¿Cómo estás Puerto Rico, tú de socio asociado en sociedad?, al pie de cocoteros y guitarras, bajo la luna y junto al mar, ¡qué suave honor andar del brazo, brazo con brazo del Tío Sam! (*)
Mientras la farándula política de nuestro país se entretiene “discutiendo” sobre si la ex presidenta Bachelet dijo lo que dijo, y por qué no dijo lo que debió haber dicho la madrugada del 27 de febrero de 2010, la ultraderecha nos somete cada vez más a los dictados del gobierno de los Estados Unidos.
Luego de una quasi alharaca inicial de unos pocos diputados, sobre la instalación de una base yankee en Concón (el que pone la plata, pone la música), todos los señores faranduleros han hecho mutis por el foro.
En septiembre de 2011 el ministro de defensa, señor Andrés Allamand, ya había “reforzado” las relaciones militares con la firma de un acuerdo de cooperación, que “permite el despliegue de tropas estadounidenses en suelo chileno, ante la eventualidad de que el ejército nacional se vea sobrepasado por alguna situación de emergencia”.
La situación de emergencia, en realidad, se da en dos aspectos terriblemente preocupantes: por un lado, queda establecido, por escrito, el vasallaje de nuestro país y, especialmente de nuestras fuerzas armadas al imperio; por otro lado, se reconoce la incapacidad del ejército para actuar ante “alguna situación de emergencia”.
Es decir, estas resoluciones tomadas por el Ministerio de Defensa, la base yankee y el acuerdo que permite el despliegue de tropas estadounidenses en suelo chileno, están dirigidas, claramente, a ahogar o impedir cualquier manifestación de la ciudadanía que las autoridades y el ejército puedan considerar como “alguna situación de emergencia”.
Esto queda corroborado por los dichos del comandante en jefe del ejército, general Juan Miguel Fuente-Alba, al iniciar el Primer Consejo Militar de 2012: “Este Primer Consejo Militar debe partir con un análisis relacionado con los eventuales roles que podrían asumir las fuerzas armadas chilenas y el ejército en particular, dados los complejos y actuales escenarios que se generan en el ámbito de la seguridad, al momento de preservar los valores, intereses y bienes que la propia sociedad busca cautelar”.
Luego agregó: “Sabemos que la esencia de nuestras tareas es y debe seguir siendo la defensa de la integridad territorial. No obstante, podrían surgir nuevas responsabilidades que deberían estar claramente identificadas, comprendidas e implementadas por el ejército”.
Las situaciones de emergencia relacionadas con las catástrofes, siempre se han producido en nuestro país y, hasta antes del golpe de Estado, siempre las fuerzas armadas, especialmente el ejército, colaboraron para tratar de minimizar los estragos que han causado estas “situaciones de emergencia”. Entonces, queda claro que el señor comandante del ejército no se está refiriendo a esas “situaciones de emergencia”, sino a otras que están mucho más relacionadas con la construcción de la ciudadela en la base yankee de Concón.
Una pregunta para el señor ministro de defensa: ¿recuerda usted, señor Allamand, cuando por allá en los años noventa, después de terminada la dictadura, el jefe de los empresarios de la época lo mandó a pasar unas vacaciones a las Termas de Mamiña, por haber dicho que en Chile seguían coexistiendo los poderes fácticos: los empresarios y las fuerzas armadas? Es obvio que, a estas alturas, debe de haber sufrido un ataque de amnesia.
La ex presidenta Bachelet.
Es curioso que la ultraderecha haya centrado sus ataques en la actuación de la ex presidenta ese fatídico 27 de febrero para tratar de torpedear su camino de vuelta a La Moneda. La verdad, es que me huele a tongo, pues lo único que hacen es, ante los incautos, ponerla como víctima y, por lo tanto, pavimentarle ese camino.
Sería un despropósito que la ultraderecha la atacara en su labor como primer mandataria, pues no hizo más que gobernar, justamente, para esa ultraderecha y sometiendo, cada vez más -siguiendo con el camino trazado por sus antecesores- el país al vasallaje de los Estados Unidos de América. ¿Es necesario recordar los cables de wikileaks que revelan las intervenciones del gobierno yankee y el consiguiente servilismo de Bachelet en la aprobación de la termoeléctrica Campiche; y el cable del entonces embajador de E.E.U.U. sobre “dar a Chile el liderazgo, pero sin hacerlos parecer que son nuestras marionetas o representantes”? El cargo que detenta en las Naciones Unidas fue creado especialmente para ella, por los servicios prestados a la patria…norteamericana.
En fin, podríamos seguir con un largo listado de las actitudes de vasallaje y servilismo a los que nos han llevado, primero la dictadura cívico-militar y luego, los gobiernos de la Concertación, para continuar y profundizar esta dependencia con el gobierno de la ultraderecha. ¿Hasta cuando?
¿Cómo estás Chile mío,
tú de socio asociado en sociedad?,
al pie de alerces y araucarias,
bajo bases en Concón y sin dignidad,
¡qué suave honor andar del brazo,
brazo con brazo del Tío Sam!
(*) Primeros versos del poema de Nicolás Guillén.