Negativa resultó para Leonardo Quijón la audiencia de revisión de medidas cautelares que se realizó este jueves en el Tribunal de Garantía de Collipulli. El magistrado le mantuvo la prisión preventiva, aunque urgió a la Fiscalía a realizar las diligencias relacionadas con el joven, quien alega inocencia y se mantiene en huelga de hambre desde el 27 de noviembre, en una medida extrema asumida para exigir justicia y que agrava el preocupante estado de salud en que se encuentra.
Quijón permanece en prisión en la cárcel de Angol acusado por el fiscal Luis Chamorro de participar en un asalto con robo y homicidio ocurrido en el sector de San Ramón a comienzos de septiembre. En conocimiento de que era buscado por esos hechos, el 3 de septiembre se entregó voluntariamente a la justicia, a pesar de lo cual el tribunal decretó contra él una medida de prisión preventiva de cuatro meses.
Recluido en la cárcel de Temuco, Quijón se sumó a la huelga de hambre realizada junto a otros cuatro comuneros mapuches entre el 1 y el 23 de octubre, medida que suspendieron cuando Gendarmería accedió a trasladarlos al presidio de Angol para estar más cerca de sus familias. En este recinto, el joven retomó su ayuno para exigir juicio justo, que el Ministerio Público agilice su labor, acoja a los testigos que declaran en su favor y se ponga fin a los montajes contra el pueblo mapuche.
El abogado Lorenzo Morales, que representa a Quijón, informó que en la audiencia de medidas cautelares realizada el jueves en Collipulli, el magistrado reconvino al fiscal Luis Chamorro por el estado en que se encuentra la investigación y le exigió tomar declaraciones a los testigos de la defensa y realizar las pruebas de ADN solicitadas y otras medidas que permitirían acreditar la inocencia del detenido.
Mientras tanto, Leonardo Quijón continúa en huelga de hambre en una medida que afecta su situación de salud ya agravada por las carencias que ha enfrentado en sus 20 años de existencia y por las secuelas del disparo en una pierna que recibió de Carabineros en 2009, cuando tenía 17 años de edad. Con posterioridad a esa agresión, y a pesar de ser menor de edad, fue sometido a prisión durante casi un año, sufrió maltratos y fue procesado dos veces por Ley Antiterrorista, siendo absuelto en ambas ocasiones. Quijón afirma que desde los 14 años es un perseguido político por su adhesión a la causa mapuche y que esa persecución se reitera en la situación de detenido que vive actualmente.