Noviembre 28, 2024

Funa al médico de Colonia Dignidad en Alemania

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Con temperaturas bajo cero, cerca de 60 alemanes (as) y chilenos (as) realizaron una funa-protesta frente a la casa de Hopp, en la localidad de Krefeld a alrededor de 500 kilómetros de Berlín. Piden que se cumpla el fallo de la Corte Suprema de Chile en Alemania y que el gobierno alemán financie un memorial a las víctimas de Colonia Dignidad.

 

Este sábado, con frío polar y mucho viento, unas 60 personas de Chile, Alemania y Turquía, venidas de diferentes ciudades alemanas, se reunieron en Krefeld, Alemania, para la funa contra Hartmut Hopp, ex jerarca de Colonia Dignidad. Parados frente a la casa de Hopp, cuyas persianas estaban semibajadas, hubo discursos, canciones, lienzos, panfletos.


Un par de policías se mantuvo a distancia, sabiendo que era una manifestación pacífica. Un miembro de Amnistía Internacional declaró que su organización pedía normalmente la libertad de prisioneros, pero esta vez pedía la cárcel para el jerarca Eran ex prisioneros políticos chilenos, ciudadanos alemanes comunes, miembros de organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional que protestaron por la presencia de Hopp en tierras germanas y para exigir al gobierno alemán que Hopp cumpla la condena reciente aplicada por la Corte Suprema de Chile.


Quien encabezó la protesta es Dieter Maier que durante 30 años ha investigado y participado de actividades para que se castiguen los crímenes cometidos contra chilenos y alemanes, al interior de la Colonia Dignidad. Actualmente es miembro de “JusticiaMemoriaColoniaDignidad”, grupo organizador de la protesta.

 

“Es perfectamente factible que Hopp cumpla su condena en Alemania, es solamente una cuestión de voluntades políticas”, aseguró.

Hartmut Hopp y su esposa escaparon de Chile el año pasado, antes que se dictaran las condenas a los jerarcas, pero ya con orden de aprehensión. Ambos llegaron a Alemania, donde no solo no extraditarán a Hopp a Chile, sino que hasta reciben un departamento y ayuda social del estado.


Los manifestantes exigieron que si no se extradita a Hopp a Chile, se le condene en Alemania a los 5 años de prisión. Además, que frente a Colonia Dignidad se haga un monumento recordatorio a las víctimas, muchas de ellas torturadas y desaparecidas allí. La mayoría de los protestantes eran exiliados chilenos, alemanes y alemanas que vivieron en nuestro país y que tuvieron que abandonarlo por la persecusión política der la dictadura.


En su discurso durante la funa , el director de Justicia, Memoria Colonia Dignidad, Dieter Maier dijo que “nos encontramos aquí, en las cercanías de la vivienda de Hartmut Hopp. El fue un importante miembro de la dirección del asentamiento alemán llamado Colonia Dignidad, en Chile, en el cual se cometieron graves crímenes contra los Derechos Humanos. Allí fueron asesinados más de cien personas, cientos fueron torturados y otros fueron abusados sexualmente o atormentados con sicofármacos”.

Maier dijo que  Hopp, “no sólo es un acusado en varios procesos en Chile y Alemania, sino que el está condenado ya a cinco años de cárcel por la Corte Suprema de Chile. Esa condena está vigente. Los que fueron condenados juntos con Hopp .ya comenzaron a cumplir sus condenas, para lo cual las condiciones de las celdas en la cárcel son mejores que las que tienen los presos chilenos. Hopp ha eludido esa condenada por medio de una salida ilegal de Chile, pues la justicia chilena le había prohibido salir del país”.


Dieter Maier exigio al poder político alemán que “junto con la ejecución de la condena chilena pedimos, naturalmente, una rápida investigación por parte del ministerio público de Krefeld, la que esperamos conducirá pronto a una o varias acusaciones en contra de Hopp.  Y depende de Hartmut Hopp declarar ante el ministerio público. El perteneció a la dirección de la Colonia y sabe mucho. Si él es inocente, debe explicar las acusaciones que le hacen, sino, el no puede quedar sin castigo. Lo mismo vale para su mujer, la que trabajaba en el hospital, en el que se ejecutaron muchas torturas.


Y agregó que “el gobierno federal supo ya tempranamente de los acciones criminales de la Colonia Dignidad. Ya en los años 60 miembros de la secta huyeron y se refugiaron en la embajada alemana en Santiago e informaron de los crímenes que se cometían en la Colonia. El servicio secreto de Pinochet, la DINA, torturó y asesinó presos políticos en la Colonia. Durante la dictadura hubos relaciones
amistosas entre algunos miembros de la embajada y de la Colonia Dignidad”.


Dieter Maier dijo que “en las calles de Krefeld se cruzan víctimas y victimarios de la Colonia Dignidad. Esa relación involuntaria de Krefeld con un crimen, que permanece sin cerrarse totalmente hasta hoy. Alemania no se puede convertir en un escondrijo para personas que estuvieron involucradas con la represión de dictaduras militares en otros países y Krefeld no puede mirar esto sin decir ni una palabra”.

Por último, Maier exigió “una acción penal rápida y consecuente a los ejecutores de delitos en la Colonia Dignidad en Chile y en Alemania, ejecución de la pena de cárcel chilena de Hartmut Hopp en Alemania, construcción de un lugar conmemorativo afuera o dentro de los terrenos de la ex Colonia Dignidad, redestinando a ese objetivo los dineros provenientes de los impuestos de los ciudadanos alemanes federales, los cuales se han utilizado hasta hoy para apoyar económicamente a la Villa Baviera”

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