El desempleo afecta ya a 6.202.700 personas y la tasa se coloca en el 27,16% en el primer trimestre de 2013. El número de parados aumentó en 237.400 y el de ocupados cae en 322.300. Desde que comenzara a gobernar el PP en diciembre de 2011 se han destruido más de un millón de puestos de trabajo y hay 929.100 desempleados más.
Ayer, en el Pleno del Congreso, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se jactaba de que la destrucción de empleo fuera menor que en el año anterior y aseguraba que una de las causas de esa supuesta mejora era la reforma laboral aprobada por Mariano Rajoy. Hoy la Encuesta de Población Activa (EPA) ha despertado al PP de ese mundo paralelo en el que parece habitar. España ha superado por primera vez los seis millones de parados. Y en el primer trimestre de 2013 la tasa de desempleo se sitúa en un 27,16%, 1,14 puntos por encima del último trimestre de 2012.
Según los datos desvelados esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta el mes de marzo 6.202.700 personas estaban sin empleo, lo que supone un incremento de 237.400 parados. El número de ocupados también ha disminuido dramáticamente, reduciéndose en 322.300 personas hasta los 16.634.700. La tasa de actividad es del 59,68 %.
Es probable que el Ejecutivo intente por todos los medios amortiguar el golpe. Por ejemplo, tomando los datos del primer trimestre del año pasado, cuando la ocupación cayó en 374.000 personas, pero una diferencia -siempre en negativo- de 52.300 parece un consuelo, si es que se le puede llamar así, demasiado débil. Cuando el PP comenzó a gobernar en diciembre de 2011 había 5,2 millones de parados y hoy hay 929.100 desempleados más. Además, se han destruido 1.172.800 empleos. No obstante, el partido en el Gobierno ha dado orden a los suyos de minimizar las cifras en una circular en la que se recoge una cita del ministro de Economía, Luis de Guindos, que no tiene desperdicio: “La economía de España estará en marcha mucho antes de lo que pensamos”. En este sentido, el vicesecretario general del PP, Carlos Floriano, aseguró que “no hay que dejar que nos cieguen los datos”.
Que desde la Moncloa se intente defender que la reforma laboral dará resultados positivos en el largo plazo es otro ejercicio más de contorsionismo. Las previsiones de paro para 2013 eran que la tasa se situaría en el 27% a finales de año pero teniendo en cuenta el varapalo de estos tres primeros meses parece imposible que ni siquiera las campañas de verano y navidad vayan a servir de red. Esos eran los cálculos de Guindos, que esta semana ya se vio obligado a reconocer que, por ejemplo, la caída del PIB podría ser tres veces mayor de lo que esperaba.