El escándalo sexual que le costó el trabajo a David Petraeus como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) alcanzó hoy al general John Allen, comandante de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, luego de confirmarse que el Pentágono lo investiga por mantener comunicaciones inapropiadas con Jill Kelley, una de las involucradas en esta trama.
Funcionarios del Departamento de Defensa dijeron que revisan entre 20 y 30 mil páginas de correos electrónicos y otras comunicaciones entre Allen y Kelley, una mujer de Florida cuyas quejas sobre mensajes de acoso condujeron al hallazgo de la relación de Petraeus con su biógrafa Paula Broadwell.
Un alto funcionario del Pentágono declaró bajo anonimato que los correos electrónicos entre Allen y Kelley eran inapropiados por su naturaleza insinuante, no porque cubrieran información sensible.
El volumen de documentos puede en sí mismo constituir una violación del código militar y una conducta inconveniente para un oficial, explicó la fuente.
Los detalles sobre el contenido de los correos electrónicos no fueron revelados.
No está claro qué acusaciones enfrenta Allen. Es muy pronto para especular, dijo la fuente.
Allen niega haber tenido una relación sexual con Kelley, indicaron fuentes bajo anonimato.
Un funcionario allegado al general Allen, interrogado por The Washington Post, descartó cualquier relación entre ambos.
Kelley, de 37 años, frecuenta círculos militares en Tampa, Florida, donde fue voluntaria en enlaces sociales en la base de la fuerza aérea de MacDill, donde está el Comando Central estadunidense.
Ella y su marido, el cirujano Scott Kelley, se hicieron amigos de Petraeus cuando él estuvo destinado en esa base entre 2008 y 2010.
Sus quejas sobre correos electrónicos hostiles de Broadwell, la mujer con la que Petraeus tuvo un amorío, dieron inicio a una investigación de la FBI que finalmente reveló que el ahora ex director de la CIA estuvo involucrado con su biógrafa.
El lunes el diario The Wall Street Journal reveló que un agente de la FBI que trabajó en el caso está bajo investigación interna por su comportamiento.
El agente, cuyo nombre no fue revelado, envió fotos de su torso desnudo a Kelley luego que ésta solicitó ayuda tras recibir los correos amenazantes de Broadwell.
El verano pasado dicho agente fue retirado del caso. Fuentes citadas por el diario indicaron que los superiores del agente comenzaron a plantearse dudas al ver que éste se mostraba cada vez más obsesionado con el caso.
Fue entonces cuando descubrieron los correos electrónicos y las fotos enviados por el agente.
A finales de octubre el agente expresó su preocupación de que la FBI estuviera informando del caso al congresista republicano David Reichert en Washington.
Reichert refirió la información al líder republicano de la Cámara de Representantes, Eric Cantor, quien contactó al jefe de la FBI, Robert Mueller, el 31 de octubre. Ocho días después Petraeus renunció.
Este martes el presidente Barack Obama suspendió la designación de Allen como jefe supremo de la OTAN, declaró el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor.
A pedido del secretario de Defensa (Leon Panetta) el presidente suspendió la designación del general Allen a la espera de la investigación sobre su conducta.
Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, informó que Obama apoya a Allen.
Panetta informó que Allen continuará en Kabul como comandante de las fuerzas de la OTAN mientras se lleva a cabo la investigación.
La noche del lunes agentes de la FBI registraron la casa de Broadwell, de 40 años, quien vive con su esposo y dos hijos en Charlotte, Carolina del Norte. No se informó qué buscaban.