Diciembre 11, 2024

Da lo mismo que sea cura, colchonero, Rey de Bastos, caradura o polizón

ballesteros_camilo

ballesteros_camiloLas elecciones tienen ese no se qué fascinante que logra cuestiones que no hace mucho eran impensables. De líder revoltoso,  Camilo Ballesteros declina en un candidato con un profundo conocimiento de su rol.

Extraño, si se considera que es primera vez que accede a exponerse a las elecciones de esa naturaleza. Todo un mérito, si se quiere.


Es indiscutible que estamos en presencia del nacimiento de una estrella en esto de las candidaturas. Ungido como el candidato símbolo del acuerdo Concertación –PC, ha dejado a buen resguardo sus discursos de ese extravagante tiempo en que encabezaba las combatidas huestes de la Universidad de Santiago de Chile. Cuando acusaba lo que la derecha estaba haciendo en materia educacional, y lo que había logrado la Concertación en sus dos decenios de hacer y deshacer.


Hay imágenes del ex dirigente estudiantil  en medios de comunicación, que por lo menos deberían generar algún nivel de desconcierto en quienes no acostumbran a ver malabarismos políticos de tal envergadura. Eso, en el caso que aún existieran personajes con tan elevado nivel de inocencia.


El intento de desbancar a la UDI de Estación Central emerge de los acuerdos entre la Concertación y PC de repartirse algunas comunas para optimizar los votos y lograr mayoría de Concejales y Alcaldes, con la vista puesta en las elecciones parlamentarias y presidenciales del próximo año.


En esta decisión no estará ajeno el criterio de la ex presidenta que se mantiene al aguaite en la ONU: o me ordenan el naipe, o no vuelvo.


De ahí que cada uno de los que posaron solemnes para la foto en el lanzamiento de la campaña de Ballesteros, hayan tenido en mente ese propósito mayor, como un objetivo.


Pero también es posible pensar que cada uno por separado, y habida cuenta de sus propios intereres anidados en lo más profundo de sus secretos, haya querido hacerse presente para acumular aguas para sus propios y bien diseñados molinos.


De lo contrario es difícil adivinar por qué en esa oportunidad se congregan personajes tan disímiles.  El ex presidente Lagos, por ejemplo. ¿Cuál habrá sido su interés en acompañar a Ballesteros en esa misa  si se trata de un ex dirigente que lo culpó reiteradas veces de de ser un responsable privilegiado de la situación de la educación pública que se extingue? ¿Fue o no fue Lagos un presidente al que los empresarios adoraron y ahora añoran? ¿Creó el Crédito con Aval del Estado que tiene a centenares de miles endeudados hasta la coronilla? ¿Fue un presidente prepotente con los pobres, y mano ancha con los ricos?


¿Es posible coincidir con el senador Girardi, por ejemplo, sin que a nadie le parezca por lo menos desagradable? ¿Lagos Weber no es el abanderado de aprobar la reforma tributaria del gobierno, rechazada a su vez por los estudiantes?


¿No es acaso la señora Jeria quien encabeza la cruzada para blanquear los crímenes que habría cometido el general Matthei, entre otros, ser encubridor de las torturas de su propio esposo, el general patriota Alberto Bachelet? ¿Qué dirán personas defensoras de los derechos humanos, como el Concejal de Ñuñoa, Manuel  Guerrero, también asistente al evento?


¿Tan caro se paga hoy por hoy, el sillón de un municipio, o de la Cámara? ¿Cómo conciliar en una candidatura semejante falta de coherencia?


Los bandidos que buscan limpiar su imagen oscurecida por veinte años de férrea economía y dura policía, usan momentos como ese para pasar por inocentes. Conviven entre besos y abrazos con algunos que se duplican para estar bien con dios y el Diablo. Un estímulo adicional, es cierto, es el calendario, al que ya le falta poco para las otras elecciones.


Mientras tanto, arrecia la represión y la operación para desactivar las movilizaciones estudiantiles que se acercan en forma peligrosa a las elecciones en donde estos malabaristas de la política tienen puestas sus fichas.


Es de suponer que no harán mucho para apoyar a los estudiantes. De hecho, es notable que en estas proclamaciones no se vean dirigentes estudiantiles activos, ni universitarios ni secundarios. Ni siquiera asistió Camila Vallejo.

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