Diciembre 3, 2024

Exposición Nacional

maturana_t0

maturana_t0Dicen que en un día claro se ve para siempre, pero al menos en una noche como la del pasado domingo, y gracias a la emisión en directo del programa “Tolerancia 0” en Chilevisión, podíamos escuchar (y en buena medida ver, cuando el juego de las cámaras coincidía con las miradas de los panelistas) una lección de dialéctica y ética que se desarrollaba con el segundo entrevistado, el biólogo y filósofo (esto en orden alfabético) Humberto Maturana. Cada frase y cada pausa o silencio que el pensador entregaba, provocaba una cada vez más molesta reacción de tres de los cuatro “oficiales” que, paradojalmente, le habían planteado el tema de la violencia entre los chilenos.

 

Como pocas veces ocurre en cualquier medio malinformativo, estos cuatro mamíferos (me estoy adelantando a los hechos) que ocupan un mismo puesto domingo a domingo (como en el comedor de una familia tradicional), comenzaron ocupados en representar cada cual su rol (Bofill, el profesional serio y conservador; Del Río, trepador de encuestas y evangelizador al paso; Paulsen, el peso-pesado con expresión febril; y por último, pero no mejor, Villegas, el franco-tirador a quemarropa). Y como pocas veces pasa en uno de esos megacanales nacionales, el entrevistado Maturana desde el principio demostró no venir con guión ni traerlo aprendido. ¡Qué mala fortuna!..


Así las cosas, los cuatro jinetes iniciaron la carrera en forma más o menos ordenada como de costumbre. Por supuesto, Villegas iba a arreciar con su jamelgo (ese domingo lo cambió por “su” lobo) en cuanto saltara una mínima oportunidad. Y Paulsen a mostrar su ineficacia cuando el entrevistado está en “otro plano”. Y Bofill a utilizar su seny catalán cuando la situación lo demanda. Y, por fin, Del Río, a desplegar su abundante estupidez cuando, no sólo tiene un entrevistado inalcanzable, sino un espejo que lo retrata de pies a cabeza.


Se sentó ese domingo de mediados de octubre, en esa segunda tanda del programa “Tolerancia 0”, una especie de recuerdo frondoso encarnado en el profesor Maturana que decía que el tiempo no pasa, que hay que hacerlo. Y al decir algo así en el Chile de hoy, representado en el programa por los cuatro hidalgos inquisidores del futuro, demostró que entre el respeto y la tolerancia, un 75% apuesta por esto último.

 

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