Diciembre 4, 2024

Europa acusa a EE.UU. como el origen de la crisis global

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durao_barroso290México.- Europa y su crisis dominaron la primera jornada de la cumbre de presidentes del Grupo de los 20 (G-20), que reúne a los países avanzados y en desarrollo que generan 85 por ciento de la economía mundial.

 

Los desafíos no son sólo europeos, son globales, afirmó José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, quien destacó la urgencia de atacar los niveles muy altos de desempleo que están dañando nuestro tejido social y el sentido de dignidad, de futuro y de resistencia de nuestra gente.


Aunque no es parte de la agenda de esta cita, anunció que pondrá sobre la mesa de discusión de los gobernantes que se reúnen aquí la necesidad de crear un impuesto a las transacciones financieras globales, el cual es una cuestión de justicia.


Europa, afirmó Durao, no viene a Los Cabos a pedir lecciones de nadie. La crisis que ahora enfrentan los países de la eurozona se originó en América del Norte y buena parte de nuestro sector financiero se vio contaminado por, cómo decirlo, prácticas poco ortodoxas de algunos sectores del mercado financiero, declaró a la prensa poco antes del inicio formal de los trabajos de la cumbre del G-20, que concluirá este martes.


El enfoque global para acometer el más reciente episodio de la crisis financiera iniciada en el otoño de 2008, con la quiebra de la banca de inversión estadunidense, también fue defendido por la canciller alemana, Angela Merkel. Cada continente debe hacer su aporte y en esta cumbre del G-20 todos tendrán que hacer su tarea, declaró a la prensa poco antes del inicio de la primera reunión plenaria de la cumbre.


El laberinto griego

La presidencia mexicana del G-20 ha expresado el deseo de que en esta cumbre se vaya más allá de los temas de coyuntura y se discutan temas relacionados con el largo plazo; entre ellos, la representación de los países en desarrollo en los órganos de decisión de las instituciones financieros internacionales, el crecimiento sustentable, la seguridad alimentaria y la inclusión de los más pobres en los servicios financieros.


Como era de esperar, sin embargo, el resultado de la elección parlamentaria en Grecia, decantada a favor de la formación política que propone seguir con las medidas de austeridad, y la creciente tensión financiera en España ocuparon la atención de los presidentes y primeros ministros de los países del G-20 en esta jornada.


El nuevo gobierno griego debe trabajar rápidamente para implementar las reformas que Grecia requiere para que vuelva una vez más a como estaba, apuntó Durao. El segundo programa de ajuste de la economía helénica, acordado por el anterior gobierno de ese país y el eurogrupo, es fundamental para que la nación logre salir de la depresión económica en que se encuentra. Estamos preparados para apoyar a Grecia en sus esfuerzos, declaró.


Más clara fue Merkel. Grecia, afirmó, deberá cumplir con los compromisos pactados (antes de las elecciones) con sus acreedores internacionales.


Sostuvo que no se puede esperar ningún relajamiento de las reformas pactadas, que están marcadas por una política de austeridad que genere los excedentes fiscales necesarios para asumir el costo de la deuda pública griega.


La ruta de España

La delegación de España, encabezada por el presidente Mariano Rajoy, buscó hoy transmitir que la economía de ese país mantiene fortaleza, a pesar del nuevo embate sufrido este lunes por los mercados financieros, en los que el costo a que se financia el gobierno volvió a topar niveles récord.


El mensaje fundamental, a pesar de las dificultades y del castigo sobre la prima de riesgo (la diferencia entre el costo de financiamiento de España y el de los bonos alemanes, considerados los más seguros) es que la economía española es solvente, tiene capacidad de crecimiento y ha corregido sus desequilibrios en el ámbito bancario e inmobiliario, declaró Luis de Guindos, ministro de Finanzas del país ibérico. Esto antes que después va a empezar a dar sus frutos en términos de la percepción por parte de los mercados, porque la economía española es sólida, aseguró.


De Guindos sostuvo que los líderes europeos están unidos porque saben perfectamente que estamos en el mismo barco. El mismo mensaje fue transmitido por Durao Barroso, quien dijo que el euro y los proyectos del continente son irreversibles.

Más allá de lo inmediato

Tenemos que proteger a nuestros ciudadanos de futuras crisis, expresó. Acciones para retomar el crecimiento económico y la generación de empleo deben ser el centro de la atención de los responsables de las políticas nacionales y de los organismos internacionales.


También es de suma importancia, expresó, mirar más allá de los países que forman el G-20 y pensar en las naciones en desarrollo y la justicia global. La forma de empezar a andar ese camino es discutir ya, en esta misma cumbre, que se convierta en una realidad el impuesto a las transacciones financieras.


En Europa, aseguró, es posible la creación de un impuesto a dichas transacciones.


Es cuestión de justicia y va a ayudar a los más pobres del mundo, tanto el impuesto como otras formas innovadoras de desarrollo financiero que contribuirán a la solidaridad financiera. Creo que vamos a tener muy pronto una conclusión para que cerremos esa brecha y se empiece a implementar en Europa, inspirando una solución global.

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