Diciembre 6, 2024

Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela: su legado

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 marearoja_vnzlLa tenaz lucha del Comandante Hugo Chávez comenzó hace ya más de 35 años cuando en 1977 a los pies del Saman de Güere, juró fidelidad, junto a un grupo de oficiales, al mensaje de Bolívar a 200 años de la muerte del Libertador. Años más tarde en 1982 fundó el MBR200 –Movimiento Bolivariano Revolucionario 200– que en 1992 daría el fallido golpe de estado militar del 4 de febrero de 1992. Ese movimiento es la base de la unión cívico-militar que con el nombre de Movimiento V República llega al poder el 2 de febrero de 1999 cuando es juramentado como el 47 presidente de Venezuela.

 

Estas dos décadas en el poder no fueron fáciles. Luchó contra la secular discriminación en la sociedad venezolana y la corrupción de la clase política venezolana que durante décadas se repartió los recursos públicos en beneficio propio. Hoy Venezuela aparece como el país de Latinoamérica con menores desigualdades sociales. La región ha sido laboratorio de múltiples proyectos e innovaciones pero ninguno de esos proyectos entendió que el primer paso consistía en que la población se convirtiera en actor central de su propia liberación. No un regalo que hacía un Estado benefactor. Esa lucha del pueblo venezolano, actor de las transformaciones, y de la justicia social exhibe hoy resultados políticos y sociales irreversibles. Es la segunda independencia de la Nación venezolana, donde el pueblo es el actor central de los cambios que se realizan. Apuesta histórica de difícil realización: convertir la aspiración e inspiración de un movimiento social en una fuerza política. La misma que se manifestó en el referéndum revocatorio del 29 de mayo de 2003 al que se sometió el Presidente Chávez durante su mandato presidencial.


Los golpistas del 2002 leyeron mal la evolución de la sociedad venezolana en esos años. Pensaron que en ese 11 de abril podrían desbaratar 4 años de conciencia del significado de la revolución social que se realizaba, con una asonada empresarial y de algunos burócratas sindicales. No sólo eso. Se probó, contra el reclamo de los políticos tradicionales, que opinan que poco o nada se puede hacer en 4 años, que eso es efectivo cuando las leyes se dictan según las agendas de una clase política contraria a los cambios.


Generalmente las Constituciones Políticas de los Estados constituyen documentos oficiales herméticos de escasa significación para la ciudadanía. Más que el 70% logrado en diciembre de 1999 para la aprobación de la Nueva Carta Magna, ésta fue validada en la práctica política de los años que sucedieron.


Se habla del caos económico de Venezuela, provocado por la gestión del Presidente Chávez, con inflación de dos cifras, déficit en las cuentas externas de la Nación, depreciación de la moneda, etcétera. Comparadas dichas cifras con la crisis que enfrentan las economías avanzadas, con EEUU a la cabeza, resulta apenas un ejercicio de menor importancia. Baste decir que ese país esgrime como principal producto de exportación el billete dólar y papeles llamados Bonos del Tesoro que intercambia contra el ahorro de otros países, especialmente dos: China y Japón. El resto de la humanidad, al igual que esos dos países, está inundado del recurso de la vergüenza y de los dichos de los fabricantes del fraude más espectacular de los últimos tiempos: la Deuda.


Refugiados económicos hacen colas en los consulados de las economías emergentes en las principales capitales europeas. En España, su clase política, con más de 5 millones de desempleados sin solución alguna, se hunde en las cuentas truchas de la clase gobernante.


Se engañan quienes creen que estas son verdades manejadas por sabios economistas y politólogos. A tal punto que olvidan comentar que hace 4 días atrás el pueblo suizo votó en consulta plebiscitaria, con un 68% de aprobación, contra los altos sueldos de los banqueros de ese país –vergüenza nacional– estipulando que el máximo de sus ingresos no podía estar más allá de 12 veces del menor salario pagado en el establecimiento bancario. (Conviene subrayar que en ese país los bancos manejan 5,6 trillones de dólares). Es la voz del pueblo que surge en los continentes como marea incontenible.


El presidente Chávez entendió que las reservas básicas de su país debían ser venezolanas y por ello recuperó las inmensas reservas naturales del Golfo de Maracaibo y de la cuenca del Orinoco para su país. Su mensaje fue claro y contundente: las riquezas del país se defienden y la garantía más absoluta de esa decisión es el pueblo en el poder.


Para los guerreristas que hoy exportan la guerra contra los pueblos de África, el Medio Oriente y Latinoamérica este discurso fue provocador e inaceptable. Los años que vienen constituyen un período de profundas transformaciones sociales. Por eso, el mensaje libertario y de unidad latinoamericana constituye el legado fundamental del presidente Chávez.


* Director de www.fortinmapocho.com y Secretario General del MSPS.

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