Diciembre 12, 2024

Dijeron adiós al periodista y escritor Oscar Vásquez Salazar, Don Casca

Familiares, colegas y amigos sepultaron el martes al periodista y escritor Oscar Vásquez Salazar, fallecido el lunes. Nacido en 1936, firmaba sus crónicas deportivas en  el vespertino Noticias de Última Hora como Don Casca. Se desempeñó también en información general y, además, publicó libros de cuentos y poemas, entre otros Chacharacha y Otros Relatos.

 

La dictadura militar lo aventó al exilio, y vivió casi dos décadas entre Ecuador y Venezuela. Era hijo del célebre escritor Nicomedes Guzmán, autor de la novela La Sangre y La Esperanza. Precisamente en Quito, Oscar Vásquez publicó en 1983 El esplendor de los calcinados, poemas,


A su regreso a Chile trabajó en la sección Reportajes del diario popular Fortín Mapocho, hasta que ese matutino dejó de circular en julio de 1991, por falta de apoyo publicitario del primer gobierno de la Concertación (Patricio Aylwin) y desinterés político de sus propietarios en conservar el periódico. Más tarde, Vásquez se desempeñó en el área de comunicaciones del ministerio de Salud, sector Oriente de la capital, con sede en el Hospital Salvador.


El velatorio en la Casa del Escritor concluyó al mediodía con una breve ceremonia conducida por su viuda, María Esther, en presencia de numerosos escritores, amigos y periodistas, como Oriana Zorrilla, José Luis Córdova, Fernando Quilodrán, Gladys Díaz, Olivia Mora y Ernesto Carmona, que además representó al Círculo de Periodistas de Santiago. Dijo algunas palabras la escritora Carmen Berenguer.


En  el cementerio Parque del Recuerdo fue despedido por numerosos familiares, vecinos de su barrio y amigos. Entre otros, hablaron Sergio Gutiérrez Patri y Gladys Díaz. Ambos fueron sus compañeros de curso en la escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, a comienzos de los años 60. También hablaron su viuda, varios de sus hijos y su hermano Darío Vásquez, secretario general del Colegio de Profesores.


“Tu partida nos retrotrae a esa lejana juventud, cuando nos matriculábamos en la Universidad de Chile para ser periodistas. Era la creativa, combativa y vital década de los ‘60 y tú, y nosotros, briosos, incansables, rebeldes idealistas, no sentíamos capaces de transformar el mundo y en ser voz de los que en cualquier período de la historia no la tienen”, dijo Gladys Díaz.

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