Diciembre 14, 2024

Tienen el poder y no lo van a perder 

senadores_oposicion500

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Los partidos políticos le tienen miedo a la democracia. Le temen a los jóvenes y su cambio cultural que ya comienza a regar de colores los grises espacios legados por el duopolio concertación-alianza. Por lo mismo es que, a pesar de hacer la maraña con la ley de primarias, los partidos asumirán la próxima elección parlamentaria con acuerdos entre cuatro paredes y designaciones a dedo. Aún le pueden dar una última vuelta a la vieja manilla. Todavía queda tiempo para postergar la partida a los cuarteles de invierno.

 

Y es que el escenario se repite:


1-     La UDI fiel a su despotismo conservador, ni se arruga a la hora de aceptar que la conformación de sus plantillas parlamentarias las hacen a puertas cerradas los coroneles de calle Suecia.

2-     El Partido Comunista, cual futbolista de barrio que es invitado a jugar en una liga profesional, se encandila con las luces del parlamento y con tal de seguir en cancha, termina aceptando los “acuerdos políticos” sugeridos por Escalona, la DC y Pepe Auth.

3-      Los radicales ( PR) acorralados entre sus pocos votos y la aventura quijotesca de José Antonio Gómez, intentaron pasar piolas asegurando un cupo blindado senatorial como premio de consuelo a su presidente candidato.

4-     El PRO es un caso aparte. Su dinámica pareciera ir al ritmo del despecho de Marco hacia la concertación y del pastiche ideológico que exhibe en su página web. Cuesta imaginar a este partido político jugando en colectivo con otros movimientos sociales o de izquierda y exponiéndose a votaciones que pudieran restar protagonismo a su iluminado fundador.

5-     La oposición (eufemismo que busca maquillar el cadáver  de la concertación) simplemente dando jugo. Hace una semana atrás, la bajada de Golborne nos hacía creer que la bajeza y estupidez política eran patrimonio exclusivo de la derecha.  Pero no. La oposición y su sed de poder, esas ansias de mantener sueldos, influencias y cuotas, terminaron llevándola a revivir el episodio del 2009, cuando Escalona y Gómez se dieron de codazos y puteadas en el escenario de un lúgubre gimnasio. La promesa de “mayoría ciudadana y política” hecha por la candidata Bachelet, fue tirada al basurero por los operadores concertacionistas. No le hicieron caso a la candidata y la candidata no quiso golpear la mesa, pues sabe que el 2008 el mismo Lagos Escobar fue bajado de su candidatura presidencial por intentar influir en las plantillas parlamentarias. Había que blindar a Escalona, Letelier, Girardi, Harboe, Auth, Insulza, Pizarro y similares. Total, los llantos de Jackson y las redes sociales quedaran solo en eso, no alcanzan para desatar una guerra civil. Aún queda una vuelta de manilla señores.

6-     Los partidos extraparlamentarios, esos que dicen representar las demandas y pasiones de los movimientos sociales, tampoco hacen primarias. Se priorizan las aptitudes de algún gurú de ONG que lo haga bien en Tolerancia 0 o la retórica de un mesías antisistémico.

7-     Sorprendentemente RN se abrirá a realizar primarias internas en el 15 % de los distritos, lo que les posiciona como los más disponibles a la democracia en Chile.


Los hechos confirman que las cabezas de los partidos políticos se han binominalizado. El sistema de Pinochet les beneficia y ellos lo saben. Más ahora, en momentos que la ciudadanía deja de creer en las instituciones y sale a las calles. Exponerse al voto de esos indignados chilenos podría provocar caídas de elefantes sagrados. Ellos, la clase política, no dejarán el poder tan fácilmente. No lo harán  por el solo hecho que  Giorgo Jackson lo exija por twitter ni porque Bachelet lo clame a través de la TV. Al final del día, la clase política sabe que Jackson y Bachelet no serán nada sin ellos, los que mueven la manilla de Jaime Guzmán desde el congreso.


Para los que esperamos con ansias la caída del modelo portaliano, esto nos viene de perilla. Se aceleran los procesos de putrefacción y pronto los gusanos se exhibirán por las narices y bocas de esta apitutada clase política. Las malezas crecidas en estos últimos años, seguirán robustas y en cualquier momento, la paz social se transformará en un descontrolado incendio.


Por Cristian Zúñiga

@planetazuniga

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