Diciembre 9, 2024

Francia pedirá la prohibición del cultivo de transgénicos agrícolas en Europa

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stephan_ministroagrofrancesFrancia pedirá la prohibición en Europa de los transgénicos agrícolas si se confirma que son peligrosos para la salud, anunció el jueves en Dijon el primer ministro francés Jean-Marc Ayrault. La publicación de un estudio por investigadores franceses, que pone seriamente en cuestión la inocuidad a largo plazo del maíz transgénico NK603, llevó a someter este asunto a la Agencia de Seguridad Sanitaria y a la Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos, dijo Ayrault en un discurso pronunciado en Dijon.

 

Pedí un procedimiento rápido, de algunas semanas, que permitirá verificar la validez científica de ese estudio, agregó el jefe de gobierno francés.


Si los resultados son concluyentes, Stephane Le Foll (ministro francés de Agricultura) defenderá en Europa la prohibición de esos organismos genéticamente modificados, aseguró Ayrault. El estudio francés publicado el miércoles, que asegura que las ratas alimentadas con maíz transgénico sufren cáncer y mueren antes, reactivó la polémica sobre esas semillas.


Los universitarios franceses analizaron durante dos años los efectos en 200 ratas del maíz transgénico NK603 y del herbicida Roundup, el más utilizado en el mundo, productos de Monsanto.


Los resultados demostraron que en los roedores alimentados con transgénicos aparecen tumores hasta 600 días antes que en las ratas indicador (no alimentadas con transgénicos), mientras en el caso de las hembras aparecen una media de 94 días antes.


La Comisión Europea pidió el miércoles a su agencia responsable de la seguridad de los alimentos que examine los resultados del estudio para sacar conclusiones.


En Bruselas, el eurodiputado francés Jose Bové, de Los Verdes, una de las figuras emblemáticas de la lucha contra los transgénicos, pidió la suspensión inmediata de las autorizaciones de cultivo de esos productos.


Por otro lado, la eurodiputada y ex ministra de Medio Ambiente francesa Corinne Lepage denunció en entrevista que los productores de transgénicos hacen lo posible para que no haya estudios sobre los efectos en la salud de esos organismos genéticamente modificados.


Es indignante darse cuenta de la incapacidad de los políticos para responder a una pregunta sencilla: ¿los transgénicos son un problema para la salud humana? Hay una pugna para que no haya estudios, aseguró Lepage tras la publicación del estudio que alerta de la toxicidad del maíz de la multinacional Monsanto.


Las empresas que producen transgénicos son responsables de si su producto es tóxico, excepto en un caso: si el estado de los conocimientos (científicos) no permite saber si hay un problema. De esta manera su objetivo es esquivar el problema y evitar que haya estudios, aseguró la ex ministra.


Hasta ahora las empresas habían limitado los estudios a los efectos durante 90 días, pero el estudio francés, dirigido por un profesor de la Universidad de Caen, se basó en una observación a más largo plazo y llegó a la conclusión de que las ratas alimentadas con maíz transgénico sufren cáncer y mueren antes.


El estudio es único porque se hizo durante dos años; incluye más de cien parámetros distintos, con un análisis de todos los tumores encontrados (en las ratas). Todo esto no se había hecho antes, explicó Lepage.


Creo que en el caso de este maíz (NK603) sería indispensable aplicar una cláusula para regular su consumo y su importación. Para el resto (de transgénicos) es indispensable hacer estudios como el francés y aplicar medidas transitorias (a la espera de los resultados), explica Lepage.

 

Sociedad civil mexicana muy preocupada

 

 

Los resultados del estudio efectuado en ratas alimentadas con maíz transgénico Monsanto deberían llevar al gobierno mexicano a declarar una moratoria inmediata de las siembras experimentales y pilotos de esos productos y negar cualquier posibilidad a las comerciales, sostuvo Alejandro Espinosa Calderón, coordinador del programa de alimentación y agricultura de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad.


En entrevista, el también experto del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) indicó que si las autoridades tuvieran algo de sentido común y de patriotismo defenderían los maíces criollos y detendrían las siembra del transgénico ante la posibilidad de que contamine a alguna de las 59 razas nativas.


El científico, que trabaja en producción de semillas y mejoramiento genético, llamó a la próxima administración federal, que encabezará Enrique Peña Nieto, a no continuar con esa política que pone en riesgo la bioseguridad de los mexicanos y que ha llevado a algunas naciones de Europa y Sudamérica a impedir esos cultivos.


Conorp


Por su parte, el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pequeros (Conorp) señaló que los resultados del estudio de la Universidad de Caen confirma nuestra propuesta para que no se sigan sembrando transgénicos. Demandó a las autoridades agrarias terminar con esos cultivos.


Rocío Miranda, de la comisión política del Conorp y dirigente de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, precisó que México no logrará la soberanía alimentaria sembrando transgénicos, sino incrementando la producción nacional de semillas, especialmente de granos básicos. Dijo que esto será parte de lo que solicitarán a la nueva administración federal.


Tras señalar que se tendría que echar por tierra la intención de Monsanto de contar con permisos para la siembra comercial de maíz transgénico en Sinaloa en el ciclo otoño-invierno, Espinosa Calderón precisó que el estudio de la Universidad de Caen es serio y formal y no a modo de los experimentos que se dijo que se hicieron para autorizar las siembras pilotos, los cuales fueron dirigidos por empresas con intereses.


Por otra parte, Greenpeace advirtió que mientras se acumulan estudios internacionales que revelan daños a la salud por el consumo de maíz transgénico resistente a herbicidas, en México se está en la antesala de la autorización comercial de ese cultivo. El gobierno no ha hecho una evaluación de riesgo de estos productos, como hace la Unión Europea, y aún así ya dio permisos para pruebas pilotos.


Aleira Lara, coordinadora de campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace, dijo que el estudio sobre los efectos negativos en la salud por el consumo del maíz resistente al herbicida que va asociado con el glifosato es uno más de los que cada año se hacen sobre los riesgos que implica el consumo de estos desarrollos.

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