Diciembre 3, 2024

El senador Gómez y la Universidad del Mar

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Se dice que en la U del Mar los propietarios sacaban el lucro mediante sociedades fraudulentas; las cosas fueron peores y en ellas  participó el senador y autoproclamado candidato presidencial José Antonio Gómez.

 

 

El lucro es la utilidad que produce una actividad económica. En el ámbito de las universidades privadas el lucro, es decir el retiro y reparto de utilidades, está prohibido, por cierto todo el mundo puede cobrar legítimamente por su trabajo. El mayor valor debía reinvertirse en la actividad académica.

 

Los propietarios de la Universidad del Mar llamados eufemísticamente “controladores”, crearon sociedades a las cuales entre otros subterfugios les arrendaban propiedades a precios exorbitantes, en muchas ocasiones esto no era sino un simple sub arriendo. Las triquiñuelas fueron muchas y los beneficios millonarios.

 

El senador José Antonio Gómez, informa la prensa y él no lo desmiente, fue representante legal de una de estas sociedades fantasmas para sacarle dinero a la U del Mar. Les llaman sociedades “relacionadas” y participó de la Junta Directiva de la U del Mar, es decir un hombre de confianza de los dueños. El señaló inicialmente a la Tercera que simplemente había sido “invitado” a la universidad, ahora ha dicho a EMOL en conferencia con el partido comunista que él trabajó para la universidad  y por ello recibió honorarios. Yo creo que él se aprovecho de la universidad en perjuicio de muchos que si trabajamos para la universidad con méritos académicos muy superiores al de este político profesional. Las sociedades “relacionadas” nada aportaban a la universidad.

 

En esta universidad no sólo se sacó el lucro (utilidad) sino que se sacó el dinero para pagar a los administrativos y profesores, el personal de planta tiene impagas sus cotizaciones previsionales y descuentos por planilla a pagar a otras instituciones. En la Escuela de Derecho de Santiago de la Universidad del Mar los profesores trabajamos durante todo  el último semestre sin recibir un peso, pues no queríamos ser parte de  un fraude a alumnos que sí pagaban sus mensualidades. No sólo no nos pagaron sino que como mandamos boletas tendremos enormes problemas con el Servicio de Impuestos Internos pues el impuesto de estos servicios tampoco fue pagado. A nosotros no nos tratarán como a la super tienda Jhonson.

 

No es sólo el lucro lo que se llevaron sino también el trabajo de muchas personas. Naturalmente al candidato  Gómez nada se le adeuda.

 

Gómez es un político profesional en el más profundo sentido de la palabra.

 

Entre los años 1977 y 1981 fuimos parte del mismo curso de la escuela de Derecho de la U de Chile. Nada hizo, ni el menor gesto, a favor del retorno a la democracia, es más, muchos creímos que era pinochetista, nadie habría pensado en pedirle algo en pos del movimiento estudiantil. De esto somos testigos, cientos de alumnos de aquel entonces.

 

A partir del 90 la política se hizo lucrativa y ahora sí Gómez se acordó de la democracia y escaló como se escala en la política.

 

Ahora enarbola en su devaluada candidatura el estandarte de la Educación Pública, ¿usted le cree?, yo ni un tantico así.

 

La Universidad del Mar tiene un proyecto educacional fundado en el “constructivismo” del psicólogo y educador soviético Vigosky; esto se sabe poco, creo que a los dueños les daba los mismo pues lo de ellos era el dinero.

 

En la escuela de derecho de Santiago llevamos adelante una serie de actividades de extensión con la participación de países como Sudáfrica, Venezuela, Bolivia y con parlamentarios como Karla Rubilar, Carlos Olivares y otros. Aún recuerdo un seminario sobre la mediterraneidad de Bolivia en que invitamos a un profesor y político boliviano, el ex diplomático Jean Paul Guevara y en el que participó también Jorge Arrate. Todos concurrieron gratuitamente, estas actividades se llevaron adelante muchas veces con el aporte económico personal de los profesores.

 

El cuerpo académico pasaría el rasero de cualquier exigencia, yo mismo venía de hacer clases en la U de Chile. Los profesores de derecho en la U del Mar eran jueces, fiscales, abogados integrantes de la Corte Suprema, abogados de trayectoria, ex embajadores,  personas con responsabilidades en el Estado y/o de larga trayectoria académica, que realizaban investigaciones y publicaciones.

 

Hoy día recibimos de gratis un desprestigio sistemático en la prensa y los que se enriquecieron a más no poder están intocados. Lo peor de todo, el ministro Beyer  se empecinó en el cierre no por el lucro sino por problemas de gestión que venían directamente de éste. Ojalá lo defenestren.

 

¿Y el señor Gómez ?  Quiere ser presidente de Chile.

 

ROBERTO AVILA TOLEDO

 

 

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