Diciembre 4, 2024

La extraordinaria capacidad de iniciativa política del pueblo Mapuche

mapu

 mapuQuedó claro en la cumbre indígena del cerro Ñielol en Temuco, este miércoles 16 de enero. Los winkas no tienen nada que enseñarle a la dirigencia mapuche.

 

Como Lautaro, a su manera, y en los contextos históricos de los tiempos presentes, la variopinta dirigencia mapuche está aprovechando las fisuras en la legitimidad y exabruptos represivos del Gobierno y del Estado chileno para hacer avanzar la causa de su pueblo. Y con cobertura mediática internacional.


La capacidad de saltar sobre la ocasión (Carpe diem) es la clave de la táctica política en el mundo occidental desde Maquiavelo hasta el brillante Lenin, pasando por el abominable Pinochet.

 

Poco importa si los mapuches actúan separados en la misma causa. Las distintas formas de lucha en la que una parte de los chilenos han fracasado, los mapuche las utilizan bien.

 

!Más inteligencia contra el terrorismo! claman los winkas de la Concertación y la Alianza. Si éstos tuvieran dos dedos de frente ya habrían comprendido que hay que cambiar de ángulo para comenzar a entender. Fundamental si se quiere realmente descomprimir un conflicto. Ahora lo saben y estarán obligados a actuar en consecuencia: la encuesta de la PNUD, recién publicada, revela que nada menos que 89% de los chilenos considera que “es necesario el reconocimiento constitucional del pueblo mapuche”. Oportunistamente las elites binominales actuarán, pero tarde.

 

Ahora lo recuerdo bien. Un joven militante mapuche preso político, al cual visité en la cárcel de Temuco en diciembre del 2010, me lo explicó en estos términos: Cuando luchábamos contra los españoles no todas las comunidades se iban todas juntas a la lucha. Mientras unas hostigaban las tropas enemigas, otras se ocupaban del lof, otras se adiestraban y otras mantenían el relato entre los niños y jóvenes. Nos turnábamos para no cansarnos y así poder recrearnos. Y así no nos han vencido. Otros tomarán la lanza, otros los instrumentos musicales y otros mantendrán el relato. Hemos sobrevivido y obtendremos lo deseado: autogobernarnos”.

 

Más que la inteligencia, es la sabiduría mapuche la que se opone a la inteligencia represiva y reaccionaria del Estado Chileno con la emergencia de un proyecto de nación en su propio territorio. Y ni los gobiernos concertacionistas o aliancistas al servicio de las compañías forestales y de la agroexportación podrán detener la marcha de un pueblo por su liberación. La opción de Piñera, según el cálculo político, será si dejarle o no la papa caliente a M. Bachelet.

 

Veamos lo que pasó. Con un discurso profundo y un razonamiento argumentado y penetrante, Aucán Huilcamán, el vocero mapuche del Consejo de Todas las Tierras planteó en Ñielol que Sebastián Piñera, en nombre del Estado chileno, debía pedir perdón por el daño causado al pueblo mapuche. Denunció el no cumplimiento del Tratado de Tapihue, firmado en 1825, a pesar de que se encuentra vigente. El dirigente mapuche acusó al gobierno de aplicar una doctrina de negación de los derechos de las etnias y expresó que en 2007 las Naciones Unidas reconocieron el aporte de los autogobiernos, cuestión frente a la cual los gobiernos, indicó, han hecho oídos sordos.

 

Apelando a la historia el dirigente mapuche afirmó: “ya esto es un proceso irrevocable. La autodeterminación ya aquí es un tema instalado, aunque no esté en la agenda del Gobierno y los partidos. Se anunció y ahora viene la etapa de materializarlo únicamente”.

 

Los que hoy luchan en Chile tienen mucho que aprender. Los ojos y oídos del mundo ven en la causa mapuche una causa justa, porque, justamente, luchan. Es la causa que perdura de un pueblo que se levanta orgulloso, reivindica su historia, no se da por vencido, utiliza la inteligencia táctica y concita la admiración y el reconocimiento. Y a nosotros de entregar toda nuestra solidaridad. A exigir que el Estado chileno libere a los presos políticos mapuche injustamente encarcelados y la derogación de la Ley Antiterrorista.

 

Y de lo anterior no se hablará ni en TVN, ni en CNN, ni en el 13, ni tampoco en Chile Visión, ni menos en los pasquines de Copesa ni en el “decano” de los Edwards.

 

Leopoldo Lavín Mujica, M.A. en Communication, publique y B.A. en Philosophie et Journalisme de l’Université Laval, Québec, Canadá.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *