Diciembre 4, 2024

Bachelet no, los mismos…no

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bachelet80089Chile avanza por el camino correcto, por el trazado que han manifestado las organizaciones sociales sacando a la luz pública sus reivindicaciones y urgencias. Sin la indispensable existencia de las presiones y manifestaciones, Chile sería el país de las mil maravillas. Chile es un país con miles de personas pobres en el sentido literal del término, con salarios y condiciones laborales precarias. Como les gustaría a unos/esos cuantos que la capital se trasladara a Las Condes… o un poco más arriba.

 

Todos los carteles/pancartas en las manifestaciones del movimiento estudiantil, fenómeno social nunca antes visto en la calles de Chile y que son la continuación de los consistentes estudiantes traicionados en la época de Bachelet, dejan en evidencia que somos un país que camina sin zapatos. Los estudiantes dan un paso enorme al sostener que el problema del lucro no es un asunto menor, y ahora denuncian que el problema son las estructuras sobre las que se sostiene el modelo. Un país así con estructuras injustas y desequilibradas está destinado a que sean los protagonistas que pisan las calles, los que la destruyan y den paso a un modelo más justo y equilibrado, y en eso hay que meter mano…. y ayudar


Chile es la misma foto de siempre y no cambia.


Chile actual fue el mismo gobernado por la concertación y sus cuatro presidentes que respetaron el pacto con las Fuerzas Armadas, no tocar el modelo heredado de la dictadura. Cada día que pasa, cada día que nace una justa demanda de envergadura entre las tantas que se manifiestan, queda en evidencia la traición para aprovechamiento propio y partidario; esos acuerdos que establecieron en aquella troica evidente, Fuerzas Armadas, grupos económicos y la concertación, que no haya duda alguna, pacto y traición…existen.


En política se pagan todos los favores. Las familias más ricas no pasan por La Moneda a buscar un cheque o un contrato. La evidencia se manifiesta cuando se legisla, cuando se dictan leyes que dan respuesta a los requerimientos que tienen los grandes grupos económicos. Que nadie se llame a engaño, el ganar más dinero, el tener más, el aumentar el capital es un pecado que no se confiesa en la misa del domingo, pero por el cual se brinda. Los grupos económicos en Chile, vienen operando desde hace muchos años, pero han sido en estos dos últimos decenios donde más se han proyectado, donde más control han ejercido, donde más leyes para su beneficio han sido redactadas.


Los grandes finanzas, los enormes aportes a las campañas presidenciales y también a las parlamentarias se sostienen con las dádivas de grupos económicos, y esto sucede incluyendo a los parlamentarios binominales oficialistas y opositores, oficio de lobistas. Finalmente los financistas saben que en algún momento una “manito” les será fundamental, como sucedió con la Ley de Pesca, escrita a mano por la UDI para potenciar más a sus mecenas y sector económico que lo ampara. No hay que olvidar tampoco que las relaciones entre el empresariado pesquero y la concertación, fue de una dulzura notable.


Bachelet NO. Sencillamente porque será la continuación de Piñera, y queda claro porque Piñera fue la continuación de Bachelet y de la concertación. No existen diferencias entre ellos… no se logró condenar el lucro en la educación por ejemplo. El salario mínimo sigue siendo mínimo. No existió voluntad en votos para hacer un “agujerito” al sistema binominal.


Los mismos NO sencillamente porque no aportarán nada nuevo si logran volver a La Moneda en dos años más, si así fuera Chile será el mismo de siempre. Patético es ver a los antiguos próceres esperando volver a ocupar los amplios salones, los mullidos sillones, a volver a estar en las primeras filas de los noticieros.


Estos actuales tiempos de gobierno UDI/RN han dejado en evidencia la existencia de grupos económicos concertacionistas propios.  Ex concertacionistas convertidos en agentes económicos en el lucrativo sistema educativo, accionistas en universidades y empresas. Los chilenos saben que cuando una clase política se convierte en sector empresarial, no conduce a ninguna parte, ya que solo se ha trazado el camino también del lucro y del favoritismo.


Pues bien, los trabajadores, el movimiento estudiantil y la suma de todas las organizaciones sociales son el país real, el resto es pura ficción, una película mala que intenta contarnos que Chile es un país de maravillas, con sus moles y sus edificios enormes, que andar en metro a las horas de punta y con el pasaje más caro del mundo no es un camino de espinas, que eso es el reclamo la patria.


Bachelet no es la alternativa que necesitan los tiempos actuales. No representa las urgencias y reclamos de millones de ciudadanos. La ex presidenta es la continuación del modelo, la imperiosa necesidad de los grupos económicos para seguir corriendo en esa conciente existencia de no conocer el final de la ganancia y del beneficio…la tranquilidad en las calles.


Bachelet es la preferida de los mercaderes, de los accionistas en bancos y financieras, de las grandes empresas exportadoras, esos que están en estos momentos ya con los dineros para que sean llevados a las arcas de los partidos concertacionistas y poder financiar la siguiente campaña, de aquella manera se aseguran que en el próximo periodo si Bachelet gana, serán retribuidos con leyes, contratos ya colocados en alguna mesa lobista, para el siguiente periodo.


En esa posible foto/sepia que está por venir, no estarán los verdaderos actores y constructores del Chile con futuro, los verdaderos protagonistas llevarán sus propios candidatos y harán campaña para que no sea justamente Bachelet y los otros/mismos, los que levanten las banderas del país justo que se necesita.


Frente a Bachelet y la derecha, nacerá una alternativa popular con todos los colores traicionados….para vencer

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