Un fuerte crecimiento en la tasa de suicidio adolescente -sólo superado por Corea del Sur entre los países de la OCDE- mantiene preocupadas a las autoridades chilenas.
Según datos oficiales, en el año 2000 cuatro de cada 100 mil jóvenes chilenos se suicidaron entre 10 y 19 años. Sin embargo, la cifra aumentó en 2010 a ocho, mientras que para el 2020 podría llegar incluso a doce, señaló el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
En tanto, la preocupación ante el aumento del suicidio juvenil se evidenció en los resultados del estudio “Situación de salud del adolescente en Chile”, elaborado por la Universidad Católica a partir del análisis de 18 mil 450 fichas clínicas de adolescentes de entre 10 y 14 años.
Según el informe, en 2011 un 24 por ciento de los escolares presentaron alteraciones en su estado de ánimo y un 1,2 por ciento han tenido ideas suicidas.
Ante esto, el ministro Jaime Mañalich, indicó que, al contrario que Chile, muchos países han podido desarrollar estrategias específicas para disminuir sus tasas de suicidio adolescente, caso que n el país, “además de dolernos enormemente, es un llamado a la acción como sociedad porque nos interpela a todos”.
La importancia de la educación
A juicio de los expertos en educación, si bien las causas del suicidio son múltiples, el refuerzo pedagógico y el aumento de la asistencia psicológica contribuirían a mitigar las cifras.
“Los países con alto crecimiento económico tienden a una situación que muchas veces genera desvinculación comunitaria y social. No hemos acompañado el desarrollo con políticas de protección para los colectivos minoritarios”, explicó al medio internacional Efe Carolina Bascuñán, vicepresidenta del programa “Todo Mejora”.
Dicha iniciativa ideó una plataforma en Internet en la que cualquier persona puede subir un vídeo para transmitir un mensaje de optimismo a jóvenes LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) que se sienten rechazados por la sociedad.
Ello para dar apoyo a adolescentes de este colectivo, uno de los grupos que, según Bascuñan, tienen más riesgo de quitarse la vida debido a la discriminación que sufren en la escuela, así como la desatención que reciben por parte de sus familiares.
Por su parte, Paloma Yañez, asesora de la unidad de transversalidad educativa del ministerio de Educación, si bien reconoce que la violencia en las aulas puede ser un factor que incremente el riesgo, advierte no es la única causa del suicidio juvenil: “Un adolescente que se suicida probablemente sea víctima de maltrato, pero seguramente no hay ningún adulto cercano con el que tenga confianza y le ayude a superar ese problema. Tampoco tiene canales de denuncia fiscal. Hay un montón de factores que influyen”.
Violencia en los colegios
Según el Ministerio de Educación, el matonaje (acoso escolar) es uno de los puntos a mejorar en Chile. La última Encuesta Nacional de Convivencia Escolar, presentada el pasado julio, indicó que uno de cada diez estudiantes había sufrido acoso en 2011, de los cuales cerca del 25 por ciento lo padecieron diariamente.
Así, organizaciones como “Todo Mejora” exigen reformas en la formación de docentes para que sepan detectar a tiempo el acoso en aquellos colectivos más sensibles de padecerlo. Además, de que el gobierno mejore la metodología de los estudios de medición de la violencia escolar y del suicidio adolescente, para identificar sus causas y reconocer los grupos de riesgo.
Todo ello para que el país con mayor previsión de crecimiento económico de la OCDE para 2013 y 2014 conozca las razones por las que la tasa de jóvenes que deciden quitarse la vida va en aumento y encuentre fórmulas efectivas para revertir la situación.