Numerosos militantes del Sindicato de Trabajadores de Andalucía entraron este martes en dos grandes hipermercados para cargar carros con alimentos y artículos de primera necesidad con la idea de entregar los productos “expropiados” a los “más necesitados” por la crisis económica y las medidas de austeridad del Gobierno español.
Los activistas que irrumpieron en el local explicaron que su única intención es “repartir los productos entre un banco de alimentos y los servicios sociales de los ayuntamientos”, en zonas “donde existe un 40 por ciento de paro y hay una pobreza extrema”.
El Sindicato andaluz organizó las acciones sorpresa de “expropiación forzosa” en las localidades de Sevilla y Arcos de la Frontera bajo el lema de “Expropiar a los expropiadores”.
En Sevilla, el líder sindical y también diputado autonómico, Juan Sánchez Gordillo, expresó que las expropiaciones serían de artículos de primera necesidad como leche, harina, huevos, aceite, arroz o garbanzos.
“En este momento de crisis, donde están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores, esto es, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica”, subrayó.
Al intentar salir sin cancelar los alimentos, se produjo un fuerte forcejeo entre los sindicalistas y los empleados del establecimiento, aunque finalmente aquellos lograron sacar nueve de los diez carros cargados de alimentos.
En Arcos de la Frontera, el secretario general del Sindicato, Diego Cañamero, explicó que el objetivo de las “expropiaciones” de alimentos es “para que la gente pueda comer”.
“Hay colas en las puertas de los Servicios Sociales de los ayuntamientos, la gente no tiene dinero para pagar su casa, ni la electricidad ni el agua; hay muchos morosos en los pueblos y por eso hemos venido a hacer esta propuesta”.
En esta localidad, unos 200 parados agrícolas y representantes sindicales del campo han entrado en el local y han cogido alimentos básicos, hasta llenar 20 carros.
A pesar de la presencia de los cuerpos de seguridad, los cuales se desplazaron al local tras conocer los hechos, la protesta se desarrolló sin incidentes que lamentar.
En este caso, aunque no lograron llevarse los carros con los alimentos, se logró un acuerdo con el hipermercado Carrefour y la cadena estuvo de acuerdo en trasladar, posteriormente, el contenido por sus propios medios a los ayuntamientos citados por los activistas.
Actualmente el desempleo en España es el más alto entre los países de la Unión Europea, alcanzando un máximo de hasta 25 por ciento.
Esta situación, aunada a las crecientes medidas de austeridad impopulares impuestas por el Gobierno conservador de Mariano Rajoy, han llevado al país a una crisis social que desde hace meses se manifiesta en las calles.