Grecia podría anunciar la quiebra el próximo viernes, según ‘The Financial Times’. Precisamente el 16 de noviembre vencen los bonos del Gobierno griego valorados en 5.000 millones de euros en manos del Banco Central Europeo (BCE).
El país no dispone de los fondos para pagar, mientras el BCE se ha negado a diferir el pago, según comentó a la publicación un alto funcionario de la institución financiera. Así, el banco europeo trata de presionar a los otros dos acreedores internacionales, la Comisión Europea y el FMI, para alcanzar un acuerdo sobre los parámetros necesarios para reducir la deuda griega.
Esto permitiría proporcionar a Grecia el próximo tramo de ayuda tan esperado, que constituye 31.500 millones de euros. Este tramo debía haber sido entregado el pasado junio, pero el proceso se detuvo debido a la incapacidad de Atenas para cumplir con los requisitos de los prestamistas internacionales de reducción del déficit presupuestario y la deuda nacional.
Sin embargo, la decisión de la entrega del siguiente tramo, que se esperaba tomar el próximo lunes, probablemente se retrase hasta el 26 de noviembre, cuando los ministros de finanzas de la eurozona reciban el informe final de la Troika sobre el cumplimiento de la condiciones de financiamiento por parte de Grecia, informó uno de los funcionarios europeos a la agencia de noticias Bloomberg.
Entre tanto, el jueves, en medio de las protestas populares, el Parlamento de Grecia ratificó los presupuestos para el periodo 2013-2016, que prevén una reducción de 13.500 millones de euros a cambio de otro tramo de ayuda de 31.500 millones de euros de la UE y del FMI. El nuevo proyecto de presupuesto incluye un paquete de medidas para reducir el déficit público: aumentar la edad de jubilación de 65 a 67 años, reducir los salarios públicos, pensiones e indemnizaciones, y reducir los gastos en salud, educación y defensa. De esta manera los políticos griegos han cumplido una de las dos tareas principales. El domingo por la noche está prevista la votación de los presupuestos detallados para el año 2013, que incluyen buena parte de los nuevos recortes exigidos por los acreedores internacionales.