenta corriente, una alta tasa máxima convencional sobre un 50%, además de abusivas comisiones sobre los créditos y de los sobregiros convenidos.


Hay que reconocer que, a diferencia de Ricardo Lagos y de Michelle Bachelet fueron complacientes con los Bancos a un grado tal que Lagos fue “declarado San Expedito” de los agentes financieros. Es que cuando los socialistas se convierten en lacayos de los poderosos, devienen en los peores verdugos de los pobres – son como los yanaconas, que se mostraban más crueles con los mapuches que los mismos españoles -.


Un gran letrero en la campaña de Michelle Bachelet reza: “más igualdad y no más abusos”. Cada vez que lo veo me pongo a pensar en “su hijo putativo” – otrora su mentor – Camilo Escalona, el rey de los abusadores: su mafia se apropió del Partido Socialista convirtiéndolo en “lupanar”, que hoy dificulta cualquier posibilidad de primarias, especialmente en la Región de Los Lagos”, pues “hay que asegurar en cargo para seguir dominando a su amaño, continuar con el buen sueldo de indefinido de parlamentario e impedir todo cambio en la Constitución. La mayoría de los habitantes de esa Región lo rechazan, pues nunca se preocupó de sus ciudadanos y, es seguro, que sacará una pésima votación, usurpando la posibilidad de participar a un candidato de raigambre regional, Rabindranath Quintero.


Es ridículo decir “no más abusos” cuando en la candidatura de Bachelet la siguen los peores abusadores de Chile: aquellos que se quieren perpetuar en los directorios de las empresas del Estado – donde algunos fueron responsables de los abusos del BancoEstado, cuyos nombres darían para confeccionar las “páginas amarillas” de la guía de teléfonos – además de los parlamentarios vitalicios, que dicen reclamar del sistema binominal cuando, en la práctica, luchan por su mantención, que constituye uno de los más injustos y grandes abusos.


Hoy asistimos a un cambio de mentalidad generalizado que dice relación con la conciencia del ciudadano respecto a sus derechos y, de seguro, todos estos frescos, más temprano que tarde, serán enviados al “basurero de la historia”.


Rafael Luis Gumucio Rivas

11/05/2013

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