Diciembre 8, 2024

Joan Garcés: “Las consecuencias de la intervención en España han sido buscadas y, por ello, son superables”

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garces_joanJoan Garcés (Lliria, Valencia, 1944) ha vivido, en el entorno de Salvador Allende y François Mitterand, algunos de los momentos más significativos del siglo XX. Como letrado, intervino, desde 1996, como director de la acusación popular y particular contra Pinochet y su Junta Militar ante los Tribunales de España y Reino Unido. Ha representado a Carmen Negrín –nieta del presidente de la 2ª República– en el proceso de 2008 contra los crímenes del franquismo. Gran estudioso de la política internacional, ahí está Soberanos e intervenidos (Siglo XXI). La 4ª edición –“apabullante y fascinante”, según Benedetti– está a punto de salir.

 

 

¿Qué significa estar intervenido?

Que España está intervenida en 2012 es un hecho generalmente conocido y asumido. Mucho menos lo es desde cuándo y a través de qué instrumentos. La soberanía hoy debe entenderse en el marco del sistema internacional regido por la Carta de las Naciones Unidas desde 1945, basado en la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos, el principio de la igualdad soberana de todos sus miembros, su independencia política y la no intervención en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna.

 

La finalidad de estos principios es mantener la paz y la seguridad internacionales, practicar la tolerancia y la convivencia en paz, reafirmar la fe en los derechos fundamentales, en 1a dignidad y el valor de la persona, en la igualdad de hombres y mujeres, y de las naciones grandes y pequeñas; crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas del derecho internacional, promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad, promover el progreso económico y social de los pueblos. Un Estado intervenido tiene sus principales órganos de decisión bajo el control de hecho de otro(s) Estado(s). Directamente, como es el caso de los “protectorados”, o indirectamente a través de personas u organizaciones cuya lealtad primera no es tanto a los ciudadanos del Estado formalmente soberano sino a la(s) potencia(s) interventora(s).

 

ENTREVISTA COMPLETA EN PDF

 

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