Diciembre 10, 2024

Compañía antofagastina estrena obra sobre DD.DD.

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ausente_baile “Baile Ausente de un Arcángel”, última creación de La Huella Teatro, recoge el dolor universal de la pérdida de un ser querido y pone en valor el sincretismo del mundo del promesante y el mundo andino, mostrando su vigencia. La pieza, resultado de un largo trabajo de investigación, se estrenará el 15 de marzo en Matucana 100 y tendrá funciones de viernes a domingo hasta el 14 de abril.

 


Alejandra Rojas, directora de la obra y la compañía, convocó para este proyecto a destacados profesionales santiaguinos del área de la dramaturgia, diseño y composición musical, además de seleccionar a tres actores mediante una audición en Santiago para realizar una residencia de siete meses  en Antofagasta.


La historia muestra a Benilda (interpretada por la actriz antofagastina Pamela Meneses), una mujer que desconoce el paradero de su hermano menor y que luego de mucho buscarlo decide, como última posibilidad, viajar a la fiesta de la Virgen de Ayquina donde él debe asistir como promesante.

 

 

PROCESO DE TRABAJO

La idea del montaje y su investigación empezó el año 2010. “El trabajo se ha dividido en varias etapas con diferentes grupos, tanto el de investigación como el creativo.  En 2012 pasamos al montaje. El proceso fue duro ya que hemos tenido que aprender el lenguaje de los bailes promesantes”, explica la directora.


En el proceso de investigación la compañía fue asesorada por el antropólogo Domingo Gómez Parra, la investigadora en Bailes Promesantes Nelly Lemus,  y el sociólogo Bernardo Guerrero.


Además, Teresa Ralli y Julián Vargas, integrantes del mítico grupo teatral peruano Yuyachkani, realizaron talleres con la compañía que resultaron fundamentales en el resultado final.


PUESTA EN ESCENA

Los cuatro actores, la antofagastina Pamela Meneses, el porteño Andrés Ulloa (“Play”), la rancagüina Francisca Salazar y el santiaguino Esteban González, están todo el tiempo en el escenario, cambiándose de vestuario a la vista de los espectadores


Un punto atractivo es la estética en blanco y negro para la escenografía y vestuario, propuesta por el diseñador Eduardo Jiménez (La Troppa, La Mona Ilustre, Mauricio Celedón). El profesional explica que la ausencia de color es una forma de representar la soledad, la ausencia y la angustia de la desaparición de un ser querido. “La escenografía responde esencialmente al concepto del desierto, la soledad y a la pérdida, y es un rectángulo compuesto por vestuario de personas que ya no están”, explica. Jiménez precisa que lo único que tiene color es el personaje desaparecido.


El blanco y negro se repite en la representación de la fiesta de Ayquina, donde las máscaras responden a la misma estética, excepto la del Arcángel, el hermano buscado.


El equipo se completa con Alejandro Miranda en la composición musical, artista de reconocida trayectoria y que consigue dar cuenta, a través de la sonoridad, del  espacio insondable del desierto.

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