Diciembre 26, 2024

El Banco Central Europeo sale al rescate de países en crisis: euforia bursátil

draghi_mario_ecb

draghi_mario_ecbEl Banco Central Europeo (BCE) acordó lanzar un nuevo programa de compras de bonos, potencialmente ilimitado, para rebajar los costos financieros de los países de la zona euro en dificultades y poner un piso a la crisis de la deuda, informó el presidente del organismo, Mario Draghi. Anunció que hará compras ilimitadas de bonos de deuda pública con vencimientos de entre uno y tres años de países que lo soliciten, bajo estrictas condiciones, para enfrentar una crisis que paraliza a la región y preocupa al mundo.

 

La medida anunciada fue recibida con fuertes alzas en las bolsas. Las europeas cerraron en su mejor nivel en seis meses: Madrid ganó 4.91 por ciento y Milán 4.31, Londres 2.11, París 3.06 y Francfort 2.91 por ciento. En Nueva York el Dow Jones subió 1.86, el Standard and Poor’s 2.03 y el Nasdaq 2.17 por ciento, mientras la Bolsa Mexicana de Valores avanzó 1.04 por ciento. El peso mexicano se apreció 0.38 por ciento al cerrar en 13.18 por dólar, frente a 13.23 del martes. En Nueva York el euro subió frente al dólar, impulsado por el anuncio de un programa de compra de bonos del BCE. También se redujo la presión sobre la deuda de España e Italia.


Mantiene la tasa de referencia en 0.75 por ciento


Mario Draghi expresó que lanzará el programa bautizado Outright monetary transactions (OMT, transacciones monetarias directas) en el mercado secundario de deuda pública. El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, mantiene su rechazo a la decisión del BCE. Así, la crisis de la zona euro entra en un nuevo capítulo al hacer Dradghi, también, una defensa específica del euro. “El euro es irreversible”, aseguró.


El BCE hará una excepción con la deuda griega: continuará sin aceptar en garantía los bonos de la deuda pública griegos por el momento, conforme a una decisión tomada en julio. El BCE decidió igualmente el jueves que otros títulos de deuda en algunas divisas (dólar, libra esterlina y yen) podrán ser aceptados como garantías presentadas por los bancos para participar en las operaciones de refinanciamiento. Una medida similar ya estuvo en vigor entre octubre de 2008 y diciembre de 2010.


Las iniciativas apuntan precisamente a contrarrestar el fuerte diferencial entre las tasas exigidas por los mercados a esos países y las que pagan aquellos que ostentan economías más sólidas, como Alemania. El programa de compra de deuda se lanzó debido a las “perturbaciones graves observadas en el mercado de la deuda pública por temores infundados por parte de los inversores sobre la reversibilidad del euro”, sostuvo Draghi.


Las medidas no apuntan a reducir las primas de riesgo (diferenciales con las tasas alemanas de referencia) hasta algún nivel específico, precisó Draghi. Pero su activación supone un pedido formal por parte de los interesados.


El BCE realizará sus intervenciones a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y de su futuro sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que cuenta con un respaldo de más de 500 mil millones de euros. El BCE decidió además flexibilizar los criterios de las garantías que exige a los bancos de la zona euro cuando otorga préstamos a través de operaciones de refinanciación.


Y se abstendrá de reclamar prioridad en los rembolsos (principio de antigüedad, o seniority) frente a los acreedores privados en caso de insolvencia de un país, contrariamente a lo ocurrido cuando a inicios de año concedió una quita parcial de la deuda griega.


Según Merkel, el BCE tomó sus decisiones “en el marco de su independencia y su mandato”. El presidente del banco central alemán, Jens Weidmann, se había opuesto a ese tipo de medidas. Draghi reveló que un miembro del consejo de gobernadores del BCE había votado en contra de las decisiones.


El BCE mantuvo sin cambios su tasa básica de interés en 0.75 por ciento. Ese nivel, vigente desde julio, es su mínimo histórico, y los analistas estiman que podría reducirse aún más este año, dada la necesidad de incentivar la economía de la eurozona, que se hunde en la recesión. La OCDE advierte sobre la gravedad de la crisis.


FMI aplaude la medida

En Washington, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, saludó “extraordinariamente” la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de comprar deuda soberana de países en crisis de forma ilimitada hasta lograr que se reduza la presión de esos mercados. El FMI señaló su disposición a cooperar con la iniciativa. “Damos una fuerte bienvenida al nuevo marco (de política de bonos) del BCE” que permitirá compras ilimitadas de títulos de deuda pública de países de la eurozona que lo soliciten, con vencimientos de entre uno y tres años, como forma de bajar la presión de los mercados, afirmó Lagarde. “El FMI está dispuesto a cooperar” según sus posibilidades, añadió.


“Vemos en la acción del BCE un paso importante para reforzar la estabilidad y el crecimiento en la eurozona”, añadió Lagarde. Reiteró que el FMI está dispuesto a colaborar en el marco de algunos programas, según el comunicado escrito difundido por la institución.


En tanto, en Pretoria, el Banco Mundial (BM) se mantiene a la disposición de los países de la eurozona para ofrecer su asesoramiento, declaró este jueves el presidente de la institución, Jim Yong Kim, y repitió que el papel del banco no es inyectar liquidez a Europa.


“Tenemos un conocimiento técnico muy específico que puede ser utilizado, y ofrecemos nuestra asistencia técnica si los países europeos están interesados”, declaró Jim Yong Kim, con ocasión de una visita a Pretoria, segunda etapa de su gira africana.

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